Atrévete a Cambiar.

Capítulo 20.

La dichosa chica con la que me había topado el otro día en el restaurante. No podía describir lo hermosa que era esta.

Nos brindo una sonrisa, pero solo a mis padres ya que esta solo se limito a sonreír y a mirarme.

Ya estado en el interior de la casa que se apreciaba muy agradable y linda, un poco igual a la de los abuelo. Los Señores Miller nos dijeron que tomaramos asiento en la mesa donde al parecer era la de invitados.

Yo me senté en esta con mis padres para esperar a los demás que no tardaban en venir.

Todos ya estábamos en ésta pero solo faltaba uno de sus hijos. La rubia subió a buscarlo mientras subía las escaleras.

Mis padres comenzaron a platicar, y era algo que me hacia sentir invisible ante ellos ya que cuando comienzan es inevitable pararlos.

Estos bajaron y cuando vi la cara de ese chico se me hizo familiar.

—¿Jade? Soy Ben, nos vimos hace rato.—Dijo este.

—¿Se conocen?—Preguntó la señora Lauren.

—Si, estábamos en el lago hoy.—Dijo Jade con media sonrisa.

—No solo a el, ¿recuerdas el vestido que usaba el otro día en el restaurante y luego un torpe chico tropezó e hizo que mi refresco se esparciera?—Dijo esta.

Hasta que por fin se había dignado a hablar, pero algo me decía que no sería algo bueno.

—¿Si, pero que tiene que ver eso?—Preguntó la señora Lauren aun mas confundida.

—El es ese torpe chico.—Respondió esta fríamente señalando a Jade.

Miraba a todos confundidos. Papá tenia su mano en la frente y yo me empezaba a incomodar.

—Lo siento, y por si no te diste cuenta te pedí disculpas al instante.—Dijo Jade ya algo tenso de la situación.

—¿Y resulto?—Respondió esta.

—¡Ya basta! ¿Pueden portarse como personas civilizadas y empezar a platicar formalmente?—Dijo Ben algo maduro.

Noté como esta me ignoraba. Y la verdad que ni siquiera la conocía.

Mientras cenábamos el señor Miller hablaba con mis padres para luego hablar conmigo.

—Hijo, ¿Como te llamas?—Pregunto el señor Bob algo curioso.

—Jade, Jade Cristopher.—Respondió este con media sonrisa.

—Anda, cuentales sobre tu tercer nombre.—Dijo Caitlin algo ansiosa.

Yo negaba y Ben cada vez se apegaba mas a mi para saberlo. Hasta la rubia me miraba atenta y normalmente.

—¡Monica!, y ¿Como está la lasaña?—Dijo Jade rápidamente y luego desvió el tema.

A Lauren y a Bob no les causó gracia, y respondieron a mi pregunta por lo cual les encantó la lasaña. Ben y la rubia trataban de disimular pero no lo hacían muy bien. Yo solo  fulmine con la mirada a esta y por lo cual obtuve un gesto para nada maduro de su parte.

El señor Bob y la señora Lauren me pidieron el favor de lavar las vajillas que tan pocas eran ya que ellos querían discutir temas de trabajo con mis padres.

Yo tenía algo de asco ya que no solía lavarlas, para eso existía el lavavajillas. 

Cuando dejé todo sobre el fregadero sentí una voz proveniente del pasillo.

—Te comportaste como toda una inmadura, que acaso no te pareció una estupidez lo que acabas de hacer ahí. Ahora posiblemente nunca querrán venir.—Dijo Ben.