-7 [Isaac Lahey]

capítulo 22; orgullo Lachowski

Habitualmente, todas las mañanas, cuando suena el irritante pitido de mi despertador, me maldigo hasta los huesos por no haber dormido lo suficiente la noche anterior.

Me levanto con un humor de perros, un par de comentarios cínicos que decir al primer idiota que trate de desearme 'buenos días' un lunes y el pelo enredado.

Este estado no cesa hasta que, o bien, me tomo mi café matutino, o salgo a la calle y el aire frío de la mañana me despeja.

Pero hoy es distinto.
Después de haberme pasado la mañana del domingo lloriqueando con Jon, él mismo decidió sacarme de casa.

Así que fuimos a la bolera, en la cual él me machacó en dos partidas de cuatro, ya que no soy especialmente buena, y luego después de que se burlase de mí por unos veinte minutos, me llevó a cenar a un restaurante italiano, donde me sentí como en casa.

Lo único que estropeó el momento fue encontrarme al padre de Allison cenando con su mujer.

Ambos me saludaron con amabilidad, pero el señor Argent no pudo ocultar su mirada hostil hacia mi primo, el cual ni se dignó a mirarles.

Anoche, también, decidí ponerme un vestido que Isaac me había comprado hace un par de semanas.

Era entero negro. Simplemente sencillo pero elegante.

Nada demasiado formal para la ocasión.

Al entrar al pasillo principal, la cantidad de gente me abruma.

Todos hablan muy deprisa para estar a primera hora de la mañana de un gris lunes.

Me lo había pasado tan bien con Jon, que había olvidado mi pánico a encontrar a alguno de mis 'amigos'.

Me dirijo con total disimulo a ni taquilla, donde recuerdo a Scott enseñándome a abrirla por primera vez.

Este recuerdo que me asalta me hace profundamente feliz por un escaso instante, hasta que veo a Liam Dunbar ascendiendo entre la gente hacia mí. Tratando de hacerse paso.

Aunque sé que es realmente descortés por mí parte, me giro como si nada hacia mi taquilla y finjo recontar mis libros.

- Maya, Maya...- me llama él con impaciencia.

Alcanza mi brazo, colocando su mano sobre ella.

Las palmas de sus manos están sudando.

- Maya - se repite. Su voz suena entre jadeos - tienes que ayudarme.

- Hola, Liam... ¿estás bien? - digo extrañada.

- Deucallion tiene a la manada - dice de golpe.

- ¿Qué? - digo sin aliento.

*¿manada? ¿la de Isaac? ¿Y Scott?*

- Joder, tienes que venir conmigo, por favor, no tienen mucho tiempo - insta.

- Vale - accedo.

Liam me toma con suavidad por la muñeca y nos abre paso s codazos por en medio del concurrido pasillo justo cuando sonaba la campana de entrada a la primera clase, lo que indicaba que estábamos haciendo novillos oficialmente.

Al llegar al aparcamiento, Liam se altera aún más.

- ¡Joder! - se lleva las manos a la cabeza, con frustración.

- ¿Qué estamos buscando? -.

- El jeep azul de Stiles - dice Liam buscando con la mirada.

- Es ese de ahí - señalo yo hacia la izquierda.