BloodCurse

CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

(*)

Phill me llevó de vuelta a la Academia, al llegar la seguridad era más estricta de lo que había sido, todo debido al ataque de la otra Escuela, luego de las revisiones de rigor Roberta nos dejó entrar.

- Cuida mucho a mis padres si? – le pedí a Phill cuando me entregó la maleta

- No dude de eso señorita – me dijo él solemne

- Si pasa cualquier cosa avísame de inmediato – dije dándole un abrazo que lo tomó por sorpresa

- Lo haré – prometió

Comencé a arrastrar mi maleta por los caminos de la Academia, había gran alboroto, a lo lejos vi a Danila que se acercaba.

- Te sirvieron estos días de descanso? – preguntó al llegar a mi lado

- Espero que sí – dije mirando a mi alrededor – por qué esta todo tan loco aquí?

- Algunos alumnos han sido transferidos aquí – me dijo a modo de explicación

No hubo necesidad de que dijese nada más, al parecer los padres pensaban que St Vladimir era un lugar seguro para enviar a sus hijos, lo cual era bastante obvio.

- Tendré que compartir habitación? – le pregunté con miedo deteniéndome de pronto

- Jajajaja – se rio Danila – eso no será necesario, sólo son un puñado, ves todo este caos porque vinieron familias enteras con sus hijos

- Me había asustado – le dije guiñándole un ojo

- Como es que Adrian no ha venido a recogerte? – quiso saber

- No le dije a qué hora volvía – expliqué – no sabía si iban a estar aquí cuando llegase

- Pues llegamos hace unas horas – me sonrió – Izz está dando un recorrido a Misha

- Había olvidado que venía – sonreí también

- SEEEEEEEEEEEV!!!

Antes de poder ver quien me había hablado me vi alzada del suelo, mi maleta quedó olvidada al lado de Danila quien se reía evidentemente por mi cara de espanto.

- Pero... qué...??!!! – cuando estuve en el suelo vi que Mason era quien me había saludado de forma tan efusiva – MASON!

Algo no muy común en mí se despertó y le devolví el abrazo de oso asesino que me estaba dando, quería aprovechar cada segundo que tenía con mis amigos, tenía en mis espaldas una extraña sensación de ultimátum.

- Donde has dejado a la Fangs que conozco – dijo en broma Mason

- Después no te quejes cuando te esté dando de golpes entonces – le dije separándome

- Nos vemos luego – dijo Danila sonriendo y se fue

- Pensé que estabas con Izz... no que no te llevabas bien con Danila? – Mason estaba completamente perdido

- Pasaron muchas cosas estos días Mason... vengo desde mi casa, me fui de la Corte con mi padre unos días – le expliqué

- Esa es una explicación demasiado breve... ven, cuéntame todo

Mason tomó mi maleta y comenzó a arrastrarla, le conté lo que había pasado, también le conté lo del ataque Strigoi, y suponiendo que nos acompañaría a nuestras salidas como otras veces, tenía todo el derecho de saberlo, claro que omití la parte en que nos estaban buscando,

- Deben de tener un imán para atraer a esos monstros – dijo impresionado

- Yo creo, una feromona extraña o nuestra locura es un faro en la oscuridad – dije bromeando