Des de que apareciste.(Fanfic ElRubius)

capítulo 44

Hoy era el día en el que volvíamos a Madrid. Yo no quería marchar, esos cuatro días habían sido mágicos.
Echaría de menos el lago, la barca, los bosques, las casitas, las montañas... Pero sobretodo echaría de menos a la familia de Ruben, que sin apenas conocerme me habían tratado genial.
Metí las últimas cosas en la maleta. Suspiré y miré por la ventana, en el jardín estaban Ruben y su hermanita jugando. Sonreí levemente.
Oí un ruido, alguien picó a la puerta. La abrí y vi que era la madre de Ruben.
-Antes de que te vayas quiero pedirte un favor.-Dijo sentándose en el bordillo de la cama.
-Claro.-Me senté también, a su lado.
-Cuida de Ruben. A veces ya no es él mismo por culpa de su fama. Y te pediría que cuidaras de él para que no deje de ser él mismo. Que sea Ruben y no Rubius.- Le cayó una lágrima. Se la secó rápidamente. Yo no sabía qué hacer.-Cuando está aquí, es él mismo. Es mi pequeño Ruben. Mi hijo. -Paró.
-Por supuesto que lo haré, yo estoy saliendo con Ruben, no con Rubius.-Sonreí. Y sin pensarlo me abrazó.
-Perdón, es que eres la primera novia que no está con él por fama sabes? Todas las anteriores lo han querido por interés... - Miró al suelo.-Bueno, gracias.-Acabó y se levantó.
-No hay que darlas.-Sonreí.

Más tarde nos llevaron al aeropuerto.
-No quiero que os marchéis!!! -Gritó su hermanita.
-Te echaremos de menos pequeña!- Me agaché y la abracé.
-Te quiero.-Ruben le dio un beso en la mejilla. Y ella lo abrazó, no quería soltarlo, pero lo tuvo que hacer.
El viaje en avión fue silencioso. Me limité a apollar mi cabeza en su hombro y a cerrar los ojos. Ruben estaba triste y se notaba.
Abrimos la puerta de casa, que estaba medio rota, nos extrañamos y nos encontramos lo inesperado.
Estaban todas las cosas de casa tiradas por el suelo, los cajones rotos, la ropa sacudida, las sillas tiradas por el suelo, mi blog de dibujo todo roto, los ordenadores con la pantalla rota... Me quedé sin palabras. Ruben se puso las manos en la cabeza.
-Qué coño ha pasado aquí joder!? -Gritó.
Yo estaba temblando, no sabía ni qué decir ni qué hacer.
Ruben rápidamente miró en nuestra habitación que era donde habían más cosas de valor, pero no habían robado nada.
-No se han llevado nada.-Dijo después de dar un repaso a toda la casa. Yo aún seguía temblando. -Pero porqué?! -Volvió a gritar y cogió el teclado que ya estaba roto y lo estampó contra la pared.
-Perdón, estoy muy nervioso, además no quería ponerte triste hoy, lo siento.-Me abrazó.
-No pasa nada.-Le abracé ya que yo seguía muerta de miedo.
-No entiendo nada, entran a nuestra casa y la destrozan toda sin llevarse nada! Cómo es posible?!-Se puso las manos en la cabeza con desesperación.
-Esta claro que lo han hecho sólo para hacer daño.-Dije un poco más tranquila.
Estábamos los dos muy preocupados. Quién podría haber sido?
Mientras cenábamos comentábamos lo preciosos que habían sido esos días en Noruega.
Nos fuimos a dormir y abracé a Ruben lo más fuerte que pude ya que aún estaba temblando un poco.
-No me dejes ir.
-No lo haré, nunca.