Después de un intenso día de clases, solo me apetece llegar a casa y echarme en la cama hasta la hora de cenar, pero cuando Allison nos pide a Lydia y a mí que vayamos a estudiar con ella a su casa, no puedo negarme.
Lydia había insistido en que lo mejor que podía hacer era salir, mantener la mente ocupada mil asuntos distintos a la vez y beber mucho té helado.
Y... ¿quién soy yo para cuestionarla?Mi mejor amiga y yo nos encontrábamos sentadas en las escaleras principales, esperando a que Allison acabase su examen de alemán, cuando de repente noto un ligero toque en la raíz de mi pelo.
Es Stiles.
Se sienta a mi derecha y me mira con una expresión indescriptible.- Buenos... no sé si decís tardes o días llegados a esta hora - tengo que bajar la vista a mi reloj de muñeca porque sus ojos me están descuartizando el alma.
- Tardes - espeta Lydia mirando cejijunta al castaño.
- Y ojalá fuese ya hora de decir noches - resopla con los labios - hoy he tenido un examen de trigonometría horrible.
Lydia hace una mueca de asco y yo me rasco la superficie de la mano conforme iba aumentando mi nerviosismo.
- El examen de biología es en 3 días- las palabras que salen de mi boca parecen una sentencia de muerte, pero ahora había pasado a ser la menor de mis preocupaciones.
Stiles gira la cabeza hacia mi dirección.- No sé qué te tiene así de preocupada - su tono tono alegre - eres brillante.
El halago de mi amigo hace que mi corazón se contraiga con violencia.
Trato de darle las gracias en silencio, pero no se merecía una sonrisa forzada, así que le murmuro un apenas audible "gracias, Stiles", antes de fijar mi vista de nuevo en la carretera pavimentada.
Los colores ocre y gris se entremezclan en una combinación sucia y desgastada.Stiles suelta un suspiro muy disimulado por su nariz y veo cómo Lydia le mira.
No puedo ver qué quiere decirle con los ojos ni por el rabillo del ojo, pero tengo en mi mente grabada la expresión exacta que su cara ha adoptado.
Nos hemos ido conociendo muy rápido.Entonces, Stiles me rodea con el brazo, y yo apoyo mi cabeza en su hombro a la vez que cuelgo mi mano izquierda de su cuello.
- Esa es una postura muy rara para un abrazo - su risa suena cansada, y eso me hace ver que no era yo la única que estaba teniendo un mal día.
Esta vez no tengo que esforzarme, una carcajada sale sola de mi boca a la vez que niego con la cabeza y el chico también vuelve a reírse.
- ¡Al fin! He acaba... - me giro lentamente y encuentro a Allison detrás nuestra, en el principio de las escaleras.
Escucho el sonido del móvil de Lydia bloqueándose, y justo en seguida se levanta y va al encuentro de Allison.
Stiles y yo nos levantamos a la vez mientras un poco de calor asciende por mis mejillas.
*¿qué ha podido pensar Allison?... ¡todo el mundo sabe que Stiles y yo solo somos amigos!*- Genial - Lydia habla primero - ¿nos vamos?
- Uhm, sí claro - asiente Allison con una sonrisa rápida.
Me aparto el pelo de la frente descuidadamente mientras tiro un poco de mi pantalón.
- ¿A dónde vais? - pregunta Stiles con la vista fija en la chica del pelo más oscuro.
- Vamos a ir a mi casa a estudiar - le responde esta cuando ya todos hemos bajado los escalones.
- ¿Tenéis quién os lleve? Tengo el coche aquí al lado - Stiles señala con su pulgar detrás de su hombro; en dirección al aparcamiento.
- Tenía pensando andar con ellas, pero suena mucho mejor - responde al tiempo que Lydia carraspea.
El trayecto es un tanto incómodo.
Lydia está de copiloto de Stiles y mientras Allison y yo vamos en la parte trasera del jeep azul.Pasamos los 10 minutos que dura el viaje en coche en completo silencio; tan solo el repiqueteo de las llaves del coche contra la parte baja del salpicadero interrumpen el silencio sepulcral que hay dentro del condensado aire del vehículo.
Me dedico a mirar por la ventana porque ya tendría que establecer conversaciones con Allison más tarde.
Al llegar, las tres le damos las gracias a Stiles, el cuál se golpea con la puerta cuando estaba a punto de irse.
No puedo evitar soltar una carcajada aunque ya estemos en el umbral de la puerta.
Lydia también le mira, después me mira a mí y comienza a reírse.
La última en pasar a la casa parece confundida cuando nos dirige una mirada graciosa, pero también ríe al pasar por la puerta.- Eso ha sido muy raro - murmura Lydia.
- Ya... - asiento mientras miro a Allison dejar su chaqueta en un perchero, para acto seguido imitarla.
- ¿Qué queréis para comer? - Allison parecía no haber oído ni una sola palabra de nuestra conversación.
Ya me encontraba rezando internamente para no arrepentirme de haber venido.* * *
Algo más de una hora después, ya habíamos desparramado todos nuestros libros, apuntes y bolígrafos sobre la mesa del comedor.
La casa de Allison era encantadora, aunque la calefacción estaba un poco alta.Lydia me ayudaba a hacer los deberes de matemáticas que había ido acumulando días atrás, y mientras Allison estaba con sus apuntes de historia.
- Stiles es un encanto - dice de la nada Allison.
Lydia se atraganta con el sorbo de zumo que tenía en la garganta, y yo no puedo contener la risa.- Lo es... - musito distraída - es muy agradable.
- ¿Qué pasa? - señala a Lydia con la barbilla y entrecierra los ojos.
- ¿Qué quieres decir? - la pelirroja suena hasta tajante.
Allison arquea las cejas e intercala miradas entre nosotras un par de veces, hasta que finalmente, levanto la vista del garabato que había comenzado en la esquina de mi folio y la miro directamente.
- Stiles no me supone ningún problema por dos motivos - cruzo mis brazos sobre mi pecho - el primero es que solo somos amigos, y el segundo, es que, en el hipotético caso de que fuésemos algo más, no importaría, ya que Isaac me dejó el otro día.
Casi me echo a reír con la cara que se le queda a Allison.
Realmente no se esperaba aquello.- Maya, no sabía nada, lo siento... - se argumenta - es que le vi tan acaramelado contigo que pensé...
- Stiles lo sabía. Estaba intentando animarla - esta vez la que se queda boquiabierta con la intervención de Lydia soy yo.
- ¿Cómo se ha enterado Stiles? - la ira denota en cada sílaba que sale de mis labios.
No me gusta la idea de que se hubiese hecho público algo tan humillante.- No tengo ni la menor idea, pero le conozco desde hace muchos años y... - la explicación de Lydia se ve interrumpida por un portazo en la puerta principal de la casa seguido del sonido de pisadas mojadas y unas llaves cayéndose.
Una mujer que no tendría más que 33 o 34 años acaba de entrar a la estancia donde nos encontramos nosotras y nuestro lío de apuntes.
Tiene el pelo por la mitad del pecho y está mojado por la repentina lluvia. También viste un corta vientos negro totalmente empapado.
Aunque inicialmente hay una sonrisa en su rostro, en el momento en el que posa sus ojos en mí, la mujer oculta su bonita hilera de dientes blancos y sus facciones se endurecen.Algo en mi interior me dice que yo ya había visto a esta mujer en algún otro momento de mi vida, aunque ahora mismo no lograba recordar cuál...
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-7 [Isaac Lahey]
Romancequizás cumplir los 17 fuera de tu hogar, en la casa de uno de tus primos al que no ves desde hace casi 7 años puede no ser la mejor manera de empezar de cero.