Elizabeth
La vida te puede sorprender con cosas inimaginables. Cosa que jamás pensarías que podrían suceder. Es parte del destino.
Esta historia cambio mi vida. Todo lo que me sucedió en ese lugar me ayudo a crecer como persona. Aunque sufrí demasiado. Más bien fue el dolor más grande que sentí en toda mi vida. Tan solo pensarlo aún me da ganas de llorar.
Todo comenzó cuando decidimos ir a acampar al bosque más cercano de nuestro pueblo. El bosque Toro Negro. Ya habíamos ido, pero esa vez decidimos adentrarnos más, eso a pesar de las cosas que decían del lugar.
Estaba con mi novio Bill y tres amigos, Ángela y Nick, quienes eran novios, y Jennifer quien no estaba muy contenta de tener que viajar en la vieja mini van del padre de Bill.
Mi novio, Bill Rodríguez, era alto, de pelo negro, como con dos pulgadas de largo y sin peinar, ojos claros, y estaba en muy buena forma. En ese entonces tenía dieciocho años.
Ángela Cruz, quien era mi mejor amiga, era alta, pelo negro, el cual le llegaba un poco más abajo de los hombros, tenía los ojos color café. Su cuerpo era hermoso. Al igual que yo tenía dieciséis años.
Nick Jovel, el mejor amigo de mi novio, era alto, pelo castaño, rizado y un poco más corto que el de mi novio. Tenía los ojos oscuros, y también estaba en muy buena forma, Ángela y yo los convencimos para que entraran juntos al gimnasio junto con nosotras. Nick, al igual que mi novio, tenía dieciocho años.
Jennifer Torres, una chica con mucho estilo, bien fina y de clase alta; era alta, pelo rubio, muy largo y ondulado, ojos claros, y también de dieciséis años. Ella era la chica más popular de la escuela gracias a sus fiestas, celebró hasta cuando su perra dio a luz por primera vez. Era muy extraña, pero a la gente no le importaba, siempre y cuando los dejara entrar a sus fiestas. Nosotros éramos los únicos que la queríamos de verdad, es decir, sus únicos verdaderos amigos. Era muy bonita, a pesar de que no iba al gimnasio con nosotros, tenía un cuerpo muy delgado y bonito. Nick y mi novio le decían Barbie, lo cual no le agradaba a ella. Ellos se la pasaban molestándola, algo que a Ángela y a mí no nos agradaba.
Yo soy una chica de estatura mediana, pelo negro, largo y ondulado, y ojos claros. Mi nombre es Elizabeth Santiago.
Todos vestíamos como cualquier otro grupo de campistas, camisas sin mangas y pantalones cortos.
No me gusta presumir, pero todos nos veíamos geniales ese día. Sobre todo Bill, a quien no podía quitarle los ojos de encima, sobre todo a sus musculosos brazos, y esa sonrisa que me dedicaba cada vez que me miraba.
–Chicos, ¿cuánto falta para llegar? Odio estar tanto tiempo en un auto sin aire acondicionado, el viento me daña el pelo– se quejó Jennifer con su voz de niña mientras se arreglaba el cabello, el cual estaba revolcado por el viento. La realidad es que todos estábamos en las mismas, pero el viento fresco del bosque no me molestaba, y creo que a los demás tampoco, a excepción de Jennifer, claro.
Jennifer, teniendo ya sus dieciséis, aún se comportaba como una niña en varios sentidos. Sus padres le daban todo, por lo tanto se creía la mejor. Es curioso porque mis padres también tenían mucho dinero, y yo no me comportaba como ella.
Éramos amigas desde muy pequeñas. Por eso había aprendido a soportarla, y sobre todo, a quererla. Ella, Ángela y yo estudiamos juntas desde "kindergarten" hasta la escuela superior. Por eso éramos y seguimos siendo inseparables.
–No creo que te guste si te digo que no hemos ni siquiera pasado una cuarta parte del camino– explicó Bill burlonamente. Lo mire con mala cara, por burlarse de Jennifer.
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Róel: La Rebelión
Mystery / ThrillerEsta familia vivía en un bosque apartada de la civilización. Se dedicaban a capturar a algunas de las personas que pasaban por la carretera que cruzaba el bosque para luego sacrificarlas ante un dios falso. Pero, todo cambia cuando los mas jóvenes...