BONUS TRACK V

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> Mason <

La noche estaba helada en los alrededores de la Academia, el invierno se había asentado hace semanas, y el pequeño lago que estaba cerca de los lindes de St Vladimir estaba completamente congelado.

Mason estaba emocionado con la idea de llevar a Izz a un lugar en el que pudiesen estar solos y divertirse, todo había sido un poco complicado entre ellos dos desde que había llegado Misha, más que el Guardián de Izz pareciera que fuera su padre o algo por el estilo, siempre que estaban juntos él venía con alguna tarea que tenía que realizar Izz, la cual dejaba a Mason al margen y junto con eso el poco tiempo que compartían se reducía al mínimo. Sin embargo, desde el ejercicio de cuidar a su Moroi habían estado más juntos que nunca, debido a que ella, no temiendo a las consecuencias, lo había elegido a él, hasta dormían en la misma cama, y es que no se podía aguantar las ganas cada noche de estrecharla entre sus brazos y que los cuerpos de ambos se adaptarán en un dulce y compartido sueño. Pero esta vez quería algo diferente para ella, quería sorprenderla y Sev le había dicho que a Izz le gustaba patinar.

- En serio? Y se le da bien? - le había dicho a Sev cuando le dio la idea

- Que si Mason... Al menos puede pararse en patines sin cortarse una pierna - respondió ella entretenida

- Pero es que los Moroi no siempre...

- Ella no es como todos los Moroi - le había dicho Sev exasperada - es hora de que te hagas una idea de que ella no le tiene miedo a nada

Había visto como Sev luego de esa conversación lo había arrastrado hasta un puesto de control abandonado y mostrado el lago.

- Cómo es que sabes de esto? – le había preguntado impresionado

- Por St Vlad Mason! – Sev le había dado un golpe cariñoso en la cabeza – no puedo creer que nunca hayas estado aquí

- No suelo andar merodeando

- Anda a contarle eso a alguien que no te conozca Ashford, quizás no merodees por los alrededores, pero por las habitaciones de las chicas...

- Sabes muy bien que no...

- Da igual – ella le había cortado – este es el lago, te lo presento, Mason el lago, lago, este es Mason

- Que chistosa – había dicho él mosqueado

- Christan trajo a Lissa aquí una vez, yo sabía que se congelaba, pero no tenía patines a mano como para venir – le había dicho ella con amargura – te sugiero que no te demores mucho, ya que mientras más se acerca la primavera más riesgos corres de que el hielo se resquebraje

Esa última advertencia de Sev lo había convencido de ejecutar su plan cuanto antes, y es que no quería correr el riesgo de que Izz cayese en esas aguas congeladas, o él, y hacía bastante frío como para estar en ese lugar con seguridad.

Ahora Mason estaba poniendo una venda en los ojos de Izz para llevarla hasta la sorpresa.

- Qué es lo que vas a hacer Mason? - dijo Izz un tanto nerviosa - me vas a encadenar a algún lugar?

- Creo que has visto demasiadas películas - le dijo Mason riendo

- En las películas siempre se los llevan de rehenes, o futuras víctimas de algún plan macabro, como sacar ojos, órganos y venderlos en el mercado negro...

- En este caso la sangre valdría más – aventuró Mason siguiendo la línea de pensamiento de Izz

- O también podría ser un secuestro? Vas a secuestrarme? – dijo ella pero en la voz no se le notaba ni un poco asustada, es más, Mason sintió cierto tipo de emoción

- Quieres que te secuestre? - dijo Mason con voz profunda

- Depende de lo que vayas a hacerme - le dijo Izz coqueta

Mason agradeció que Izz llevase los ojos vendados para que no viera como sus mejillas se encendieron a juego con su cabello. Se acercó y le dio un suave beso.

- Vas a tener que esperar para que sepas lo que te espera - le dijo poniéndose serio de pronto

- Créeme que no puedo esperar

Hicieron el camino hasta el lago en silencio, él la llevaba tomada de la mano y le avisaba si es que había algún obstáculo, ella lo seguía con confianza, no dudando de él en ningún instante. Cuando llegaron a la orilla del lago, Mason la ayudó a sentarse en una manta que había extendido en el lugar, luego de eso con sumo cuidado, y mientras la besaba con adoración, le quitó la venda de los ojos.

La expresión en el rostro de Izz cuando se fijó en el lago fue maravillosa a los ojos de Mason, se le notaba emocionada, y sus ojos se iluminaron aún más cuando vio las dos antorchas que les iluminaban el lugar en el que estaban descansando y la cesta con comida, la cual tenía una cantidad irrisoria de chocolates de cuantos sabores había encontrado y jugo de frutas, y lo mas importante, los dos pares de patines que descansaban al lado de la cesta.

- Vamos a patinar? – le preguntó dando pequeños golpecitos con sus manos

- Si tu lo quieres – le dijo él con una sonrisa

No hubo necesidad de nada más, tomando un chocolate y comiéndoselo de un bocado, le entregó un par de patines a Mason, ambos se los colocaron y caminaron con cuidado hasta estar un poco alejados de la orilla.

- Sabes patinar? – le preguntó él, aunque ya sabía la respuesta

- Claro que si – le dijo ella dando unos pasos segura de sí misma – me encanta patinar

Y así ella se lanzó a toda velocidad a recorrer el congelado lago, él la siguió con una sonrisa en el rostro, la luna estaba alta en el cielo y brillaba en todo su esplendor, entregándoles una visión clara y perlada de su entorno. Mason llegó al lado de Izz y le tomó la mano, y juntos patinaron riendo y jugando hasta que les faltó el aliento.

Volvieron a la manta riendo por el simple hecho de estar allí juntos y felices, hablaron de muchas cosas importantes y sin importancia, cualquier tema de conversación que se les viniera a la mente, mientras comían chocolates intentando adivinar de qué sabor eran.

Cuando la noche estuvo bastante avanzada, decidieron volver a los dormitorios, guardaron todas las cosas en la cesta, apagaron las antorchas y caminaron en el bosque de la mano hasta salir al claro que llevaba al edificio Moroi. Pasaron con cautela escondiéndose en cada sombra y recoveco existente para no ser descubiertos, ya que el toque de queda había pasado hace mucho y los tenían bajo especial vigilancia, ya que aún estaban siendo "castigados" por haberse escogido para el ejercicio de cuidados. Finalmente llegaron al dormitorio sin inconvenientes.

- Ha sido todo hermoso – le dijo Izz nada más entrar a la habitación y abrazándolo con fuerza

- Es lo menos que puedo hacer por ti – le dijo él besando su cuello

- Nunca alguien había sido así de detallista

- Eso es porque nadie te ama como yo

Ella lo besó intensamente de forma tan repentina que le costó unos segundo a Mason recuperarse de la sorpresa, pero cuando lo hizo le devolvió le beso con más pasión de la que ella demostraba, si era eso posible, comenzaron a avanzar a trompicones hasta la cama, en donde él se recostó sobre ella cuidadosamente, las prendas de ropa volaron a su alrededor hasta quedar desnudos... Y la noche siguió siendo de ellos, solo de ellos, en donde se demostraron una y mil veces el amor, pasión y deseo que sentían el uno por el otro. Para Mason fue un día completo, lleno de Izz, de su alegría, su fuerza, su esencia, su amor y su alma.

BloodCurseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora