-Mía, atiende a la mesa 5. -Dijo mi jefe.
Me dirigí hacia aquella mesa para tomar nota de lo que iban a tomar.
-Qué desea? -Dije sacando una libreta del bolsillo del delantal.
-Que me vinieras a visitar algún día. -Dijo esa voz que me sonaba familiar...
Levanté la mirada y allí estaba mi padre.
-Hola...-Dije sorprendida.
-Ya me han dado el alta. Pero tu dejaste de irme a visitar...-Dijo triste.
-Me alegro por ti. Y lo sé, estaba muy ocupada y no fui a verte. -Dije seca.
-Te olvidas de tu padre?-Dijo desafiante.
-Igual que tu te olvidaste de mi cuando era pequeña.-Dije con el tono más borde posible.
Él se quedó sin palabras y se marchó sin decir nada.
Yo cerré los ojos y me arrepentí por dentro, pero tenía que decirle. No se si hice bien, pero me quedé muy agusto.
-Va todo bien?-Me preguntó Sara.
-Sí, sí tranquila...-Dije disimulando mi frustración.
Sara era una buena chica, trabajaba también en el Pub. Nos llevábamos bastante bien aunque sólo hacía un mes que nos conocíamos.
-Esta noche voy a una fiesta con unos amigos. Te apuntas? -Dijo Sara muy feliz.
-No, lo siento, no estoy para fiestas. -Dije forzando una sonrisa.
-Vamos! Des de que llegué aquí no te he visto sonreír ni un solo día! Necesitas salir a pasarlo bien! Tía, estás en London...-Dijo abrazándome.
-pf... Está bien, pero sueltame. -Dije haciendo ver que me ahogaba con su abrazo.
-Bieen! A las diez te recojo!-Dijo Sara aplaudiendo.
No se si la había cagado diciendo que sí...A las diez nos dirigimos a una discoteca enorme y llena de gente. Sara había quedado con unos amigos y no tardarían en llegar. Mientras los esperábamos Sara me sacó a la pista de baile a bailar. La verdad es que no estuvo mal. Después llegaron dos chicos, muy amigos de Sara. Uno de ellos traía una botella de... No se lo que era, pero llevaba mucho alcohol, ni si quiera les pregunté qué llevaba. Les cogí la botella y le di un trago, bastante grande... Creo que me pasé de beber...
Los chicos y Sara me miraron sorprendidos. Estuvimos bailando todo el rato, todo iba bien, hasta que llegó ella.
Ahí estaba Clarisse. Al verla, mis ojos se llenaron de rabia. Ahí estaba ella, sonriente y feliz del brazo de un chico muy guapo, por lo visto, Ruben no era la única víctima, se debe dedicar a destrozar parejas y a undir la vida de la gente. No pude controlarme a mis impulsos, no se si fue porque iba un poco bebida o porque le tenía mucho odio, o las dos cosas juntas, pero me acerqué a ella y le di un bofetón. Me quedé muy agusto con lo que acababa de hacer. Me miró con confusión y me gritó:
-Bitch!-Con lo que yo le escupí en la cara y me fui corriendo.
No me caía ninguna lágrima. Clarisse no me daba ninguna pena. Si no fuera por lo que hizo, Ruben seguiría despierto!
Llegué a casa corriendo y me encerré en la habitación. Ésta vida es demasiado cruel conmigo. Miré mis muñecas, respiré hondo. Mía, no -Me dije a mi misma- cortarte no te va a servir de nada. -Volví a respirar hondo. Cerré los ojos y me dormí.
.................................................
Escuché ruidos a mi alrededor. Abrí los ojos y... Qué hacía tanta gente en mi habitación? Allí había Alexby, Mangel, Daniel y Eva (la novia de Alex) .
Al ver mi cara de sorpresa, todos corrieron a abrazarme.
-Rubiuh ha despertado!!!-Gritó Mangel. No lo podía creer!
-Estás de broma?-Dije levantándome de la cama de un salto.
-Nos lo acaban de decir des de el hospital y hemos venido corriendo!-Dijo Alex. Mi felicidad era máxima y no podía parar de sonreír.
-A qué esperamos pues?!-Dije.
Me vestí rápidamente y marchamos hacia el hospital.
Era verdad? No podía creerlo. Ruben! Ruben había vuelto!-Venís a ver a Ruben Doblas Gundersen? -Dijo la doctora.
-Sí- Afirmamos todos nerviosos.
-Bien, pues de uno en uno por favor.Primero entró Mangel, después Alexby, después Eva, más tarde Daniel y... Tocaba mi turno.
Entré en aquella habitación, la cual la conocía de memoria. Miré hacia la cama, y allí estaba Ruben. Estaba sentado en la cama. Tenía una sonrisa en la cara, una preciosa sonrisa. No me lo pensé dos veces y corrí a abrazarlo. No lo quería soltar nunca.
-Pensé que estarías...-Dijo Ruben, aún que no le dejé acabar la frase.
-Ruben, te he hechado mucho de menos! No sabes cuanto!-Dije dándole un beso en los labios.
-Gracias por venirme a ver cada día... Ya me ha contado Daniel todo...-Dijo.
-No tienes que dar las gracias. Tu hubieras hecho lo mismo no? -Dije desafiante, con un tono de burla.
-Claro... A no ser...- Dijo Ruben bromeando.
-Te sigo odiando como siempre, youtuber de pacotilla.-Dije de broma mientras me sentaba a un borde de la cama.
-Oh por dios, que hipster eres! Vete al starbucks. -Dijo bromeando.
-No me iré de aquí. Llevo un mes esperando esto, a que te despertaras bella durmiente! -Dije haciendo una cara divertida.
-Es broma, relaja las tetas, te quiero sabes? -Dijo intentando levantarse de la cama. Pero no pudo y se volvió a estirar.
-Vaya! Pareces un viejo con dolor de espalda...-Dije para reírme de él.
-Es que no me paran de pinchar sueros, yo creo que me están drogando, por eso no me puedo levantar. -Dijo él gracioso.
-Sí, será eso... -Dije burleta.En seguida la doctora pidió que marchara de la habitación. Así que me despedí de Ruben y le dije que al día siguiente lo iría a visitar.
Ya volvía a estar despierto! Volvía a ser él! Lo había hechado tanto de menos...
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Des de que apareciste.(Fanfic ElRubius)
De TodoMía es una chica insegura y siempre ha tenido problemas de autoestima. Un día decide reencontrarse con Daniel, un amigo de la infancia. Daniel le presenta a sus amigos y uno de ellos resulta ser el famoso youtuber Ruben Doblas Gundersen (el Rubius)...