Especial de Navidad

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¡Bonjour! ¡Hola a todos! Hello people!

Este es mi regalito de Navidad para ustedes, mi gente bella de Wattpad. ¡Un capítulo especial de Mi vecino misterioso 2! ¡Sí, sí, sí! Sé que hay muchos que desean que este segundo libro comience y la verdad yo también estoy loca de que así sea, pero calmaos, señores, que estoy trabajando en ello. Yo cumplo mis promesas, siempre, pero todo a su tiempo y al mío, obvio. Por eso quise regalarles este pequeño capítulo, para que vayan acoplándose a este segundo libro y la espera no sea tan mala-o quizás se desesperen más, no sé jajaja-, pero lo hice con mucho, mucho amor para ustedes.

¡Qué disfruten leyendo!

Ah...

¡FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO!

¡LOS AMO!
¡JE'T AIME!
¡I LOVE YOU PEOPLE!


Capítulo especial de Navidad

SUSAN

Camino por el largo pasillo abarrotado de gente. Maldita la hora cuando olvidé que Navidad está tan cerca, cielos, si hasta los comerciales te recuerdan que debes pasar por sus tiendas para comprar los regalos. ¿Cómo es que soy tan olvidadiza? ¿Cómo carajo olvido la Navidad? ¿Pero cómo no olvidarla con tanto ajetreo? Necesito comprar los regalos antes de la media noche y regresar a casa. Verifico la lista de regalos y voy tachando lo que ya he comprado.

Voy caminando por el pasillo, el área de juguetería, y lo veo. Cielos, veo a un hombre de cabello castaño, musculoso y sumamente atractivo. Me recuerda a Derek, ese imbécil infiel, ese imbécil que en algún tiempo se hizo llamar "mi esposo" y terminó revolcándose con otra mujer.

Acomodo mi cabello y lentamente arrastro el carrito de compras hasta quedar a una distancia prudente entre ese atractivo hombre y yo. Lo miro con disimulo y veo que está observando un juego de mesas. Tomo un juguete en mis manos y comienzo a verlo para disimular. El hombre me mira, lo noto por el rabillo del ojo, y después de varios segundos, habla:

-Santa se atrasó este año comprando los regalos para tu casa, ¿no?-Dice y su ronca voz me eriza la piel. Carajo, su voz es sexy.

-A Santa casi se le olvida la Navidad-le digo y de su boca brota una ronca risa.

-¿Quién olvida la Navidad?-Me dice y río.

-Sí, lo sé, suena tonto, pero desde que me divorcié ya nada tiene sentido para mí-le digo y él suelta el juego de mesas para mirarme directamente.

-¿Es que te has divorciado? Wow, yo acabo de divorciarme también-me dice y baja la mirada por unos segundos; una increíble intensa mirada color mar.

-¡Mi ex marido se acostó con una rubia de grandes pechos y culo grande! ¿Cómo no divorciarme?

-Oh, Santo, no, no, eso es terrible, una rubia-dice, negando frenéticamente-. A ese tipo le deberían cortar las manos, quitarle los ojos por preferir a una rubia en vez de a una morena tan hermosa como tú-me dice y bajo la mirada, abochornada.

-Ahora soy una divorciada que pasará el resto de sus días oxidada, sin nadie, sola-le digo y él se acerca un poco más.

-Oh, qué tragedia, dos divorciados encontrados en noche buena, solos-me dice y el silencio nos invade. Solo nos miramos los rostros y siento cómo un calor recorre mi cuerpo por la intensidad de su mirada. El atractivo hombre mira hacia atrás y en un inesperado arrebato me toma por la nuca y comienza a besarme con intensidad. Nuestras lenguas se encuentran y la sensación es exquisita, mucho mejor que los besos de Derek...

-Besas mejor que mi ex marido-le digo y él une nuestras frentes para tomar aire. Después de varios segundos, ambos comenzamos a reír.

-Es que nos deberían dar un premio como los mejores actores-me dice y río.

-Oh, vamos, que para ti no es nada nuevo flirtear con mujeres-le digo enarcando una ceja y él me toma por la cintura para darme un rápido beso.

-Claro, estos últimos años he dormido con españolas, maestras, actrices porno, abogadas, policías, asesinas y ahora dormiré con una divorciada-me dice y no puedo evitar soltar una carcajada.

-¿Y quién dijo que te acostarás conmigo? ¡Apenas me acabas de conocer!

-Dijiste que te oxidarás y eso no lo puedo permitir, todavía queda aceite para ti-me dice, apretando mi trasero y ahogo un grito.

-Es que te amo, Derek Johnson-beso sus carnosos labios y él los lame lentamente.

-Y yo te amo a ti, mi hermosa Susan-profundizamos el beso y un pequeño gemido brota de mi garganta, pero nuestra danza se ve interrumpida por el sonido de mi teléfono celular-. Maldito teléfono-gruñe Derek y sonrío, mientras contesto la llamada de mamá.

-¿Sí, mami?

-¿Ya compraron lo que necesitaban?

-Ya casi termino, ¿por qué? ¿Está todo bien?

-Sí, mi cielo, es solo que están preguntando cuándo volverás a la casa.

-En media hora llego. Te veo allá.

Cuelgo la llamada y Derek me mira con una ceja arqueada.

-¿Media hora? No debiste mentir, mi amor, porque sabes que no duro solo media hora-me dice de manera juguetona y no puedo evitar reír.

-Ya vámonos, Derek, mamá tiene que irse-le digo y caminamos por el pasillo agarrados de la mano.

...

-Gracias por venir, ma'- le digo a mamá, ayudándola a ponerse su abrigo de lana.

-Ellos son un amor, Susan, no hay que dar las gracias-me dice, besando mi frente.

-Eso no es lo que opina su hija, Mónica-dice Derek, bajando las escaleras de la segunda planta.

-Sí, mamá, no sabes lo que dices-le digo y ella rueda los ojos.

-Solo hay que entenderlos, y sin duda salieron a su madre-me dice, tocando mi nariz con su dedo índice y niego con la cabeza, sonriendo.

-Sí, esos genes sin duda son de los McMahon-dice Derek y le doy en el hombro, lo cual lo hace reír.

-Mejor me voy, no quiero lidiar con dos adolescentes en cuerpos de adultos-nos dice mamá y reímos. Richard llega y toma a mamá por los hombros cariñosamente.

-El auto está listo, mi cielo-le dice y la besa en los labios. Verlos a los dos me hace sentir feliz.

-Nos vemos, cuídense mucho-nos dice mientras besa nuestras frentes y cierro la puerta cuando ambos salen. Suelto un largo suspiro y me recuesto de ella. Derek me observa con una mirada pícara.

-¿Y en qué nos habíamos quedado? Ah, sí, en que estás oxidada-sin darme tiempo siquiera para respirar, me sube a sus hombros y golpea mi trasero, de modo que logra excitarme como siempre ha podido hacerlo Derek Johnson. Sube las escaleras con cautela y cuando llegamos frente a nuestra habitación, me baja por unos segundos para abrir la puerta y luego me toma nuevamente por mis muslos y comienza a besarme con intensidad. Él, solo él puede llevarme al límite de la locura... Él, solo él puede hacerme desear con intensidad... Él, solo él puede hacerme sentir amada, deseada, sin importar mis defectos, sin importar mis errores. No cometí un error aquel día en que decidí unir mi vida en un compromiso matrimonial, aunque desde hacía mucho ya la había unido, desde hacía mucho ya me había entregado en cuerpo y alma. Desde hace mucho soy suya y él mío.

Inquebrantable-Mi vecino misterioso 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora