Des de que apareciste.(Fanfic ElRubius)

capítulo 49

Narra Ruben:
Hoy decidí ir a hablar con Mandy, creo que era la mejor opción. Pasaba de denunciarla para no tener más problemas y porque dentro de todo, yo la quería, y cuando nos queríamos me hizo muy feliz, así que no la iba a liar. Estaba nervioso, no sabía como decirle todo lo que pensaba.
Llamé a la puerta, me abrió con miedo. Su cara era de confusión extrema.
-Qué coño haces tú aquí? -Cerró la puerta detrás mío mientras yo entraba y me sentaba en el sofá.
-Tú qué crees?-Me puse más serio.
-No lo sé, por eso pregunto.-Se sentó delante mío en una silla.
-Sí que lo sabes.-Insistí nervioso.
-Qué quieres de mí?-Abrió las piernas y las puso una a cada lado de la silla. Como iba con un vestido se le subió dejando sus muslos al descubierto y permitiendo que yo viera sus bragas.
-Qué coño intentas? -Dije aunque sin poder quitar la mirada.
-Ruben...-Puso sus manos en mis muslos.
-Fuiste tú? Tú destrozaste mi casa a propósito? -Le aparté las manos.
-Ruben yo...-No la dejé seguir.
-Porqué lo haces?-Insistí.
-Es que... Yo... Tu...-Parecía nerviosa y sin saber qué decir. -Si no me das una razón te voy a denunciar.- Esta vez se acabaron las excusas.
-Ruben yo aún te quiero y no soporto verte con Mía. -Volvió a poner las manos sobre mis piernas.
-Y qué se supone que tengo que hacer yo ahora?-Digo pasándome la mano por el pelo ligeramente despeinado.
-Quererme. -Sus manos avanzan hacia arriba.
Yo no sé que hacer, me quedo parado.
Sus manos van directas a mi cintura, sin previo aviso ni permiso desabrocha mi cinturón. Yo le cojo las mano antes de que haga algo peor.
-Mandy, ya basta. Lo nuestro acabó, superalo. -Le suelto la mano lo más suavemente que puedo. Sus ojos se llenan de lágrimas. -No quería....-Intento arreglar la situación.
-No, es culpa mía, espero que me perdones por lo de tu casa... -Se seca las lágrimas.
-Eso está hecho.-Le acaricio la mejilla. No se porqué lo hago, supongo que es porque me siento mal.
-Sólo espero que entiendas que te quiero y te deseo.- Me besa la mano. No se como llevar esta situación.
-Lo siento.-Aparto mi mano, me abrocho el cinturón y me levanto del sofá. -Haremos como si no hubieras hecho nada, yo no te denuncio ni tu me vuelves a molestar.- Su cara se vuelve a apagar.
-Adiós. -Me invita a salir de su casa muy amargamente.
-Cuidate.-Me despido y cierro la puerta a mis espaldas. Suspiro y me digo a mi mismo "Has hecho bien Ruben".
Salgo a paso rápido de aquel edificio. Sólo quiero olvidar todo esto.
Al llegar a casa está Mía ordenando sus cajas de mudanza ya que definitivamente se va a volver a vivir conmigo.
Veo que de la caja saca un par de juegos para la play que yo no tenía. Me mira al entrar y me dibuja una sonrisa, seguidamente me señala el juego que sostiene entre las manos, con cara de felicidad.
-Quieres jugar a una partida?! -Esto me gusta de Mía, sabe que cuando estoy jodido no me gusta que me torturen a preguntas en plan " Como ha ido?" "Que ha pasado?" "Cómo estas?" "Qué harás ahora?" ...
Así que en vez de ser la típica novia pesada, esquiva las preguntas con algo que sabe que me encanta, para animarme.
-Claro.-Me acerco y le doy un beso en la frente, ella cierra los ojos. Al abrirlos me mira a la cara.
-Te voy a ganar. -Dice entre risas.
-Ya lo veremos...-Me siento a su lado, con el mando de la play en la mano, delante de la televisión.
Tengo que reconocer que me ganó las dos partidas, ya que yo nunca antes había jugado a ese juego.
-Que malo eres... -Dice con tono de burla.
-Tú jugabas con ventaja...-Le replico.
-Y tu eres el que hace Gameplays? Tendría que ser yo. Youtuber de pacotilla! -Esas palabras me transportan al pasado, "Youtuber de pacotilla" sonrío para mis adentros.
Se estira en el sofá, me mira con ganas. Le doy un beso delicado. Seguidamente le doy otro en el cuello, seguido de un pequeño mordisco que hace que le tiemble todo el cuerpo. Adoro como su cuerpo reacciona ante mi, sé que tengo un gran control para hacerla disfrutar.
-Ruben... -Suspira con desespero.
Yo sólo rio maliciosamente.
Ahora tengo el control absoluto de la situación.
Bajo mis manos por sus piernas, recorren sus rodillas, hasta llegar a su cintura, desabrocho sus shorts con rapideza. Me dispongo a hacer un paso más, pero llaman al timbre.
-Joder!- Se queja Mía.
-Voy a mirar.-Me levanto y miro por la mirilla de la puerta. Eran Mangel y Lisa.
Antes de abrir me acerco a Mía que aún esta estirada en el sofá.
-Lo dejamos para otro día.-Le susurro al oído, cosa que la hace estremecerse.