Capítulo 36.

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May.

- ¿Qué cojones mamá? ¿Estás borracha?- pregunto arrancándole la botella de whiskey de las manos.

- Ya no aguanto más.- murmura de mala manera.

- ¿Aguantar más qué?- la cautela predomina en mi voz.

- Todo. A tí, a Katherine, las facturas, el trabajo, a James, joder. Me quiero morir.- interna coger la botella de mis manos pero se nos cae.

- No digas eso...- susurro restándole importancia a los cristales.- Yo me iré, Katherine se casará, tienes que estar en su boda. Te jubilarás, desapareciendo las facturas. Y mamá, por favor, supera a papá. Él fue el idiota que te abandonó, no tú a él. Tú no tienes por qué sufrir.- intentó darle ánimos pero muy en el fondo sé que son inútiles.

- No, cariño, las cosas no son así. Algún día, cuando crezcas, te darás cuenta. Te quiero, ¿vale?- dice y seguidamente coge un trozo de cristal, de los más grandes, y se lo clava en el cuello.

Hay sangre, mucha sangre. Siempre me gustó la sangre, pero no en este caso.

- No... ¡Mamá, joder! No me dejes...- lloro cogiendo su cara entre mis manos.- Te necesito.

Sus ojos poco a poco se cierran. Su respiración desaparece y el charco de color rojo no para de hacerse más grande.

- ¡Joder!- grito a la nada.

Y entonces despierto.

Las sábanas están en el suelo, mi cuerpo repleto de sudor y tengo una opresión en el pecho que no es normal. Miro el reloj de la mesilla, las cuatro de la mañana. Me levanto con cuidado de no hacer ruido y voy directa a la habitación de mi madre. Abro la puerta con cuidado. Y ahí está, tumbada en la cama, durmiendo. Su respiración es regular y tiene una sonrisa en el rostro, parece que sueña con algo bonito. El nudo de mi garganta afloja poco a poco. Vuelvo a mi cuarto e intento dormir. Cosa que no hago en todo la noche.

Son las doce de la mañana. Mis ojos miran el reloj de la pared, blanca, machada, sin vida.

- ¡May!- una Scarlett cabreada asoma por delante de mis ojos.

- Ah, sí.- afirmo sin saber que mierdas ha dicho posteriormente.

- Te podrías ir un poquito a la mierda.- sonríe.

- ¿A qué mierda? ¿A la corrida de Dean después de que te lo folles o a la mierda literal?- contesto bordemente.

He tenido una noche horrible, y si seguimos así un día como no se calle. La cara de Scarlett es un cuadro y en seguida me arrepiento de lo que he dicho.

- Joder, lo siento. He tenido una pesadilla horrible y encima me duele la cabeza.- me intento disculpar.

- No pasa nada, pero... wow.- se vuelve a sentar en la silla.

- Ya, perdón. Estoy un poco a la defensiva.- río para suavizar las cosas.

- Da igual. ¿Qué pasaba en la pesadilla?- pregunta interesada apoyando los codos por encima de la mesa.

- Mi madre se moría.- digo y Scarlett frunce el ceño.

- ¿Qué? Dios mío.- murmura.

- La verdad es que no quiero hablar de eso.- saco un cigarro del bolsillo derecho de mi chaqueta.- ¿Dónde mierdas está Maddison?

- Con Harry, probablemente.- dice Scarlett mordiendo una manzana.

- Jodo, como se puso el nene el otro día.- silbo después de terminar la frase.

Tres al cuadrado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora