Agente Lewis

14. CUARTO DE MANTENIMIENTO

- ¿Estás segura de esto? - le pregunté a Vanessa. Estábamos sentadas sobre su cama en la habitación que compartía con Gabrielle, quien naturalmente no estaba ya que seguía secuestrada.

El sábado hacia las doce el Agente Bonner nos dejó irnos a casa al fin. Estaba tan cansada que me dormí en el sofá y no desperté hasta el domingo. Total, me perdí el cumple de papá y al parecer vinieron unos amigos de James quienes también me vieron sobada. Cuando desperté el domingo, tuve que hacer los deberes y empezar a estudiar para los exámenes que iban a ser la semana siguiente.

- No creo que encontramos nada que no sepan ya pero no perdemos nada por intentar. - respondió Vanessa abriendo su portátil. No había nadie más en su cuarto ya que todos estaban en la biblioteca estudiando.

- Bueno, sin tener en cuenta que lo que queremos hacer es ilegal no, no perdemos nada. - Vanessa puso los ojos en blanco y accedió con su usuario de la MI5.

- También es ilegal que trabajen menores de dieciséis y lo hacen los del gobierno.

- Touché.

Vanessa y yo teníamos la intención de hackear las cámaras de seguridad de los Ellis para intentar averiguar algo más de lo que habían descubierto los de la MI5. Para el resto del mundo, Gabrielle solo estaba enferma y por eso no había venido al internado. Por eso teníamos que darnos prisa en encontrarla ya que esa excusa no iba a valer para siempre y también había el hecho de que estaba secuestrada. Los padres de Gabrielle, a diferencia del Sr. Rogers, no habían recibido ningún tipo de mensaje que les avisaba de lo que iba a pasar y tampoco ningún mensaje pidiendo un rescate. Eso nos hacía pensar que no la habían secuestrado por dinero, sino que seguramente por motivos políticos.

Vanessa ocultó su usuario para los de la MI5 para que no pudieran ver lo que estaba haciendo y abrió el programa que necesitábamos. Accedió la base de seguridad de la casa de los Ellis y empezamos a mirar lo que había en las cámaras.

Los secuestradores habían desactivado todas y cada una de las cámaras que daban a la ventada de la habitación de Gabrielle. Eso debió suponer un gran y difícil trabajo ya que había cinco cámaras que apuntaban a su habitación y tenían que desactivar la alarma de cada cámara, que no es tan fácil como parecía.

- No queda nada. - se quejó Vanessa cuando llevábamos casi una hora intentando conseguir algo de las cámaras de seguridad. Suspiró y se estiró en su cama. Habíamos intentado recuperar lo que las cámaras habían filmado ya que pensábamos que los secuestradores lo habían borrado el vídeo después del secuestro. Pero al parecer habían conseguido apagarlas, y por lo tanto, las cámaras no habían grabado nada y no podíamos recuperar nada. Estaba empezando a frustrarme. No podía ser que los secuestradores fueran tan sumamente buenos como para no dejar ningún tipo de pista.

- Está bien, volvemos al principio. - propuse. - ¿Qué es lo que sabemos de los secuestradores?

- Sólo sabemos que... bueno, en realidad no sabemos. Creemos que se fueron en una furgoneta azul oscuro.

- ¿Y cómo sabemos eso?

- Porque un vecino la vio y nadie en el vecindario tiene una furgoneta azul. Pero esto ya te lo conté todo. - me quedé en silencio pensando. Lo que sabíamos, o creíamos saber, no era nada para empezar una investigación. Si solo hubiera una cámara de vigilancia que hubiera grabado algo... Y se me ocurrió un lugar por el que comenzar.

- ¡Tengo una idea! - Vanessa levantó la cabeza sin mucho entusiasmo.

- ¿Cuál?

- ¿Hemos comprobado todas las cámaras de los Ellis verdad? - Vanessa asintió - ¿Y había alguna que daba a la carretera?