Capítulo 26.

127 14 16
                                    

—¿Aprendiste la lección, Jade?—Dijo Caitlin.

—¿¡Tu que crees mamá!?—Exclamó Jade.

Dimos por terminado esto. No fue uno de mis mejores días pero pude entender que mi familia es lo mas importante que tenía, y aunque casi todo el tiempo estubiesemos discutiendo, ellos siempre estarían para mi.

Ya íbamos de regreso. Liam se fue con el abuelo y la abuela, mientras que James y yo con nuestros padres en su auto.

Yo por mi parte me encontraba observando el ventanal del auto y James hacia lo mismo.

—Hacemos los mejores hijos cielo.—Murmuró Edward a Caitlin mientras se daban un corto beso.

No pude evitar sonreír, esto hizo que James y yo nos miráramos al mismo tiempo y riéramos de ello.

Minutos después me quedé totalmente dormido sobre James, ya que estábamos platicando sobre el día.

—¡Aw!—Dijo Caitlin mirando Como Jade se había quedado dormido en las piernas de su hermano.

Papá tropezó con algún bache en el caminó, y no pude evitar despertar.

[...]

Todos nos encontrábamos en casa, ya era de noche. Liam se iría mañana pero logró convencer a mis tíos de quedarse.

Al día siguiente.

La mañana era árida. No hacía frío como otros días, levanté con desánimo de la cama para dirigirme al baño.

Terminé de hacer todo eso que hacía en la mañana y tomé mi teléfono para ver la hora.

Me dirigí a la cocina donde se encontraban mis abuelos junto con Liam.

—Buenos días cielo.—Dijeron Rubí y Arnold al unísono.

—Buenos días Jade.—Dijo Liam.

—Buenos Días a ustedes.—Respondió Jade.

Tomé asiento en la mesa para desayunar lo que estos habían preparado. Hoy no me encontraba con muchos ánimos por lo cual pensaría en quedarme todo el día sin salir.

Culminé mi desayuno y me recosté sobre el mueble mientras veía la redes sociales. Recibí una llamada telefónica de Taylor por lo cual levanté para obtener una buena intensidad de señal.

*—¡Jade! ¿Como estas? ¿Como te está yendo en Aspen?

—¡Taylor! ¿Muy bien y tu? ¿No tan mal como creía, todos se han portado muy bien conmigo, mi único enemigo es cambiar. Y cuentame, ¿Como está todo en Nueva York?

Estoy un poco enfermo pero esteoy bien. Ayer organizamos una pequeña fiesta en la casa de Katherine, todos tu amigos amigos estaban ahí... Perdón no debí decir eso.

Espero que te mejores. No te preocupes, recuerdo cuando también hice una pequeña fiesta en mi casa ¿Como están Chad y Augusto?

Ellos están muy bien, ahora soy su amigo. Casi todo el tiempo intento decirles sobre ti pero ellos ignoran. Pero hace unos días me dijeron que extrañaban a una personas que les hacia estar atentos y que les transmitía amistad y lealtad. Y no tengo ninguna duda que esa persona eres tu.

Yo los traicioné. Me importó mas lo que pensaban los demás, tenía vergüenza de decir que ellos eran mis amigos.

No te preocupes, ellos te disculparan. Bueno te dejo, tengo que organizar mi inscripción a la universidad. ¡Te veo en unos meses hermano! PD: Me refiero a la graduación.*

Me despedí y culminé la llamada.
Tomé la iniciativa salir de casa para conocer el centro de la ciudad ya que aun ni había ido a dicho lugar que quedaba a cinco minutos de aquí.

Lo malo sería que tenía que ir caminando y esta vez el día no estaba nublado. Le avisé a mis abuelos para luego irme.

[...]

La ciudad era hermosa, obviamente no era Nueva York pero era agradable. Pasaba por tiendas, bibliotecas y restaurantes de ahí me acordé de algo.

Trataba de recordar el nombre del lugar donde trabajaba papá ya que quedaba cerca de aquí. Una señora señaló el lugar que le había dicho.

Me adentre al Restaurante/Bar y lo empecé a buscar. Cuando ya me había cansado de buscarlo, me acerqué a la barra para pedir un refresco.

El hombre giró y tanto el como yo, no pudimos evitar sonreír.

—¡Hijo, que haces por aqui!—Dijo Edward.

—Muy bien, ¿y tu papá? Solo vine a verte, ya que no tenía nada que hacer en casa.—Respondió Jade

—Perdón, es que me sorprendió verte por aquí ¿Quien te trajo Jade?—Dijo Edward.

—Nadie, desgraciadamente tuve que caminar varios kilómetros desde casa hasta aquí.—Respondió Jade.

—Jade, no puedes irte caminando desde casa hasta aquí, queda cerca pero pueden robarte e incluso matarte, exagere pero estoy en lo cierto.—Dijo Edward

—¡Esta bien! No lo haré de nuevo pero entiendeme, no tenía nada que hacer y quería conocer un poco esto.-Respondió Jade.

—Bueno, y espero que no camines hasta el hotel donde trabajan tu mamá y tu hermano ya que no queda considerablemente cerca.—Dijo Edward

—Y ¿Te gusta el empleo?—Preguntó Jade.

—Si, no es como Industrias Apple y aun no me acostumbró totalmente pero es un buen empleo. Ya tengo amigos, que es lo bueno.—Respondió Edward.

—Yo estoy en ese tardante proceso, me alegra por ti papa, deberías invitarlos a cenar.—Dijo Jade.

—Y ¿Por qué no viniste con Liam?—Preguntó Edward.

—Se quedó en casa, no quería salir ya que quería platicar con su "amiga" Melanie.—Respondió Jade.

—Los amores juveniles. Así fue como conocí a tu madre.—Dijo Edward.

Papá empezó a relatarme su historia con mamá. Cuando culminó seguimos platicando y lo esperaría hasta que el saliera del trabajo, pero mientras tanto iría a visitar otras tiendas.

Cuando pasaba la calle, noté como todo se obscurecía mientras había sido empujado bruscamente al asfalto.

Cuando pasaba la calle, noté como todo se obscurecía mientras había sido empujado bruscamente al asfalto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Atrévete a Cambiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora