Capítulo 11.

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Era fácil decirlo.

—Queda cerca de mi casa pero como ustedes insistieron en no ir al otro extremo.—Dijo Jade.

—Una vez mas Jade tiene razón, aunque es Central y esta en el centro pero no tenemos auto.—Respondió Chad.

Estos tres no paraban de molestar a los vecinos. Augusto hasta escribió con sprey “Sluts” que significaba “Zorra/o” para un insulto. Luego jugaron un partido de soccer y volvieron a casa.

Para entonces ya eran las 04:45 de la tarde.

Augusto fue al ordenador de Chad para ver un rato las redes sociales.

—Jade, ¿te puedo hacer una pregunta?—Preguntó Augusto.

—¿Si?—Dijo Jade.

Me he estado fijando y la Sra. Ross tiene en su estado algo sobre un segundo hijo.

—¿Que? Jade es hijo único.—Dijo Chad.

Jade no respondió. Al parecer ocultaba algo.

—Lo siento voy al baño.—Dijo Jade.

A medio camino Jade recibió una llamada de un chico popular de otra escuela. Y le causaba vergüenza decir que estaba con sus amigos.

*—Hola hermano. ¿Genial y tu? estoy aquí con los perdedores en esta casa de cuarta. Si obvio que me da algo de asco pero bueno. Hasta luego.*

Chad y Augusto escucharon todo lo que este decía.

Jade volvió a la habitación.

—¿En que estábamos?—Pregunto Jade.

—Oye Jade ¿si tan perdedores somos por que estas aquí? no queremos que estés en una casa tan espantosa como esta. Soy un idiota. Creí que podía llamarte “Hermano”. Jamas vas a cambiar, eres un miserable ambicioso. Vete no entiendo por que quieres estar con perdedores como nosotros.—Dijo Augusto.

Chad estaba algo decepcionado de si mismo.

—Tanta amistad fue en vano. No sé por que me moleste en ser tu amigo, en ser “alguien”'. Katherine tiene toda la razón. Eres un patán. No te juzgue por tu actitud actualmente y así es como soy, un 'Perdedor' viviendo en una casa de cuarta.—Exclamó Chad.

Jade intento decir algo pero estos lo sacaron a la fuerza de la casa de Chad.

Nadie supo como Jade volvió a su casa ya que no podrían ir por el. Jade se encontraba en su habitación. Algo negativo y podríamos decir algo apenado.

—Sin Familia, sin amigos y sin nadie en la casa.—Dijo este.

Nadie mas volvió a saber de Jade desde entonces, ya que el no estaba asistiendo a clases .

[...]

Para entonces ya habían pasado dos semanas. Sus padres ya habían vuelto de Denver. Justo a tiempo antes de navidad.

Edward se estaba preocupando ya que recibió una llamada de la escuela comentando sobre su hijo Jade faltando a clases. Este lo busco en su habitación y no estaba.

Caitlin se estaba preocupando y no paraba de exclamar su nombre una y otra vez. Jade no se encontraba en su casa. El estaba en un lugar mejor. No, no es el cielo. Edward creía saber el lugar donde podría estar.

Jade se encontraba sentado en un banco al frente de una laguna en Central Park. Al rato llegaron sus padres sentándose a su lado.

—¿Te gusta venir aquí?—Pregunto Edward.

—Es el único lugar aislado a la sociedad. Sin problemas ni preocupaciones.—Respondió Jade.

—Cielo te extrañábamos, por que no estabas asistiendo a la escuela. También supe lo de tus amigos. No fue cortés llamarlos perdedores.—Dijo Caitlin.

—Para que debo ir a la escuela. Para que vean mi cara de negatividad, siendo ignorado por mis amigos. Sin padres que me aconsejen y que estén ahí para mi. ¿Por que me ocultan tantas cosas?, ¿por que no me pueden decir que le paso a mi hermano?, ¿Por que no puedo saber donde está todo el personal de la casa?.—Dijo Jade.

—Cariño no sé como responder esto.—Dijo Caitlin después de gemir.

—Te amamos Jade siempre vamos a estar ahí para ti, y creo que es momento de que sepas la verdad. Pero no aquí, volvamos a casa.—Respondió Edward.

Caitlin y Edward dieron un enorme abrazo a Jade. Y volvieron a casa.

Atrévete a Cambiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora