DEREK
¡Hostia!
-Buenas noches, Melissa-logro articular, mientras veo cómo la rubia mujer que tengo enfrente, vestida como si fuera a actuar en una película de atracción fatal, resaltando-adrede, lo sé-sus grandes pechos, se lanza sobre mí y me abraza tan fuerte que siento mis pulmones apretados. ¿Es que esta mujer no sabe lo que es comportarse adecuadamente? Joder, estoy en mi casa, junto a mi familia y sobre todo con mi esposa, ¡Susan McMahon!
-Derek, cuánto lo siento. Siento lo de Charlotte-dice entre sollozos. ¿En verdad está haciendo esta mierda? ¿Qué carajo le pasa?
-Ya, ya, tranquila-acaricio su cabello, en un intento de hacerle bajar la voz, pues ya todos nos miran como si fuéramos dos jodidos dementes. No quiero ver la cara de Susan, ¡carajo!, no quiero verla.
-¿Por qué tienen que morir las personas nobles y buenas?-Melissa no sé qué carajo le pasa, pero no puede seguir abrazándome como lo hace. Intento apartarme de ella, pero su agarre es fuerte, posesivo, lo que hace que mi paciencia se agote con cada segundo que pasa.
-Es la misma pregunta que me hago siempre-la voz de Susan me hace tensar de inmediato. Trago duro y viajo mi vista de Melissa hacia ella, y cuando veo que mi esposa está tan cerca, mi pecho se aprieta con nerviosismo-. ¿Por qué morir gente buena y no la gente perra e inoportuna?-El comentario de Susan hace que de mi boca tire una sonrisa. Claramente está cabreada por la manera en que Melissa está actuando, ¡hostia!, es que esta mujer no sabe quién es Susan McMahon cuando se enoja.
Melissa suelta por fin el incómodo abrazo y voltea a ver a Susan. Sus sollozos desaparecieron de manera inmediata y enarco una ceja, perforándola con mi mirada.
-Hola, Susan-dice y la abraza, y por la manera en que Susan frunce su ceño y le devuelve el abrazo de manera hostil, puedo notar que su acción la cabreó aún más.
-¿Qué haces aquí?-Susan le inquiere cortante y el silencio que invade la casa me hace notar que todos ven la escena con atención. Volteo para ver a los invitados y algunos hacen el intento de continuar con lo que hacen, pero no les sale muy bien.
-He venido a dar mis condolencias-dice Melissa con voz amable, pero forzada. Ella intenta parecer natural, intenta hacerse la inocente, pero claramente puedo ver lo que hace.
-Es un descaro lo que intentas hacer... ¿Cómo te atreviste a decirle eso a mis hijos?-Susan tiembla, sé que está llena de rabia contenida, muchas veces la he visto en este estado y sé muy bien que si no hago algo halará por las greñas a Melissa. Sería un espectáculo muy interesante, pero no voy a dejar que Susan se haga daño, que sus hermosas y suaves manos se lastimen.
-Susan, nena, no es el momento-le digo, pero me arrepiento al instante. ¿Cuándo se supone que sea el momento? ¡Qué estúpido soy! Susan de seguro piensa que estoy defendiendo a Melissa, ¡imbécil, bruto!
-¿Que no es el momento? ¡¿Esta mujer viene aquí con tremendo descaro y tú la defiendes?!-¡Puñeta, lo sabía! Piensa que la defiendo.
-Mi amor, tu familia está aquí-le susurro, tomándola por la cintura, y no paso por desapercibido la mirada que Melissa nos da. Susan mira a su alrededor y toma una respiración profunda, en un intento de calmar su coraje.
-Tienes razón-dice ella. En ese mismo momento Liam pasa corriendo por nuestro lado y se lanza sobre Melissa.
-¡Misis!-chilla con emoción y Melissa comienza a besarlo con afecto.
-¡Bebé lindo! ¡Pero qué guapo te ves!-Susan parece como si le hubieran dado un fuerte golpe en el estómago y solo quiero tomar a Liam y encerrarlo en su habitación por hacerle eso a su madre. Pero en cambio lo que hago es quedarme aquí, petrificado, viendo cómo mi esposa se va de mi lado y sube las escaleras hacia la segunda planta. Siento una mano en mi espalda y diviso a Mónica detrás de mí.
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Inquebrantable-Mi vecino misterioso 2
RomanceNuestras almas se mezclaron en un amor inquebrantable, un amor que ni la sombra del pasado pudo apagar. El pasado es pasado si así lo queremos; en mi caso, este sigue en mi espalda. ...