Capítulo 37.

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El desayuno fue lo que alegró aun más mi mañana.

El hecho de saber que dejaría la silla, que no corría ningún peligro y que el sabor del hotcake endulzaba mi paladar, hacia la mañana perfecta.

Todo iba por buen camino, pero no era luz verde. Taylor y Katherine al parecer habían peleado ya que cuando yo trataba de dormir, solo ella se oía en la sala de estar tratando de encontrar buena señal y así seguir con lo que parecía una charla eterna.

Ella no salió a desayunar y me preocupaba, por eso tuve que decirle a mis padres que aun Katherine seguía dormida, pero no era así.

Al despertar, había recibido dos textos de ella, lo cual me pareció raro ya que se estaba quedando en esta casa y pudo habérmelo dicho en persona.

«Jade, te parecerá raro que lo escriba a que lo diga en persona, pero no bajaré a desayunar»

«¿Me harías un favor? dile a tus padres y abuelos que simplemente me quedé dormida y que no sabrías a qué hora despertaré. Y no te preocupes, estoy bien.»

Era obvio que no estaba bien. Por suerte yo había despertado temprano y mis padres se irían a trabajar pero eso no quitaba la idea de que la pobre no haya dormido en toda la madrugada.

Ya habían pasado dos horas hasta que ella se digno a despertarse, bajando por las escaleras como toda una errante. Se podía notar el cansancio de no dormir bien por sus ojos ojerosos y la forma se expresaba.

Luego de que se lavara los dientes y que desayunara, tome el control de mi silla para hacercarme al sofá donde se encontraba echada enviando textos una y otra vez.

-Katherine, ¿Estás bien?-Preguntaba Jade mientras la veí preocupado.

-Perfecta.-Respondió Katherine mientras escribía en su teléfono con una pequeña lágrima en su mejilla.

-¿Seguro? Por que no dejas de fruncir el ceño y ¡vaya! Que no paras de enviar textos. Katherine, escuche parte de la platica ayer mientras intentaba reparar mi sueño, sabes que puedes confiar en mi y me puedes contar que te pasa.-Dijo Jade.

En ese instante ella paró de escribir y se dirigió a lo que parecía ser su galería de fotos, pude observar sus ojos cristalizados al abrir la foto antes de mostrármela.

Estaba atónito al ver esa imagen la cual debió destrozar a Katherine por completo cuando una foto enviada de Camila mostraba como se besaban apasionadamente ella y Taylor. Yo nunca había pensado que el llegaría a esos niveles.

-Katherine, se que te debió doler mucho al ver esa imagen decepcionante y frustrante pero dejarme decirte que si necesitas un hombro donde desahogarse tienes los mios, tu eres una persona muy valiosa que no debe ser traicionada ni engañada. Nunca imaginé que Taylor hiciera algo como eso y me sorprende mucho como la gente pude aparentar ser otra persona. Creo que nos dejamos convencer muy rápido por el amigable y tranquilo Taylor. Y estuvo mal la forma en como jugó contigo. Pero no debes estar triste por el, al fin ya pudiste desenmascararlo y saber la clase de persona que es antes de que hubieran tenido mas tiempo. Pero Katherine, yo te quiero y estaré en lo que necesites, así que ven y dame un abrazo que sé que lo necesitas.-Dijo Jade.

Al decirle todo esto ella asintió conmigo y se abalanzó sobre mi para darme un abrazo mientras lloraba sin parar.

-¡Soy una idiota! Siempre me dijiste que el no cambiaría y yo insistía en que había cambiado pero no, la buena y adorable Katherine tuvo que creerse la historia completa. Todo el tiempo que pasamos juntos para él nunca significó nada, toda esas veces que yo depositaba un beso en sus labios a el le daba igual. Todo este amor fue en vano.-Respondió Kathrerine a lo que lloró aun mas.

-No eres una idiota y no digas eso, yo también creí el mismo cuento cuando el fue a mi casa en la ciudad y me convencí de eso y hasta lo llamé amigo. Conocerás nuevas personas quienes si merezcan ser llamadas tus amigos y a un chico que si merezca ser llamado tu novio. Ahora levanta esa cara y mejora tu ánimo, que saldremos a visitar el lago.-Dijo Jade.

-Jade, gracias por ser el mejor amigo de todos, gracias por ayudarme en esta situación. Si nunca te hubiera conocido me hubiese perdido de lo buen amigo que eres. Ya no lloraré mas por ese patán y no sé cuanto dure esto de la superación pero mientras eso ocurre, yo seré feliz y disfrutaré con mi mejor amigo.-Respondió Katherine con su voz entrecortada, secó sus lágrimas y subió para cambiar su atuendo y salir a visitar el lago.

Minutos después bajó de las escaleras ya lista e intentando sonreír le dijo por mi a mis abuelos que saldríamos y que ahora volveríamos.

-Jade, vamos ya estoy lista. Pondré cuidado al bajar las escaleras.-Dijo Katherine.

-Espera, no iré en la silla, tomaré las muletas.-Respondió Jade tomando las muletas y levantándose lentamente.

-¡Al fin puedo estirar mis pies!-Exclamaba Jade mientras se apoyaba de estas.

-¡Estás demente! Te puedes caer y puedes lastimar tu pies y así es verdad que nunca volverás a caminar. No perderé a otra persona.-Se negaba Katherine.

-No me pasará nada confía en mi mamá, no perderás a nadie.-Dijo Jade.

Katherine asintió insegura y preocupada pero aun así no paró de decirme que tuviera cuidado. Cuando ya estábamos en el lago Katherine se subió a las canoas sola, ya que yo no podía subir.

Recordé la primera vez que vine, fue el segundo día aquí donde conocí a Benjamín y pude llevarme mejor con mis primos.

Katherine no paró reír al pasar por los rápido y eso era lo que necesitaba pero cuando bajó de ella, muchos recuerdos del Taylor la invadieron aun mas y no paró de llorar nuevamente, nos dirigimos a una de las sillas desocupadas ya que la gente ocupaba la mayor parte de las que habían.

Le pregunté que si estaba bien pero ella negaba, no podía superar a Taylor y no fue la major idea traerla ya que necesitaba pensar todo y estar sola así que nos dirigimos a la casa para que ella pudiera estar mas tranquila.

Me encantaba caminar y ya lo extrañaba, con dificultad ya que utilizaba un yeso pero podía hacerlo con una pierna. Después de meses sin hacerlo se sintió muy bien sentir la presión al pisar.

Atrévete a Cambiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora