capítulo 4; primer día

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Para cuando cruzo la puerta principal, ya me estoy arrepintiendo.
*¿debería haberme arreglado más?*
Llevo un top blanco, una camisa de cuadros abotonada hasta la altura de mi abdomen, mis vaqueros favoritos y mis botas militares verdes.
Aprieto la mandíbula cuando una chica se choca contra mí.
Se disculpa cuando intercepta con mi cara de pocos amigos.

Llego a mi taquilla, aunque aún no entiendo todo este rollo de las taquillas. En Italia no las teníamos.
Intento introducir mi contraseña como 6 veces en el maldito candado.
Me frustro tanto que acabo golpeando el metal tintado con la palma sudorosa de mi mano.
- Parece que alguien necesita que le echen una mano - escucho a mis espaldas.
Me giro bruscamente para encontrar al chico moreno que me saludó ayer.
A unos doce centímetros resulta aún mas atractivo.
En sus labios se dibuja una sonrisa amable.
- Soy Scott, Scott McCall - su acento me resulta divertido.
- Maya Lachowski - correspondo contenido una risa estúpida.
- Te puedo ayudar, Maya - dice señalando hacia mi taquilla.
Le cedo el papelito que me habían entregado en conserjería con la contraseña.
Scott la abre rápidamente y a la primera, lo que hace que bufe por lo bajo.
- Le pillarás el truco, créeme - se ríe al parecer notar mi frustración.
El timbre nos interrumpe.
- ¿Qué clase tienes ahora? -.
- Uhmm... - desdoblo otro papel que me dieron en conserjería - francés.
- Oh, yo química... ¿Te apetecería venir conmigo en el receso del almuerzo? Podría presentarte a mis amigos - se ofrece apoyándose en mí taquilla, ahora frente a mí.
Me debato entre aceptar, ya que necesito hacer amigos, o que la vergüenza me trague y denegar su oferta.
- Claro - trato de sonreír con entusiasmo y sin parecer nerviosa.
- Genial, pues... Nos vemos aquí en un par de horas, ¿te parece? - Scott tiene unos ojos preciosos.
- Me parece perfecto - cojo mis libros y vuelvo a cerrar mi taquilla, despidiéndome de mi nuevo amigo.

Francés resulta ser interesante, menos por la parte en la que tengo que presentarme ante toda la clase.
Después, biología se me hace algo larga.
En mitad de la clase me doy cuenta de que el chico que conducía el deportivo ayer está ahí, un par de sitios más atrás.
Estaba tan sumida en mis pensamientos y deducciones que no me di cuenta de que llamaban a la puerta en medio de la clase.
El chico rubio que jugaba al lacrosse ayer, entra por la puerta, discute con la profesora Martin y consigue entrar sin un sermón demasiado dramático.
Justo en ese momento, me doy cuenta de que el único sitio libre en el aula, está a mi izquierda.
Él lo ve, así que viene a sentarse a mi lado.
Poco después de desparramar sus libros por la mesa, se queda mirándome.
- ¿Qué? - le espeto cuando siento su mirada clavada en mi perfil.
- Nada, eso es lo que hacías tú ayer - me había pillado. Ayer me pilló observándole sin miramientos.
- No todos los días un tipo con un palo con red sale de detrás de mí - me excuso.
Noto como su sonrisa brilla por el rabillo de mi ojo.
- Soy Isaac - se presenta, haciendo que aparte mi atención de la clase de la señora Martin.
- Maya - le digo con una sonrisa rápida.
- Lachowski... - sigo su mirada, que se clava en la tapa de mi libro, donde había escrito mi nombre completo - tu no eres de por aquí, ¿verdad que no?.
Niego con la cabeza.
- Hay algo que quiera compartir con todos nosotros ahora, ¿señor Lahey? - la señora Martin le acribillaba con su mirada.
- Nada especial - responde mi acompañante con osadía.
- Entonces no le importará quedarse media hora después de clases en el aula de castigados para comentarmelo personalmente, ¿o me equivoco? - la señora Martin me cae bien.
- Usted nunca, Martin - me asombra como Isaac se lo toma tan bien.
Tras finalizar la breve conversación, ella se vuelve y sigue con su lección mientras Isaac pone los ojos en blanco por un segundo y luego me sonríe con descaro.

Por fin llega la hora del receso. Aún no muy segura de lo que estoy haciendo, pero me quedo junto a mi taquilla esperando a Scott, el cual llega en cuestión de dos minutos con el otro chico de pelo muy corto con el que jugaba ayer en el campo.

- Hola de nuevo, Maya - hace un gesto señalando a su amigo - este es Stiles.

- Stilinski - asiente él con una sonrisa nerviosa. Debe de haber recordado que le vi cayéndose ayer.

- Maya Lachowski - disimulo mis ganas de reír pésimamente.

- ¿No eres de por aquí, verdad? - dice levantando su ceja hacia mi.

- Soy italiana, concretamente de Venecia - los dos ponen más atención en mí.

- ¿En serio? - dice esta vez Scott con expresión sorprendida.
Asiento sin poder evitar sonreír ante sus reacciones.

- ¿Y por qué Beacon Hills? - Stiles pronuncia la pregunta del millón.

- Bueno, mis padres pensaron que sería bueno para mí estudiar aquí una carrera universitaria el año que viene, así que decidí venir a vivir aquí con mi primo Jon - digo guardando unos libros en la taquilla.

- Suena genial... ¿Salimos fuera? - Scott señala unos bancos desde la ventana.

- Scott, presentémosla a todos - sugiere Stiles.

- Eh... ¿todos? - me preocupa un grupo de demasiada gente desconocida.

- Tranquila, no serán más de 10 - asegura Stiles.
Nos acercamos hasta un banco de madera desgastada donde había dos chicas, y un chico que parecía un poco menor que todos nosotros.
- Chicos, esta es Maya - Scott se sienta y me ofrece un sitio al lado de Stiles y delante suya.
Lo acepto mientras escaneo rápidamente a las dos chicas que tengo enfrente mía mirándome.
Una es pelirroja y de ojos verdosos, mientras que la otra es morena y muy escuálida.
La primera, me sonríe y la otra me dirige una mirada curiosa.
- ¿Tu primo es Jon Lachowski?- la morena gira levemente su cabeza.
Asiento extrañada de que mi primo sea tan conocido en este condado.
- Así es -.
- Vaya, ¡pues es el abogado de mi familia! Es realmente bueno - halaga ella - yo soy Allison Argent.
- Y yo Lydia Martin - vuelvo mi atención a la pelirroja.
Hablamos por unos 20 minutos.
Ellas me dicen que les encanta mi acento y ropa y no puedo dejar de sonreírles por la cálida bienvenida.
- Liam, ¿piensas saludarla? - Stiles se inclina sobre la mesa para observar al chico algo menor que todos nosotros.
- Eh, oh... Hola Maya, umm... Bienvenida a Beacon - el chico me dedica una sonrisa pequeñita en sus labios carnosos.
- Liam también es nuevo - Lydia me informa.
- Lleva como casi dos meses aquí - dice Stiles contrariándola.
Ella rueda los ojos y Liam se ríe.
Durante los 10 minutos restantes, pillo a Liam mirándome de reojo unas 4 veces.

Cuando suena el timbre, Allison ha prometido llevarnos a Lydia y a mí este fin de semana a una cafetería genial para poder conocernos más.
- ¿Qué te toca? - me pregunta Stiles.
- Filosofía - digo haciendo memoria. Había tratado de memorizar mi horario durante la primera hora de francés.
- A mí también, es en el aula 27, te acompaño - dice cogiendo su mochila.
Me despido con la mano de Scott y las chicas.
Liam nos sigue.
- También tengo filosofía - dice uniéndose.
Stiles le mira extrañado. Noto que Liam le da una mirada cómplice y enseguida Stiles vuelve la atención a mí.
- ¿Alguna vez has ido a un partido de lacrosse, Maya? - pregunta Stiles cuando entramos por el hall.
- Nunca, debido a que no sabía que existía hasta ayer - me río tímidamente.
- ¿Te gustaría venir a uno esta noche? - me ofrece Liam, acercándose a mi derecha.
- Uhm, claro que sí - digo observando su sonrisa formarse.

Stiles y yo entramos al aula, pero Liam retrocede diciendo que ha olvidado sus llaves en el banco.
Stiles niega con la cabeza de manera sarcástica.
Nos sentamos juntos en los asientos de última fila.
- Liam no da filosofía, ¿verdad?- creo sonar demasiado rotunda, pero Stiles me mira con asombro y diversión.
- Vaya, eres inteligente Maya - observa él.
- En Italia los de primer año no tienen clases de filosofía - me encojo de hombros ante su cumplido.

Durante la clase, observo que el chico del deportivo vuelve a estar unas cuantas mesas más hacia delante de donde Stiles y yo nos encontramos.
- Stiles...- él saca la cabeza de sus apuntes y me mira - ¿quién es ése tipo de ahí?
- Ah, es Jackson. No te recomendaría acercarte a él, solo es un niño de papá - hace una mueca.
Me quedo pensativa, por lo que él añade - Él también está en el equipo de lacrosse, de hecho, es el co-capitán - se le escapa una carcajada en la ultima palabra. Frunzo el ceño. - Scott es el otro capitán. Y no se llevan bien. Seamos realistas, el único que soporta a Jackson es Danny, y porque fueron amigos desde primaria.
- ¿Como Scott y tú?- me aventuro.
- Como Scott y yo - deduzco por el tono de voz de Stiles de que le sorprende mi audacia para deducir las cosas.
Es algo que heredé de mi padre. Diría que lo único bueno que queda de él en mí.

-7 [Isaac Lahey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora