Capítulo 19.

200 28 21
                                    

Regresamos a casa antes de que llegaran mis tíos. Los abuelos y mis padres preguntaron sobre nuestro recorrido en el lago que fue algo divertido.

—Nos la hemos pasado muy bien, deberían ir ustedes y disfrutar de el agradable ambiente. Aunque nada se compara a los ruidos de los autos y barcos de la ciudad.—Respondió Jade.

—Cariño, tu abuelo y yo vamos varias veces al mes. Para la próxima vamos todos juntos para pescar.—Dijo Rubí.

—Ni loco voy a pescar, que ¿acaso me ven la cara de pobre?—Respondió Jade.

—¡Ya vasta con tu egocentrismo Jade!—Exclamó Caitlin y Edward al unísono.

Me causó gracia ver como papá y mamá respondieron al mismo tiempo, intenté disimular pero no me salió tan bien. Aun seguía con la intriga de por qué mis abuelos nunca nos visitaron cuando estábamos en Nueva York. No dude ni un segundo en preguntarlo.

—Hace demasiados años tu padre y yo tuvimos una discusión muy fuerte. Tanto que hizo que ninguno de los dos se visitasen entre si. Tu abuela estaba tan dolida por no ver crecer a su tercer nieto. Yo le negué la entrada a esta casa cuando el decidió irse a Nueva York a un nuevo estilo de vida y lograr su meta como empresario, mas aún cuando pasó el incidente en su antiguo hogar incendiado. Esto nos distanció por mucho tiempo hasta ahora, para cuando fue acción de gracias tu padre vino a visitarme y a pedirme disculpas sobre lo ocurrido hace años. También tu madre me platicó sobre el tema de lo que les estaba pasando y no dude ni un segundo en brindarles nuestro humilde hogar.—Respondió Arnold con una mirada dolida.

Ya todo tenía sentido para mi. De verdad que mis padres al igual que yo pasaron por momentos duros. También entendí que Liam me superaba de edad por algunos meses y que se habían reconciliado cuando yo tan solo tenía dos, tres años pero luego volvieron a discutir.

El abuelo se encontraba con su mirada al suelo, yo le correspondí con un abrazo al igual que a la abuela. Después de eso todo fue chistes y risas y cosas pasadas anteriormente, claro que nunca se podía olvidar el tema sobre lo de mi hermano.

Llevé mi teléfono a la habitación para que se cargase completamente. Justamente cuando lo iba a utilizar mis tíos llegaron.

Fui caminando hacia la sala para encontrarme a tres personas nunca antes vistas. Intente disimular la cara de extraño pero nuevamente no me salió muy bien. Luego de culminar todos los abrazos yo aun seguía sin recordarlos y se acercaron a mí confundidos.

¡Valla! pensé que yo era el único que no sabia disimular.

Sentí fuertes abrazos de dos personas quien entendí como mis tíos, luego un tercero quien me pude fijar en una pequeña adolescente que me costo identificarla pero recordé que era mi prima, la hermana de Liam y Patrick, Caroline.

—Hola hijo, soy tu tía Karen.—Dijo esta.

Luego de apretujar mis mejillas dijo cosas sobre, "¡que grande estas!" y todo que dicen al no verte en mucho tiempo.

—Hola sobrino, soy tu tío Ethan.—Dijo este.

—Hola Jade, soy tu prima Caroline.—Dijo esta.

Caroline volvió a abrazarme y vaya que le gustan los abrazos.

Luego de conocer mas a mi tíos, volví a mi habitación para por fin usar el teléfono. La internet seguía igual, pero mientras veía cosas estúpidas en mi teléfono una majestuosa y milagrosa notificación llegó "Hay un red WiFi disponible, Marshall Family".

Mis ojos se mostraron tal oferta en un tienda. No tardé ni un segundo en conectarme a dicha red pero me costaba ya que estaba algo distante. Mi teléfono colapso por las notificaciones llegadas, yo parecía un radar en mi habitación buscando de donde provenía esta.

Mientras yo hacia estos extraños movimientos una tercera voz se oyó del exterior. Me fijé por la ventana y veía como un chico venía hacia a mi abriendo la ventana de mi habitación mientras yo estaba parado sobre la cama buscando dicha conexión.

—Hola, mi nombre es Will y ¿Qué haces parado ahí?.—Dijo este luego de abrir la ventana.

—¿Hola? ¿te enseñaron a no invadir la privacidad? y emm... estoy tomándome una ¿selfie? es que ¿hay buena iluminación aquí?—Respondío Jade mintiendo.

—No seas odioso y dramático, y no te preocupes sé que estas usando el WiFi de mi casa, ¿Como te llamas?—Pregunto William.

—Mi nombre es Jade, y ven pasa que ya está entrando el frío. ¿Se supone que Will es un nombre?-Respondió Jade.

—Ahh ya, Tu eres el nieto del señor Arnold y la Señora Rubí. Ya te acostumbras a este encantador frío y con respecto mi nombre, es William pero me gusta mas abreviado.—Dijo William.

—Pagaría una moneda por cada ves que oigo eso. Y ¿Qué edad tienes Will?—Respondió Jade.

—Ya casi quince y supongo que tu ya casi diecisiete. ¿Por cuanto tiempo te quedaras Jade?—Nuevamente pregunto William.

—Si, eso. Un momento ¿Como sabes todo eso? ¿Como sabes que me quedare y que tengo dieciséis y estoy por cumplir diecisiete?—Respondió Jade.

—Tranquilo no te alteres, tus abuelos, tus tíos y tus padres son muy amigos de mis padres ya que vivimos justo al lado y tus abuelos al igual que tus padres le hablaron de ti a los míos.—Aclaró William.

—Ya entiendo, disculpa es que he conocido a demasiadas personas hoy y estoy demasiado alterado y confundido.—Respondió Jade.

—Tranquilo no te preocupes.—Dijo William.

Narra Caroline.

Busqué a Jade por todos lados para platicar un poco con el ya que no lo conocía muy bien. Hasta que al fin encontré su habitación pero al parecer esta hablando con alguien. Me acerque para ver lo que pasaba.

Al entrar quedé en coma al ver a William hablando con Jade. Es obvio que me gustaba y el es solo un año mayor que yo ya que cuando el cumple sus quince, yo cumpliré catorce.

Estaba total mente paralizada al ver como William me saludaba. Jade alzaba y bajaba sus cejas o eso creo ya que no disimula muy bien, pero dije algo para no parecer cual estatua paralizada.

—Hola William.—Dijo Caroline algo timida.

—Hola pequeña Caroline.—Respondió William con una sonrisa.

Narra Jade.

Veía como estos dos se miraban tiernamente, chasquee los dedos haciendo que estos dos se quitaran la mirada y se pusiesen incómodos.

—Emm... Jade, me tengo que ir un gusto conocerte. Chao Caroline.—Dijo William.

Miré a Caroline pícaramente haciendo que se quedara sonrojada. Esta me dio un gran golpe en mi hombro para luego abrazarme.

Mis padres me dijeron que iríamos a cenar con los Miller quienes eran nuestros vecinos. Me dijeron que la casa no quedaba exactamente al lado y eso se me hizo familiar.

[...]

Ya estábamos afuera mientras papá tocaba el timbre y mamá sostenía una lasaña casera quien la había preparado la tía Karen. Para entonces ya mis primos y tíos se habían marchado a Denver donde ellos vivían y por lo que entendí vienen todos los fines de semana e incluso algunos días de semana.

La puerta se abrió dejando ver a una linda chica rubia quien se me hacía familiar.

Atrévete a Cambiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora