Capítulo 41.

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Estaba demasiado molesto. Yo quería platicar con ella ya que en las últimas horas estaba muy distante por lo de Taylor.

Tomé la iniciativa de llamarla pero no resultaba, al parecer estaba apagado, lo que significó que posiblemente estuviese en un avión rumbo a Nueva York.

Molesto y confuso bajé las escaleras para dirigirme a mi habitación y cambiar mi atuendo. Revisé mi teléfono y no tenía ninguna notificación importante, por lo cual me fijé en la hora y eran las 10:33.

Salí de casa ya que no quería quedarme solo y aburrido, tenía pensado platicar y agradecerle a William por ayudarme ayer pero el se encontraba en la escuela. No lo pensé dos veces y me dirigí a la casa de mi novia, la cual nunca hubiese imaginado llamarla así, novia.

Toqué el timbre y luego de unos segundos la señora Lauren abrió la puerta para recibirme con un abrazo y luego dejarme pasar. Ella pensaba que venía a platicar con Ben y me dijo que se encontraba en la Universidad pero negué diciendo que a quien buscaba era a Hazel.

—¡Hazel, baja tienes visita!—Exclamó ésta desde la sala de estar.

Lauren se retiró y se dirigió al comedor al ver que Hazel bajaba las escaleras.

Ella al verme corrió a abrazarme y yo le correspondí igual.

—Extrañaba verte Jade y sin la silla o muletas.

—Pero si nos vimos ayer.

—No Arruines el momento.

—Está bien, ¿cómo estás hoy?

—Pues hoy me siento bien, ¿ y tú?

—Estoy algo molesto, Katherine se marchó a Nueva York sin decirme y ella necesita compañía ya que terminó con su novio. También estoy molesto por ser tan crédulo y creer que él había cambiado.

—Te entiendo y aún más si es una amiga cercana, pero ¿no me dijiste que vino desde la ciudad solo para verte? Dejando sus problemas familiar o con su novio y si se fue debió ser para solucionarlo. Y no digas eso, tu no ibas a saber que el solo era buena persona para obtener algún beneficio o engañar.

—Si lo miro de ese modo de verdad que se sacrificó por venir a verme. Gracias Hazel, necesitaba desahogarme un poco.—Dijo Jade abrazando a Hazel.

—No tienes por que agradecer. ¿Solo un «Te quiero»?

—No me dejaste terminar, también Te amo.—Dijo Jade posando un beso sobre sus labios.

—Cambiemos de tema.—Dijo Jade.

—Está bien, ¿sobre qué?

—No tengo idea pero si sigo pensando en lo de Katherine me pondré peor.

—¿Y si salimos?

Justo Hazel iba a responder pero la señora Lauren se acercó a las escaleras y al vernos tan juntos se acerco a nosotros.

—Chicos, perdonen que los interrumpa pero ¿entre ustedes pasa algo?—Preguntó ésta curiosa y con su mirada picara.

Ambos nos miramos y reímos por lo incómodo.

—Mamá, Jade es mi novio.—Respondió Hazel.

Ella no dijo nada, solo estaba sorprendida y cuando Hazel iba a decir algo Lauren la interrumpió.

—Al principio ustedes no se llevaban muy bien pero cuando los vi muy amistosos en tu fiesta sabía que pasaría algo, luego llegó Erick y me dejé llevar confiando de que era un buen chico, pero terminó siendo muy controlador. Ahora los veo aquí juntos y se demuestran que se quieren mucho, y se respetan ambos. Yo conozco a los padres de Jade y sé que son personas muy buenas y sinceras. Me alegra que hayas encontrado a la persona correcta Hazel, y lo mismo digo para ti Jade, me alegra que hayas encontrado a una persona con hermosos sentimientos y valores fundamentales, no lo digo porque sea mi hija, pero me lo ha demostrado siempre.—Dijo Lauren mirándolos muy feliz para luego retirarse.

• • •

Hazel y yo nos dirigimos a una heladería muy famosa en Aspen que no estaba muy lejos.

Una vez en ese lugar tomamos asiento mientras Hazel se decidía pero la dejé hablando sola y solo me acerqué a la caja registradora para ordenar ambos Helados. Ayer me había contado sobre su sabor favorito así que como el buen novio que soy pedí el que a ella le gustaba.

Me acerqué a donde estaba, tomé asiento y la interrumpí.

—Normalmente la gente suele elegir el sabor de chocolate o de fresa pero ¿de zanahoria?.—Dijo Jade antes de saborear el helado.

—Gracias por recordarlo Jade, la verdad es que sabe de maravilla.—Dijo Hazel.

—No debe ser muy bueno siendo sincero.

—Deberías probarlo primero antes de opinar.—Dijo Hazel.

—No gracias, paso.—Dijo Jade concentrado en su teléfono.

—¡Pruebalo!–Exclamó Hazel.

Esto hizo que todos los presentes nos miraran.

—Creo que me pasé.—Dijo Hazel riendo apenada.

—No te preocupes, lo molesta te acentúa bien.—Dijo Jade riendo al principio para luego probar su helado y colocarse al lado de Hazel ya que se encontraba de frente.

—¡Es delicioso!, ya entiendo porqué te gusta tanto.—Dijo Jade sorprendido y con la boca llena.

—Te dije, puede que no sea una fruta y que al oírlo suene poco apetitoso pero es delicioso. Una pregunta, ¿Cual es la canción que más te gusta?—Respondió Hazel.

—No tengo una en específico pero tengo mas de diez que son mis favoritas, y las escucho dependiendo mi estado de animo, pero si me pongo a pensar, creo que mi canción favorita de seguro sería All i Ask de Adele. ¿Y la tuya?

—Bueno, en eso acertamos por que escucho canciones dependiendo de como me sienta y mi canción favorita sería Moment de One Direction.—Dijo Hazel

—Me sorprende lo depresivo que somos.—Dijo Jade.

Salimos de la heladería y nos dirigimos al lago que quedaba cerca de nuestras casas pero nada cerca de donde estábamos. Una vez en ese lugar, subimos a la canoa y empecé a remar hasta quedar en la otra parte del lago donde no habían personas, solo arboles y un inmenso bosque.

La canoa se detuvo y significó que habíamos llegado a la orilla, Bajamos de la canoa y apreciamos el hermoso paisaje, nos alejamos un poco de la orilla y caminamos hasta hallar un hermoso y gran abeto.

Nos recostamos bajo de el donde había pasto y sombra.

Tomé teléfono de Hazel para ver sus fotos y ella sacó sus audífonos y delicadamente colocó uno en mi oído y uno en el suyo, manipuló su teléfono desde mis manos para poner All I Ask.

Eso me pareció lo mas tierno del mundo y podía sentir como mi piel se erizaba.

—Te pasas de verdad.—Dijo Jade sorprendido.

Y en eso coloqué su canción favorita, mientras nos mirábamos y platicabamos sobre nuestras vidas.

—¿Nos tomamos una foto?—Dijo Hazel.

—¡Claro!

Ella tomó la foto y la subió a su cuenta de Instagram. Nuevamente tomé su teléfono mientras ella tomaba el mio y mutuamente revisar nuestras fotografías y escuchar música bajo la sombra del hermoso abeto.

—Jade, ¿Te puedo preguntar algo?

—Ya lo hiciste.

—Estupido, hablo en serio.—Dijo Hazel riendo.

—Bueno, adelante.

—Ayer me hablaste sobre tu antigua actitud egocéntrica y egoísta que te costaba superar y que también te costaba cambiar puesto a que no te atreverías, bueno, me quedé con una duda.

—¿Cual es esa duda?

—¿Lo hiciste a la final? ¿Te atreviste a cambiar?

Atrévete a Cambiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora