Capítulo 24

235 8 10
                                    

Tris POV
—Capitolio, Capitolio, Capitolio—sigue diciendo Tobias, empieza a medio abrir los ojos—Presidente Coriolanus ¡Snow!—Al gritar esta última palabra abre los ojos por completo y empieza a intentar escapar de la silla. Se me había olvidado, sigue atado a la silla con esas cuerdas.

Katniss saca algo de su espalda: un arco y un carcaj de flechas.

—Dame una—le pido a Katniss una flecha, me la da y corto las cuerdas. Tobias sale de la silla y se levanta en frente de Snow.

—Tobias vámonos—le digo y lo sujeto del brazo para llevármelo.—No tenemos nada que hacer aquí.—digo fingiendo, ya que no dejaré así las cosas.

Tengo un plan: seguir caminando, soltar rápidamente a Tobias, sacar mi pistola y las esposas y atrapar a Snow para llevarlo con nosotros. Pero creo que Katniss ya lo tiene atrapado con su arco y flecha.

—Kat, ayúdame—le susurro al oído disimuladamente al pasar a su lado caminando con Tobias. Peeta me escucha, pero ya sabe de lo que hablo.

Sigo caminando y casi me acerco a la puerta. Le guiño a Peeta.

—¡Ahora!—grita y Katniss inmediatamente dispara su arco a la pierna de Snow. Todavía no lo queremos matar. Rápidamente suelto a Tobias, quien se queda con la vista fija en un punto repitiendo <Capitolio, Capitolio, Capitolio>  saco la pistola y las esposas, le apunto a la sien a Snow por si acaso y lo esposo. Le hago señas con la cabeza a Katniss hacia la puerta para que se lleve a Snow, mientras observo a Tobias fijamente.

—¿Estás bien?—pregunto despacio y en voz baja.

—Capitolio—dice viendo fijamente hacia el mismo punto.

—Cuatro, dime, ¿Qué te hicieron?

—Capitolio, Capitolio...

—Tobias, dime, ¿Qué te hicieron?—pregunto de nuevo, despacio y en voz baja.

—Yo—dice, aún sin voltearme a ver.

—Tu Tobias Eaton, apodo Cuatro—digo despacio, le debieron de poner el suero de la memoria o algo parecido pero él se resiste a los sueros, así que me recordará.

—Capitolio, yo, ellos...

—Capitolio, yo, ellos...—Repito lo mismo que él para ver su reacción y tratar de comprenderlo.

—Capitolio, yo, ellos...—hace una pausa y me mira—tú...—sus ojos se vuelven a ver como antes, no hipnotizados como estaban hace unos segundos. Como si estuviera en una simulación.—Tu... ¿Tú me amas?

—Tobias, claro que te amo.—le digo, me pongo de puntillas y le doy un beso en la boca. Esta vez no tengo que hacer que se agache porque traigo unos zapatos que parecen tenis pero con tacón escondido. Nos separamos por la falta de aliento.—¿Por qué no lo haría?

—Porque me dijo que no me amas—dice. Me pongo a pensar en quien: Snow. Volteo y me doy cuenta de que Peeta y Katniss nos están esperando afuera.

—No le creas a Snow, ellos te lo explicarán to...—digo señalando a Kat y Peeta pero me interrumpe

—Snow no me dijo eso, fue... Fue Nita.

No lo pienso dos veces, observo a mi alrededor en busca de Nita. Veo un interruptor, lo presiono y se prenden las luces de toda la sala. Es una sala enorme. Como para que entren todas las facciones (contando a los abandonados) dos veces con un metro de distancia una persona de la otra. Es mucho espacio. Al final de la sala hay una parte de la pared con un pequeño tono de diferencia del tamaño de... de una puerta.

—Ahorita los alcanzo, Cuatro, llévate a David y a Tom.

Me echo a correr hacia la puerta y la abro. Está oscuro, de nuevo. Pero siento una pared a mi lado, así que este cuarto no puede ser más grande que un baño. Enciendo las luces y veo a una mujer de capucha con el cabello rubio. Nita no es rubia. Y si es ella, ¿cómo escapó? Le agarro el brazo con fuerza y la volteo hacia mí, le levanto la capucha, y como lo imaginaba: Es Nita, se tiñó el cabello de rubio, trae varias extensiones y las puntas las trae pintadas de varios colores. Se ve aún más guapa que antes. Miro sus ojos y son azules. Trae lentes de contacto.

—¿Cómo escapaste?—le digo mientras la saco del cuarto, sin soltarla y caminando hacia los demás.

—¿Enserio quieres saber?—dijo, ahora entiendo. Y ahora entiendo que no, no quiero saber.

—No.

Cada vez le aprieto más el brazo, es fuerte, tiene más músculo que antes. ¿Desde cuándo escapó?

—¿Desde cuándo escapaste?—pregunto

—Desde ayer

—¿Y cómo conseguiste tanto músculo y te teñiste el pelo en un día?

—No te dabas cuenta pero intentaba romper la celda con mis propias manos cada noche: músculo. Y cabello es obvio que puedo transformar en un día mi aspecto. Pero nunca dejaré de ser una amenaza para ti.

—De hecho no, nunca lo has sido.

—Ah, y sobre el escape, te quiero contar cómo y sobre quiénes me tuve que ir al escapar. Te contaré todos los detalles.—ya sé qué es todo lo que me quiere decir, y es cierto. No quiero saber cómo escapó, ya que, conozco cómo es y lo que es capaz de hacer sólo por irse con las suyas—fue muy fácil, sólo...

—Cállate, te dije que no quiero saber sobre eso—digo, en voz cortante y camino más rápido. Ya estamos llegando con los demás. Pero no llevo esposas para Nita.

—¿Alguien tiene esposas?—grito desde lejos.

—Él—dice Kat señalando a Tobias. Mete la mano en su bolsillo y me las lanza. Las atrapo fácilmente y esposo a Nita. Fue más fácil de lo que creí. Está tramando algo...

—Ah Nita, y por cierto ¡SI AMO A TOBIAS!—digo cuando llego con él y ella me lanza una mirada asesina.

—Vámonos—digo y empezamos a correr hacia el tren. Tobias corre un poco más lento porque está llevando a dos personas.—dame a Tom, se ve ligero y Nita tampoco pesa—Tobias me da a Tom y lo cargo.—Una cosa más, ¡PAREN!—ordeno a todos.

Todos me obedecen, saco mi pistola y le doy a Nita en la pierna, después en el brazo y finalmente, en la mano del otro brazo. Para que sufra y sea más fácil llevármela: sin que pueda patear o jalonear para escapar.

Subimos al tren de un salto, un salto algo difícil debido a que estamos cargados de gente. Observamos todo el camino hasta que vemos que ya vamos llegando. Saltamos del tren sin problema y veo la puerta de la sala donde están todos los demás, esperándome, y a Tobias.

—Créeme, no querrás entrar ahí—dice Nita.

Y tiene razón. No quiero entrar, porque sé lo que ha hecho...

Es real, y no lo es (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora