Capítulo 45

83 4 0
                                    

Scarlett

Hoy es veinticuatro de diciembre. Debería estar escuchando villancicos y haciendo tartas con mi abuela, pero sin embargo estoy echada en la cama, escuchando a The Scorpions e intentando pasar desapercibida por mis primos.

De vez en cuando mi abuela entra a ver como estoy. Me trae comida y mantas si tengo frío. Cuando bajo al piso de abajo, le ayudo con la cena o veo televisión con ella, pero no quiero hacer nada. Quiero tumbarme y no levantarme en muchos, muchos días.

La cabeza me duele. Quizá es por tanto tiempo escuchando las mismas canciones o por el hecho de no haber dormido cuatro horas seguidas en una semana. No lo sé. Ni siquiera sabía que día era hasta que mi abuelo ha arrastrado el viejo árbol de Navidad desde el granero hasta la entrada del porche.

Diez minutos después de eso volvía a tener el ordenador en mis piernas. Mis manos furiosas intentando encontrar alguna conexión.

Melissa McLoud. Treinta y cinco años. Licenciada en Derecho, una de las mejores abogadas de Inglaterra, la más joven cuando consiguió su titulo y la mejor pagada con mucha diferencia. Heredó la galería de arte de su abuelo no hace mucho, debido a la muerte del mismo. No entiendo donde se pudieron haber conocido ella y mi padre. Tengo duda de que siquiera se conozcan. No dijo su nombre por despecho ni dio ningún indicio de que lo que estaba contando fuera mentira, pero al volver a casa todo estaba como siempre. Él no estaba nervioso, se comportaba como cualquier otro día. Dean se quedo a cenar, pero casi no note su presencia. Casi. Quería descifrar que estaba pasando, pero casa vez que me quedaba mirando demasiado a mi padre, él me cogía de la mano y me daba un apretón. Aún siento la suavidad de sus dedos en la palma de mis manos.

No he vuelto a hablar con él desde entonces. Con él ni con ninguna persona, en realidad.

Mi barbilla tiembla cuando pienso en Maddison y Harry. No lo entiendo. No consigo hacerlo. Por mucho que sus palabras se reproduzcan una y otra vez en mi mente, no puedo ni entenderlo, ni perdonarlo. Se que está enfadada, y que quizá yo no tendría que haber insistido tanto, pero yo no me pasé de la raya. Ella lo hizo.

Me pregunto que estará haciendo. Ella, Derek, May, Jared...Dean.

Les mando un mensaje rápido a todos. Cuando termino de hacerlo, uno por uno, se sienten vacíos. Son...corrientes, iguales, como si hubiera escrito un solo texto y hubiera cambiado algunas palabras, pero no se que decir, y decir algo mas estropearía las cosas, así que los mando y vuelvo a dejar el móvil en el cajón, entre papeles sucios y pinceles rotos.

-Mi vida, ¿puedo entrar?- escucho la voz de mi tía Alice al otro lado. No respondo, así que entra y se echa a mi lado, acariciando mi pelo - ¿Cómo te encuentras?

-Bien. Estoy bien. ¿Y tu?

-Mejor que tu, al parecer. He traído maquillaje y tintes nuevo- dice, con su tono de representante de Avon- ¿nos arreglamos y vamos a la hoguera? Te vendrá bien salir de tu cueva de música triste y fanfiction.

-¿Fanfiction?- una pequeña risa se escapa- ¿Cómo sabes tú lo que es?

-Bueno, soy increíblemente intelectual- replica con suficiencia- y no tienes contraseña en el móvil.

"Tendré que ponerla entonces".

-No...no me apetece mucho. Divertios.

Una mueca de tristeza atraviesa su cara, pero enseguida recobra la compostura y deja salir una carcajada.

-Todavía es pronto- suelta levantándose- si cambias de idea, sabes donde encontrarme.

Sí, pero sabes que no lo haré, quiero responderle. No le doy más vueltas. No me importa la hoguera ni los estúpidos saltos o las leyendas o lo que sea. Me distraigo leyendo un rato, pero termino llorando. Estudio o pretendo hacerlo. Escucho Queen, Journey, Kansas...y me dan ganas de romper algo. Camino dando vueltas por la habitación, con la cara entre las manos, evitando la fuente de mis problemas: el bloc encima de mi escritorio. Blanco. Con lapices destrozados y pintura por todas partes. Ya no sé que hacer. Ya ni siquiera se a donde me dirijo. Ya no se quien soy.

Tres al cuadrado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora