Atrévete a Cambiar.

Capítulo 7.

La película no era lo que pensaba, creía que iba a ser igual a todas las demás pero de verdad que era increíble. Me despedí de mis amigos y desde mi reloj analógico pude notar la hora, eran las siete de la noche y aun seguía aquí. Llamé a Louis quien me esperaba en el estacionamiento y me dirigí al auto con dificultad ya que las bolsas pesaban.

Llegamos a casa y me adentré a ella.
Mis padres no estaban y ya me estaba empezando a preocupar, me dirigí a la cocina y me fije que estaba una nota apegada al refrigerador.

“Cielo, lamento que no te dijéramos a donde fuimos y que te sorprendieras al no vernos en la casa. Pero fuimos a Denver a unos asuntos de trabajo, creímos que no necesitarías a nadie quien te cuidase por que ya tienes la edad suficiente para cuidarte solo aunque te falte unos dos años mas para que seas un adulto. En fin, hay comida para varios días y la tarjeta de crédito tiene el dinero necesario para ti, cuídate mucho y no hagas cosas indebidas, vendremos en unas semanas. Te queremos.

De: Tus padres. Para: Nuestro hijo Jade.”

Mis padres me habían dejado solo en casa y me tomaron como un adulto. Subí a mi habitación, dejé todo en ella y fui al baño a darme una ducha. Cambie de atuendo y me eche a la cama.

•  •  •

Días después.
Lunes.

06:00 (Alarma).

Desperté aturdido por el sonido de la ensordecedora alarma.

Luego de vestirme y cepillar mi dientes bajé e intente prepararme el desayuno.

Ni de chiste comería esa comida chatarra en el desayuno. Y tampoco comería la comida “sana” de la cafetería.

Me fui molesto de la casa y entré a la limusina.

Llegue a la escuela e intenté sonreír pero no resultaba.

Mis amigos me esperaban a un costado de la puerta al salón de clases.

—Hermano ¿cómo estás?—Dijo Cameron después de darle un golpe en la espada a Jade.

—Si vuelves a tocarme no veras la luz del sol nunca mas.—Respondió Jade

—La felicidad sobresale de ti amigo.—Dijo Augusto.

—Jade, espero y no te pongas mas furioso de lo que estas pero Taylor es el nuevo estudiante de intercambio en la escuela y estará en nuestras clases. 

—¡Gracias día por bendecirme!.—Exclamo Jade sarcásticamente.

Nos dirigimos al salón de clases.

Entramos, tomé asiento y me fijé que estaban pocos, en resumen no estaba Katherine ni sus amigas.

Casualmente entró con sus amigas y tomó asiento a unos metros de donde estaba yo.

La profesora Margaret entró al salón de clases, abrió el libro de ciencias mientras resumía el nuevo tema que empezaría a explicar.

Establecí una plática corta con Chad mientras la profesora terminara y en eso la puerta se había abierto a la persona que posiblemente empeoraría mi día, Taylor.

Me daba jaqueca hasta cuando nombraba su nombre.

Mi sistema egocéntrico y egoísta estaban activos o así les llamaba yo, actué con naturalidad ya que en ningún momento quería que me viera caer como en los años pasados.

Él por su parte tomó asiento justo al lado de Katherine ya que eran mejores amigos y me daba celos y enojo verlo ahí.

Augusto pudo notar ese enojo y posó su mano en mi espalda diciendo que no le diera importancia a eso, y que olvidara lo de hace años.

Le agradecí y presté atención a lo que la profesora decía.

•  •  •

Después de las dos horas mas aburridas de mi vida, salimos del salón de clases junto con mis amigos.

Me dirigí a la cafetería ya que ellos iban a comer, aunque yo no. Podía morir de hambre pero no comería esa comida.

Nos sentamos y empezamos a discutir cosas no importantes de chicos.

Interrumpiéndome dijo Brad.

—¡Jade hermano! ¿cómo estás?—Dijo Brad.

—Estaba mucho mejor antes de que llegaras. Por favor no seas hipócrita ¿o no es que tu novia te mando a espiarme o a joderme la vida?—Respondió Jade.

Interrumpiendo nuevamente dijo Taylor.

—Brad hermano ¿cómo estás?, ¿qué haces?—Intervino Taylor.

—Genial hermano, aquí platicando con mi viejo amigo Jade.—Respondió Brad.

Me levante lentamente mirándolo con cara de hipocresía.

—Si claro. No soy ni seré tu viejo, nuevo, antiguo y actual, amigo. Por que no mejor vas y discutes estupideces con tu querida novia que lo único que sabe es llamarme idiota y jugar con sus implantes. Por si no recuerdan ustedes fueron los que me hicieron calzón-chino, escribieron cosas feas sobre mi en un póster de la escuela, le dijeron al equipo de soccer que no me aceptara e hicieron que mi niñez y adolescencia fueran un infierno.

—Así que no vengan con sus cara de «Hola somos Brad y Taylor y nos la sabemos todas» a saludarme. Jodanle la vida a otro ser humano que por si no sabían hay muchos en la tierra. Lo siento, ¿creían que era un idiota como antes? mejor dicho les doy las gracias a ustedes por que por esos feos momentos ahora soy así de genial y no un cretino como ustedes. Adiós estoy muy feliz como para amargarme el día.—Exclamó Jade.

Todos los presentes estaban sorprendidos por como actué. Salí de ese lugar ya que no quería mas problemas.

Katherine estaba presente y me alcanzó en los pasillos.

—Jade te portaste muy grosero con Taylor y Brad, ellos no son así, y si les ibas a decir algo se lo tenias que decir en privado, no en frente de todas esa personas, creo que le daré la razón sobre que eres un patán.—Reclamó Katherine.

—Genial Mamá gracias por los regaños. No voy a hablar jamas con ellos ¿no entiendes?, Taylor es tu mejor amigo y posiblemente nada de lo que diga tiene sentido por que soy un «patán». No sé por que pierdo tanto tiempo en discutir contigo, ya tengo miles razones para agradecer el día que te olvidé.—Exclamó Jade.

Ella se quedo con un nudo en la garganta y sus ojos brillosos.