Capítulo 58.

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May.

- No necesitamos una etiqueta.- pongo los ojos en blanco cansada de repetir lo mismo una y otra vez.
- Solo quiero que el mundo se entere de que eres mía.
- No soy de nadie.- ruedo los ojos.

Me agarra de las caderas y me acerca hacia él. Su respiración choca contra mi piel haciendo que se erice. Poco a poco se aproxima a mi boca, como si se hiciese de rogar.

- Somos esas pequeñas personas que hacen que el corazón del otro quiera salirse del pecho, para poder juntarse y ser uno solo.
- Y ahora es cuando vomito.- pongo cara de asco y mi risa se hace presente en el cuarto.
- May.- me amenaza y me tumba en la cama.
- Mike.- pongo voz grave, intentando imitarle, pero no lo consigo.

Me voy en menos de veinticuatro horas. Mi avión sale por la noche de madrugada y solo faltan las despedidas. He pasado con Mike todo el tiempo que he podido, al igual que con las chicas y con los demás. Estoy nerviosa, lo admito, pero una parte de mi ser sabe que todo va a salir bien. Joseph ha estado un poco pesado estos últimos días. Parece como si tuviese miedo de que me fuera a rajar en el último momento, pero no es así.

- ¿Sabes qué no hemos hecho aún?- pregunto encendiendo la televisión de su habitación.- Ver porno juntos.

Cuando termino la frase Mike empieza a toser descontroladamente.

- Oh vamos, no seas exagerado. Las parejas lo hacen, aunque lo intenten ocultar.- al cerrar la boca me doy cuenta de mi error.
- Has dicho parejas, ¡May, nos has etiquetado!- grita descontroladamente.- Es un poco extraño ver porno juntos, teniendo en cuenta de que aún no hemos hecho el amor.- comenta más calmado.

Y tiene razón. He estado esperando, por él, porque no quiero que las cosas vayan muy deprisa. Porque me conozco y a él también, un poquito. Somos una mezcla rara, pero gratificante. Como cuando hay luna en el día, le hace compañía al sol, adornando todo el cielo y su alrededor.

- Mike, yo no hago el amor, yo tengo sexo, sexo del duro.

La cara del chico es un cuadro. No puedo describir su expresión porque ni él mismo la debe comprender. Nos quedamos unos segundo en silencio y, seguidamente, rompo a carcajadas. Él sonríe mientras se rasca la nuca, creo que ha entendido que era una broma, un poco mierda, pero una broma.

- Ya llegará el momento.- sonrío suavemente, refiriéndome al sexo.

Apoyo mi cabeza sobre el encabezado de la cama y miro la pantalla plana. Mike está eligiendo un vídeo, ¿en serio lo está haciendo, poniendo porno?

- No me miras así, ya he visto antes.- saluda con su mano izquierda.
- Bueno, esa mano no domina ni la mitad de lo que yo lo hago con la boca.- susurro cerca de su oído.

Traga saliva muy sonoramente. Elige un vídeo y se acomoda a mi lado.

- ¿Has visto porno con alguna otra persona?- pregunto con curiosidad.
- Sí, supongo que tú también.
- No sé qué imagen de mierda tienes de mí, pero has acertado.- río.- ¿Con quién?
- Con Scarlett.- se encoge de hombros.

Un escalofrío recorre mi espina dorsal. ¿Qué cojones?

- ¿Qué coño, Mike?- no sé si reír ante la puta situación o pegarme un tiro.
- May, ¿no te acuerdas? Scarlett y yo estuvimos juntos cuando teníamos catorce o quince años.- se rasca la nuca incómodo, como hace siempre, pero esta vez me pone nerviosa.

Me levanto de la cama y lo miro confundida. ¿Por qué coño no me acuerdo yo de eso? ¿Por qué no lo sabía?

- Pensaba que Scarlett te lo había mencionado, o Maddison.- me mira apenado.
- No, nadie había intentado sacar el tema antes. Claro, que más da que a la zorra de May le oculten cosas.- exagero.
- Ven aquí.- Mike se levanta y me abraza.

Tres al cuadrado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora