Capítulo 15.

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May.

Las cosas están tensas. Las cosas están horribles pero finjo que todo me da igual.

Maddison y Scarlett creen que no me pasa nada. Las llamo, quedamos y "sonrío". Dios mío, son tan inocentes en algunas ocasiones.

No he vuelto a ver a Mike, y me alegro. No sabría cómo mirarle a la cara. Tendría que darle las gracias. O tal vez pasar. Simplemente no lo sé.

Con Damon las cosas están raras. Él sigue siendo igual, creo que me quiere pero no me lo ha dicho nunca. Yo tampoco se lo he dicho, pero creo que tengo miedo. Tengo miedo de que no me corresponda y la cague. Así que dejo el tema de lado. Últimamente no tenemos relaciones sexuales. Me está estrenando, supongo que el susto le marcó.

- Damon, tenemos que hablar.- le digo cuando me viene a recoger para llevarme al instituto.

- ¿Qué pasa?- pregunta poniendo su mano izquierda sobre mi pierna mientras conduce.

- Mira, voy a ser directa porque sino no llegaremos a ningún lado. Lo del embarazo fue un susto Damon. No hace falta que no tengamos sexo en cuatro años. Si te preocupa tomaré la píldora o te pondrás tres condones en vez de uno. No sé, pero te echo de menos físicamente.

- Joder May. Te quiero y tienes razón, solo me preocupaba. Necesitaba las palabras estaba en shock...- se calla pero yo solo he escuchado las palabras 'te quiero'.

- Da-damon.- tartamudeo.- Yo también te quiero.- definitivamente estoy emocionada.

Justo llegamos al instituto y para el coche. Pongo su cara entre mis manos y lo acerco. Él me coge por las caderas y me subo en sus piernas.

- Mierda Damon.- gruño en su boca.- Tengo que entrar.- me separo.

- Vale...- beso en la frente.- Te...- beso en la nariz.- Quiero...- beso en la boca.

- Wow Damon, no conocía esta faceta de tí.- río.

- Se lo cuentas a alguien y corto contigo.- amenaza de broma poniendo su dedo índice en mis labios.

- Adiós caramelito. Te quiero.- me mofo.

- Te estás pasando...- suelta una carcajada.

Después de esa escena entro a mi primera clase. Educación física. Voy tarde. Me cambio rápido y me hago una coleta.

- Mirad quién se digna aparecer.- dice alguien a mis espaldas.

- No me jodas...- susurro.

Me giro. Es Trevor, mi profesor de educación física desde hacer ya dos años. La historia es simple, me odia y le odio.

La verdad es que este año he empezado de culo. Es la primera clase de dos semanas que me presento a esta clase.

- Tienes cuatro faltas.- cuenta.

- Si bueno, he estado ocupada.- doy por terminada la conversación y me reúno con los demás desafortunados.

Lo peor de todo es que Trevor está buenísimo. Tiene 26 años, es joven. Y el primer año me llegó incluso a poner. Ahora me dan arcadas.

- Yo que es el primer día en el que la señorita Miller se digna a compartir con nosotros, realizaremos el Test de Cooper.- se oyen abucheos de fondo, cosa que entiendo. - Más os vale que os calléis o triplicaré el tiempo.- menudo gilipollas.

El Test de Cooper consiste en correr 12 minutos con la mejor estabilidad de velocidad posible y con la mayor rapidez. Puta mierda. Prácticamente si no corres al final de la prueba vomitas sangre.

Tres al cuadrado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora