Elizabeth
–La cruz quedó bonita– afirmó Ángela mientras yo alzaba la cruz que acababa de hacer.
Estaba hecha de dos ramas amarradas con una liana. Me asegure de que quedara bien sujeta. Se ve antigua, como si la hubiese hecho un indígena hace unos miles de años, lo cual no tendrá sentido ya que ellos no conocían a Cristo.
–Sí, es bueno tener algo que nos proteja espiritualmente– mencioné.
En la situación que estábamos viviendo en ese momento, me di cuenta que no traíamos ni un solo símbolo de Dios. Es cierto que siempre está con nosotros, pero quería tener algo físico a que apegarme. Así que, ¿qué mejor que una cruz?
Nos encontrábamos sentadas en piedras. Junto a mi estaban Ángela, Jennifer y Leo. No muy lejos, estaba Nick pescando en el río. Ángela lo miraba a cada rato, supuse que no podía dejar de hacer eso cuando él estaba cerca, sobre todo si estaba sin camisa.
Ya había pasado un buen rato desde que Bill, Henry, Víctor y Elena se fueron.
Esperaba que llegaran pronto, la idea de que le pasara algo a Bill, me ponía nerviosa.
Puse la cruz en una roca que estaba a mi lado y mire hacia el río.
Nick estaba pescando con una red que había traído en su mochila. Era pequeña, pero, muy funcional.
–¡Nick creo que ya deberías salir del río!– gritó Ángela mientras se ponía de pie.
–¡Espera un momento, tratare de pescar uno más!– le contestó Nick, quien no se movió y solo miraba el agua. Coloco la red lentamente y la saco con un pez dentro.
Los peces que estaba pescando eran lo que llamamos en Puerto Rico "Chopas". Anteriormente las había probado, no me supieron a algo exquisito, pero, era comida.
–¡Vaya eres bueno!– le grité en forma de burla.
–¡¿Quien dijo que no?!– me contestó.
Nick suele salir de pesca con su padre. Incluso habían tomado clases para esto. Ángela y yo jamas imaginamos que algún día seria útil.
En ese momento comenzó a caminar hacia nosotras, ósea la orilla. Hecho el ultimo pescado en una bolsa de plástico que estaba cerca de la orilla junto a los demás pescados.
–Vas a tener que cambiarte ese pantalón– dijo Ángela quien lo seguía con la mirada, al igual que Jennifer y yo.
Leo dibujaba cosas extrañas en la arena. No había dicho ni una sola palabra en todo el rato. Aunque si lo había cachado varias veces mirando a Jennifer. La muy tonta, al parecer, le estaba siguiendo el juego.
–¿Para qué? Se secará– contestó Nick. Ángela viro los ojos y movió su quijada con claro disgusto.
Cuando Nick llego puso la bolsa de peces cerca de nosotras. Luego cruzo los brazos y miró a Angela.
–Creo que serán suficientes– mencionó.
Miré la bolsa. Se podían contar mas de diez.
–Sí, creo que sí– le conteste.
Ángela tomo la camisa de Nick, y se la acerco, él tomo la camisa y se la puso.
Note que el sol ya no estaba exactamente en el punto más alto. De hecho supuse que ya debían ser más de la una de la tarde.
–Espero que los demás vuelvan pronto– comentó Nick mientras se ponía la camisa.
–No eres el único que lo espera– añadí dando a mostrar mi preocupación.
ESTÁS LEYENDO
Róel: La Rebelión
Mystery / ThrillerEsta familia vivía en un bosque apartada de la civilización. Se dedicaban a capturar a algunas de las personas que pasaban por la carretera que cruzaba el bosque para luego sacrificarlas ante un dios falso. Pero, todo cambia cuando los mas jóvenes...