SUSANEl aire acondicionado está a una temperatura muy baja, mis manos se han entumecido y me aferro a mi abrigo con más fuerza, haciendo el intento de calentarme un poco. He estado viendo estas paredes color grisáceo desde hace tres días, desde que partió Charlotte. Estas paredes han sido testigo de las lágrimas que ha derramado Derek, de la tristeza en la que se ha sumergido por causa de la partida de su abuela. No es para menos... Esa señora fue prácticamente su madre, fue ese grano de coherencia que Derek tanto necesitó en su vida. Aunque la muerte es inevitable, es esa fuerza que te puede arrastrar en cualquier momento, esa fuerza que tiene la capacidad de hacernos sentir vacíos, sin ganas de vivir... Dímelo a mí... Vivo con el recuerdo de un alma alocada, divertida y asombrosa; vivo con el recuerdo de una chica de increíbles ojos y cabello hermoso; vivo con el recuerdo de una risa socarrona y contagiosa; vivo con el recuerdo de una adolescente rebelde, sarcástica e irresponsable; vivo con el recuerdo de dos adolescentes desparramadas en la cama hablando durante horas... Vivo con el recuerdo de la detonación de una pistola, un cuerpo bañado en sangre... Su cuerpo, mi Elizabeth....
-Susan...-la voz de mamá me despierta de mi ensimismamiento y ahora soy consciente de las lágrimas que caen por el borde de mis ojos. Ella toma asiento a mi lado y rodea mis hombros con sus manos.
-Deberías hablar con Derek y decirle que coma algo. No ha querido comer-me dice y poso mi vista en él. Está parado junto al ataúd, observando a su abuela, inmerso en sus pensamientos. Odio verlo así, tan fuera de sí, como si su cuerpo estuviera expulsando poco a poco su alma. Mamá lo observa y puedo ver cierta gota de preocupación en su rostro, una preocupación que va más allá de lo que es evidente, más allá de la muerte de Charlotte.
-¿Qué ocurre, mami?-No puedo evitar inquirirle. Conozco a mi madre, conozco esa mirada llena de preocupación; algo le preocupa, algo oculta.
-Me preocupa lo que pueda ocurrir, me preocupa Derek-su voz es vacilante, está conteniéndose para no hablar. Me acomodo en la silla y le echo un vistazo a Derek, para luego volver a mirar a mi madre y decir: -¿Qué puede pasar?-Muerde su labio inferior y mira a mi esposo. Luego voltea su rostro hacia mí nuevamente.
-Eres su esposa, no puede haber nada que los haga desconfiar... Hija, no es el momento-ya me estoy poniendo nerviosa. Mamá oculta algo, no lo ha negado, y eso es aún peor.
-Es esa la razón por la que tengo que saber qué ocurre, mamá; soy su esposa y todo lo que concierne a Derek me concierne a mí-le digo, determinante, y ella toma una respiración profunda. Vacila, abre la boca para hablar, pero luego la cierra nuevamente-. Mamá, sabes lo que ocasionó el ocultarme las cosas... De nada vale hacerlo, al final la verdad sale a la luz y muchas veces de la peor forma... Si algo le puede pasar a Derek, ¡demonios!, necesito saberlo...
-Hija...
-Mamá, por favor-le suplico, aunque con determinación. Ella mira a Derek, quien ahora habla con Richard, el esposo de esta mujer que tengo enfrente-. Mamá...-insisto y ella restriega las palmas de sus manos en su vestido y puedo notar que su pulso la hace temblar. Traga duro y después del silencio, dice:- Su padre vive...
Y de repente siento como si un bloque cayera de golpe en mi estómago y no me permitiera respirar. Los murmullos de esta capilla fúnebre parecen haber desaparecido y solo soy capaz de escuchar los fuertes latidos de mi corazón. Intento hablar, intento decir algo, pero siquiera respirar bien puedo. Como por reflejo, miro hacia Derek y lo veo más sereno mientras habla con Richard. Ahora soy yo la perturbada, soy yo quien no puede respirar y siente que la estancia da vueltas.
-¿C-Cómo es eso posible? ¿Cómo va a estar vivo?-Mi voz sale perogrullada, el nudo en mi garganta es molestoso y los latidos de mi corazón los siento detrás de mis orejas. Mamá mira hacia todos lados, está pálida y tiembla demasiado.
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Inquebrantable-Mi vecino misterioso 2
RomanceNuestras almas se mezclaron en un amor inquebrantable, un amor que ni la sombra del pasado pudo apagar. El pasado es pasado si así lo queremos; en mi caso, este sigue en mi espalda. ...