Elena
–Elena, si quieres te busco ropa de Elizabeth para que no tengas que ponerte la misma. Recuerda que Elizabeth dijo que en confianza puedes tomar prestada ropa de ella.– mencionó Ángela desde la entrada de la caseta.
Me sentí muy agradecida por la forma en que las chicas me estaban tratando. Aunque, no era necesario ya que yo había echado ropa en mi mochila.
–O le dices a Víctor que te preste su camisa otra vez– agregó Nick bromeando. Víctor, Leo, Nick y Jennifer se rieron. Henry, Ángela y yo los miramos muy serios.
–Es broma– dijo Nick mientras entraba a la caseta de los chicos.
–Sí, es una buena idea... la de Ángela– dije.– Pero ya había mencionado que tengo ropa en mi mochila. Aun así gracias por ofrecer.
Aunque también me pareció una buena idea la de Nick, pero era obvio que no podía admitirlo así porque sí. El aroma de Víctor me encantaba, y era más que obvio que su ropa debía oler a él. Pero para que tener su ropa si podía tener a mi lado a él mismo en carne y hueso.
Observe como él y su amigo Leo buscaban ropa en sus mochilas. Había notado que Víctor no le hablaba mucho a su amigo. Me pregunte porque.
En ese momento Nick estaba dentro de la caseta de los chicos. Henry ya estaba cambiado. Nosotras las chicas estábamos buscando ropa. Elizabeth y Bill se quedaron en el charco, lo cual no fue bueno para los chicos ya que Bill era quien sabía donde estaba el encendedor para la fogata, aunque los chicos lograron encontrarlo después rebuscar en las mochilas.
–Ten, creo que esto te servirá– dijo Ángela mientras le daba la ropa a Jennifer.
–No me gusta utilizar ropa prestada, pero no pienso ponerme la misma ropa– comentó Jennifer. – Gracias por prestarme Ángela– pensé que fue un comentario innecesario. Pero por lo que había visto, así era Jennifer.
–De nada...– Ángela estaba a punto de entrar a la caseta.– Para eso están las amigas.
Después de cambiarnos, nos sentamos en las rocas que acomodamos alrededor de la fogata. Nick y Ángela se sentaron juntos en una roca, Ángela estaba entre las piernas de Nick, Henry estaba cerca de ellos en otra roca. Luego le seguía Jennifer quien se sentó en una roca pequeña, Leo estaba a dos pies al lado de Jennifer y más adelante, no muy lejos de Leo, Víctor y yo, quienes también estábamos cerca de Nick y Ángela. Nos sentamos en una roca baja pero alargada, podía sentarse una persona más.
Observábamos las llamas de la fogata en silencio. La noche no estaba fría, pero aun así, observar las llamas servían de entretenimiento.
–¿Tienes frío?– me preguntó Víctor en un susurro.
–No, estoy bien aquí, – me encontraba bien caliente ante la fogata– la verdad es que ya casi tengo calor.
Las estrellas ya brillaban en el cielo nocturno, hacía más de veinte minutos que habíamos visto el último rayo de sol. La luna estaba llena, por tanto, la noche era clara.
–¿Quieres que me aleje para que no te de tanto calor?– me preguntó Victor con una sonrisa, se estaba burlando.
–¡No!– contesté automáticamente.
Todos nos miraron, al parecer ese "no" llamó su atención, los ignoramos.
–Quise decir que... solo bromeo– expliqué en un susurro para que nadie más me escuchara, solo él.
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Róel: La Rebelión
Mystery / ThrillerEsta familia vivía en un bosque apartada de la civilización. Se dedicaban a capturar a algunas de las personas que pasaban por la carretera que cruzaba el bosque para luego sacrificarlas ante un dios falso. Pero, todo cambia cuando los mas jóvenes...