BloodCurse

CAPÍTULO CINCUENTA

Abrí los ojos y le sonreí tímidamente, sin poder evitarlo sentí mis mejillas enrojecer.

- Gracias por todo Danila - le dije abriendo los ojos

- No tienes que agradecer – me dijo sincero

- Me has ayudado en muchas cosas, nadie se había preocupado por mi como lo haces tú

Como siempre me ocurría con Danila, mis gestos hacia el los hacía sin pensar, por lo que me vi a mi misma moviendo mi cara hacia la de él y colocando mis labios sobre los suyos. Fue con suavidad y sin prisa, al ver que Danila no respondía me alejé de él un poco y lo miré, sus mejillas estaban sonrojadas, sus ojos cerrados.

- Disculpa... no debí hacer eso - le dije alejándome un poco más

- No - dijo suavemente

- Qué? - le dije sin entender, confundida

- No te alejes - pidió

Cuando abrió los ojos me miró con tanto anhelo que el corazón me dio una sacudida, él puso los brazos a mí alrededor y con sumo cuidado me abrazó.

- No tienes que disculparte - me dijo - tan sólo que... no comprendo... no sabía...

- No creas que el beso te lo di por despecho o lo que fuera - le dije

- Claro que no... – se separó un poco mirándome espantado

- Espera - le pedí haciéndolo callar - sé que debes pensar que lo hago por despecho o tal vez por sentirme sola, porque sabes todo lo que pasé y siento por Adrian

- Aun lo amas? – preguntó serio

- No puedo dejar de amarlo de la noche a la mañana - le dije siendo sincera aun con sus brazos a mi alrededor

- Lo entiendo – desvió un poco sus ojos

- La verdad es que no puedes, porque ni yo lo entiendo, pero has logrado meterte bajo mi piel Danila - confesé y tomé su cara obligándolo a mirarme a los ojos - eres el único que me ha visto como soy, la verdadera Sev, con más defectos que virtudes, pero aun así me has apreciado y no escapado por mi humor agrio o lo temperamental que soy... aún siento cosas por Adrian, pero tú me estás haciendo sentir cosas que nunca sentí antes

Esta vez Danila si me besó, sus labios se movieron en los míos suavemente, pasé mis manos por su cuello y me acerqué más a él, él me abrazó con más fuerza, sin embargo el cuerpo se me tensó por los moratones que estaban empezando a doler, él se separó un poco de mi con cara de preocupación.

- Debí ser un poco más delicado - dijo a modo de disculpa

- No es que me vaya a quebrar o algo por el estilo - dije con una sonrisa torcida - pero los golpes me están empezando a molestar

- Deberías descansar - fue más una orden que una sugerencia

- Antes debería sacarme esta ropa y darme un baño, estoy segura que hay moratones de los cuales aún no tengo conocimiento

- Puedo ayudarte?

- Quieres verme desnuda tan pronto? – bromee

- No es una mala idea - dijo con una sonrisa y un leve rubor en sus mejillas - pero no es esa mi intención

- Lo sé - sonreí con ternura tocando su mejilla - sé que es solo con "fines de curación" – hice las comillas con mis dedos

- Vamos