-7 [Isaac Lahey]

capítulo 14;

- ¡Maya! - Stiles ondea su mano amablemente hacia mí.
Le sonrío y me acerco a él recolocando sobre mi hombro el asa de mi bolso.
- Buenos días Stiles - el fresco aire de la mañana hace que mi tono acatarrado se acentúe.
- Parece que el otoño de Beacon Hills te está pasando factura - dice rodeando mis hombros con su brazo y frotando el grueso material de mi sudadera.
- En Italia nunca hacía tanto frío - mi voz suena más quejumbrosa de lo que pretendo - pero también me gusta esto.
Stiles me sonríe, pero el gesto no llega a sus ojos.
- ¿Qué tal este fin de semana? - comento con poca sutilidad - algo me dice que no demasiado bien.
Stiles evade mi mirada interrogante hasta que alcanzo su mano y la estrecho con suavidad entre mis dedos.
- ¿Qué es lo que anda mal? - conozco mínimamente esa mirada suya para poder hacerme una idea de la ansiedad que lo invade.
- Todo, Maya - suspira con pesar - los alfas entraron en el apartamento de Derek hace dos noches, y... esto está fuera de nuestro alcance. No creo que Scott pueda cargar con tanto, y no es que confíe en él, es que... después de lo que vi hace un par de noches, creo que nadie podría cargar con algo así... - Stiles se precipita en un mar de palabras llenas de agobio.
Me pongo delante suya, frenando nuestro paso a la vez que llevo mi mano derecha hasta su rostro.
Él juguetea con sus manos enrredando los dedos frenéticamente.
Su mirada es fría, calculadora y vacía.
Esa mirada me hace pensar en qué pudo ver.
- ¿Cómo está Derek? - quizás no fuera la mejor pregunta para calmarle, peor realmente quería saberla.
- La última vez que le vi... que fue cuando tuve que llevarme a Lydia - murmura. Su tono a oscurecido - una barra de metal le atravesaba el estómago como si fuese una brocheta humana.
Noto mi propio pulso bombear tras un punto de mi cuello.
*¡¡¡ESO FUE EXACTAMENTE LO QUE YO LE HICE A EL GEMELO DE DEUCALLION!!!*
Trago duro y aprieto mis puños a ambos lados de mi cuerpo en cuanto retiro mi toque de Stiles.
- ¿Y Lydia? - pregunto por mi amiga.
- Está bien, solo fue un desmayo - suspira ante mi ceño fruncido por la confusión - tuvo una de sus conexiones, demasiado... intensas.
Asiento y obligo a mi amigo a que reanudemos nuestra marcha hacia la puerta principal del instituto.
- Stiles, tienes que hacerme un favor... - agarro su mano y le envío un suave apretón.
Él me mira y asiente. - tienes que buscar alguna manera de deshacerte de toda esa ansiedad.
- ¿Cómo sabes...? - Stiles hace una de sus expresivas muecas.
- Lo sé y punto. He vivido con Jon por tan solo un mes y conozco cuándo está estresado. Y deja que te diga que tú reaccionas de igual manera ante tanta presión.
Stiles evade mi mirada maternal.
Comprendo su preocupación, pero tiene que tratar de controlar el estrés.
- Escucha. No estáis solos, ¿de acuerdo? Me tenéis a mí, a Deaton y a mi primo. No es un vosotros contra la manada de Deucallion. ¿Entiendes? - al posar mis manos sobre sus bíceps, noto como la tensión en éstos disminuye gradualmente ante mis palabras.
El moreno suelta un largo suspiro lleno de resignación, y cuando acaba, asiente con su cabeza.
- Trato hecho - eleva sus comisuras en una pequeña sonrisa.

* * *

Puedo prejurar que francés es la peor optativa que he seleccionado nunca.
Tamborileo con mis uñas sobre mi pupitre con mil cosas volando en mi mente.
Tengo la solicitud de cambio de optativa justo delante mía.
Sería tan sencillo como limitarme a rellenarla y salir de esta condenada aula.

Finalmente, tras una mirada reprobatoria y los murmuros de mis compañeros cargados de reproches y críticas, dejo la solicitud de intercambio de optativa y salgo de la sala.
Acto seguido, saco mi móvil y reviso la barra de notificaciones.
Esperaba alguna llamada perdida de Isaac, ya que casi hacen 2 días desde que no le veo.
Es como si se hubiese desaparecido de Beacon Hills del día a la noche.
En su lugar, un mensaje de Lydia se desliza por mi pantalla.
'¿te apetece pasarte por mi casa esta tarde? Allison estará también.'
Tecleo con agilidad sin dejar de caminar hacia la zona de los recesos.
'¡claro que sí!¿nos vemos a la salida?'