"De mal"- Pedro Capó (deberían escucharla, me inspiró para este desenlace de Inquebrantable. Es perfecta para Derek Johnson).DEREK
Abro los ojos cuando siento el motor del auto de Jason apagarse. Mi vista enfoca enseguida la delegación. Durante todo el trayecto mi mente no dejó de reproducir aquella madrugada del primero de julio. Cómo Melissa y Cambridge huyeron de la escena, cómo quisieron limpiarse las manos y no pagar por la complicidad que tuvieron al juntarse con el lunático de Bart Meléndez. Pasaron tres infernales meses hasta que al fin dieron con ellos, y ahora estoy aquí, dispuesto a verles las caras.
Policías de aquí para allá, habladuría y olor a café es lo que me impacta cuando entro al lugar. En cuanto notan mi presencia, muchos comienzan a saludarme; pasé horas en este maldito lugar cuando tuve que hacer mi declaración sobre lo que ocurrió en aquella cabaña, los presentes deben de conocer mi rostro para estas alturas.
-Ve a mi oficina-me ordena Jason, sin siquiera verme a la cara. Hago lo que me pide sin chistar y cuando llego a su oficina, siento cómo mi pecho comienza a inflarse por el nerviosismo. No sé realmente qué quiero al venir aquí. No sé si quiera verle la cara a ese par de lunáticos.
Comienzo a dar vueltas por la estancia, mordiendo mis labios, sintiendo mis hombros pesados, sintiendo la ansiedad invadirme por completo. ¿Por qué está tardando tanto Jason?
La puerta se abre después de haber pasado cinco minutos-los más eternos- y giro mi cuerpo con inmediatez. No es el rostro de Jason el que veo, sino el de Carlos. Mi ceño se frunce sin poder evitarlo.
-¿Carlos?... ¿Qué haces aquí?-Inquiero, patidifuso. No lo había vuelto a ver desde mi interrogatorio de hace tres meses. Siquiera fue al funeral de Susan. Ahora que lo veo, noto lo acabado que está. Su rostro se ve dos veces más viejo. Piel seca, ojos amarillentos, labios fruncidos y semblante oscuro. Verlo me ha impactado; jamás lo había visto de esta manera.
-Derek, cómo me alegra verte-dice en un tono de voz que me parece ajeno al suyo.
-A mí también me alegra verte, Carlos-replico y este intenta sonreír, pero falla notablemente. Cuando noto que siquiera quiere verme a los ojos, digo: -¿Cómo has estado?-Sé que es una pregunta estúpida, pero verlo así me aturde; no sé qué decir.
-Mal-suelta y logro escuchar el nudo en su garganta cuando traga duro-. Era mi niña, mi ángel-añade y siquiera intenta retener las lágrimas. Ambos nos sumergimos en el silencio; no digo nada, no me apetece hacerlo. Es él quien habla: -Derek, sé que has pasado por mucho en tu vida; te quiero como a un hijo, ¿sabes?-Sus palabras me toman por sorpresa. Nuestra relación siempre ha sido buena, pero jamás pensé que él me diría algo así-. Fuiste quien amó a mi hija como nadie pudo amarla; no cometí un error cuando te la entregué en el altar-murmura y siento cómo mis ojos comienzan a picar con ganas de llorar; no es difícil hacerlo últimamente.
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Inquebrantable-Mi vecino misterioso 2
RomanceNuestras almas se mezclaron en un amor inquebrantable, un amor que ni la sombra del pasado pudo apagar. El pasado es pasado si así lo queremos; en mi caso, este sigue en mi espalda. ...