Acompaña a estas tres amigas diferentes pero muy iguales en la historia de su último año de instituto.
¿Quiéres saber cómo la popular se obsesiona con un tío malo?
¿Quieres descubrir cómo una chica misteriosa se enamora de un jugador de fútbol?
¿O...
Me duele la cabeza. No distingo los colores ni las formas, demasiada luz para haberme despertado hace medio segundo. Cierro los ojos de golpe antes de quedarme ciega. ¿Qué pasó ayer? Me acuerdo de aquel chaval, Dylan, de llegar a la discoteca y de nada más. Todo lo siguiente es una gran laguna que me va a perseguir durante todo el día. Dylan y yo estábamos bailando y entonces... ¡La chica pelirroja!
Un pinchazo repentino cruza mi cabeza. Vale May, mejor no pienses. Me digo a mí misma. Abro lo ojos. ¿Dónde estoy? El lado al que miro tumbada da a una ventana, con balcón. Reconozco la habitación. Es el cuarto de Mike, ¿qué hago aquí? De repente noto un peso en mi espalda. Un mano en mi cadera y una polla en mi culo. Me giro lentamente, es Mike. Va en boxers y joder, yo voy solamente en ropa interior. ¿Qué pasó anoche? Lo miro, parece un ángel mientras duerme. Lleva la barba muy larga, se tiene que afeitar. Le hace verse sexy, pero el adjetivo que lo describiría en este momento a la perfección sería adorable.
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- Mike...- le llamo suavemente.
Mi voz es un susurro ronco. He decidido despertarle yo misma, ¿qué sentido tendría mirarle hasta que lo hiciese solo? No quiero salir de la habitación, me podrían ver. Quiero una aspirina e ir al baño y vomitar.
- Joder Mike.- digo un poco más fuerte.
Es increíble, no ronca y apenas se le oye respirar. Poco a poco va abriendo los ojos. Pestañea rápido por el sol y los cierra de golpe. Me río inconscientemente porque a mí me ha pasado lo mismo.
- ¿May?- pregunta sonriendo tapando con su brazo izquierdo media cara, ¿por qué sonríe?
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- Mira, no sé qué pasó anoche, ni lo mucho que te pedí, pero por favor, baja a por una aspirina.- le ruego.
Él solo me mira. No contesta, tampoco sé que está pensando y me pongo nerviosa. Por instinto me muerdo el labio. Posa uno de sus dedos sobre mi labio inferior y lo acaricia. Pasa el tiempo, cuatro segundos contados. Después, se levanta y sale de la habitación sin decir nada. ¿Qué coño está pasando?
Un horrible ardor sube por mi garganta. Tengo ganas de vomitar, muchas más que antes. Me acerco a la puerta y pongo mi oreja izquierda sobre la puerta. Agudizo el oído y oigo voces. Mike y Maddison. No puedo salir ahora, sería un jodido suicidio. Hay otra voz, mucho más grave y profunda que la de Mike. Es Harry. ¿Ya se ha follado a Maddison, o simplemente duermen juntos? Seguro que Maddy ha hecho un plan de diez pasos para acostarse con él.
