Capítulo 12.

214 32 18
                                    

Nuevamente era de esas típicas navidades para mi sin nadie quien compartir. Muchos celebraban las fiestas con familiares u amigos, con regalos o viajes por el mundo.

En mi caso tan solo me encontraba con mis padres en casa. Por mi hipocresía, terminé quedándose sin amigos o al menos alguien con quien quien platicar.

Seguía con la intriga de los secretos que ocultaban mis padres. No dud3 en preguntar a estos sobre ello.

—Creo que ustedes me deben una conversación.—Dijo Jade.

—¿Crees tu que estas preparado para lo que escucharas cielo?—Respondió Caitlin.

—He pasado por momentos duros, momentos indescriptibles, mi pasado se esta haciendo presente. No creo que unos padres perfectos o como se dicen llamar ustedes puedan ocultar tantas cosas a su único hijo o al menos creo que soy único por que ni para eso se molestan en decirme.—Exclamó apenado Jade.

—Cariño no eres hijo único.—Dijo Edward.

Callé con un nudo en mi garganta y escuché lo que estos decían.

—Tienes un hermano cielo, cual nombre es James. Nació mucho antes de ti, por lo cual tiene veintidós.—Respondió Caitlin después de que brotaran variantes lágrimas de sus ojos..

—No hablamos de él usualmente ya que escapó de casa a los catorce, para entonces tu tenías siete. No hemos vuelto a saber de él desde entonces, no sabemos si falleció o sigue con vida. No podemos negar que lo extrañamos y aveces tu madre no para de llorar por lo ocurrido hace años.—Dijo Edward apenado.

—Sabíamos que esto pasaría en algún momento, sin importan cuan duro fuese tu tendrías que saberlo.—Respondio Caitlin secando sus lágrimas.

—Pero eso no es la única cosa cielo.—Dijo Edward.

Jade se encontraba algo sentimental. Este levanto su mirada.

—Fuimos despedidos de la empresa cielo. Debido a eso estamos en quiebra ya que el banco nos quitará la casa y el auto, aparte bloqueará nuestras cuentas bancarías. Por mucho que te dolerá esto debes escucharlo. Nos mudaremos a Colorado con el Abuelo.—Dijo Caitlin gimiendo nuevamente.

Jade levanto su mirada nuevamente. Este no podía hablar. Simplemente subió a su habitación dando un portazo. Pero antes exclamo a sus padres.

—Esto es lo que siempre me han ocultado. Un hermano, algo tan importante como eso. Y ustedes solo me lo dicen así de fácil. No me importa si los despidieron, yo no me pienso mudar a ninguna parte. Bravo, he aquí un par de padres perdedores que ganaran un Oscar por los mejores hiriendo a sus hijos y los mas torpes despedidos de una empresa tan prestigiada.—Exclamó Jade.

Atrévete a Cambiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora