BloodCurse

CAPÍTULO CINCUENTA Y SEIS

- Así que... qué pasó con Danila?

Adrian estaba sentado a mi lado en el almuerzo, con la sangre de Danila había logrado sobreponerme a que la de Strigoi dejase de hacer efecto, me miraba con cara de pocos amigos, de la cual yo pasaba olímpicamente por alto. Por eso y porque no quería que los demás supieran lo que pasaba, mis problemas con la sangre se limitaban a un grupo pequeño de personas.

- Pasó lo que tenía que pasar – dijo Christian respondiendo por mi

Revolee los ojos, porque sabía que su frase tenía doble sentido, y eso haría que el temperamento de Adrian pasase de molesto a exaltado.

- Qué quieres decir con eso Ozera? – dijo Adrian medio levantándose de la mesa

- No pasó nada Adrian – tomé su mano y me acerqué a su oído – sólo bebí su sangre, unos pocos besos pero no he tenido sexo con él, no te pongas celoso ni nada de eso, sabes que esto de le los tres

- Aun me cuesta acostumbrarme a compartirte de esa forma

Adrian me dio un beso bajo la oreja, y estoy segura que de forma totalmente consciente rozó sus colmillos por mi cuello, luego se levantó con cara de inocencia y siguió comiendo su almuerzo.

- Eres un maldito – le dije dándole un golpe con más fuerza de la necesaria en el brazo

- Y tu una despiadada – me dijo sobándose pero con una sonrisa en su rostro

- Es mi idea, o nos perdimos de algo? – dijo Lissa extrañada

- De nada que no sea parte de Adrian Ivashkov – dije suspirando con frustración

Estaba frustrada porque sus colmillos en mi cuello me habían hecho sentir más cosas de las que necesitaba sentada en una mesa en pleno comedor, maldito Moroi, él sabía que me haría eso, era una especie de "castigo" por las cosas con Danila, pero no se iba a quedar con esa sonrisa triunfal en su rostro por mucho tiempo, él podía ser malvado, pero yo iba a ser peor, aunque iba a tener que esperar para tomar mi dulce venganza.

(*)

El ejercicio para cuidar a nuestros compañeros Moroi llegaba a su fin, lo cual venía bien para tener tiempo para mí misma un rato, y para que mentir, para poder estar a solas con Adrian y Danila mas de dos minutos.

- Has de estar ansiosa por deshacerte de mí – dijo Christian mientras caminábamos al gimnasio

- Aunque no lo creas Ozera, me acostumbre a tu odiosa compañía – admití

- Lo sé, yo también... quizás y cuando te gradúes, quieras trabajar para mi, en la vida real – me dijo un poco nervioso

- Eso sería un honor Lord Ozera – sonreí

Bueno, nunca había pensado en mí asignación una vez que saliera de la Academia, pero considerando que Izz tenía a Misha y quizás también a Mason, estar con Christian era lo mejor, le patearíamos los traseros a todos los Strigoi que se nos acercaran, una sonrisa malvada se posó en mi rostro.

- En que maldad estás pensando? – me preguntó Christian conociéndome

- En que le patearíamos el trasero a un montón de Strigoi – sonreí aún más

- Eso es una buena fantasía para hacer realidad

Comentando que era lo que le podíamos hacer a unos cuantos Strigoi es que llegamos al gimnasio, nos sentamos junto con nuestros demás amigos, Christian se sentó al lado de Lissa y le dio un gran beso, al parecer ellos estaban esperando deshacerse de mí, bueno y de Rose.