#2 Perfección y odio

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ABIGAIL

Cuando lo vi quede paralizada, sus ojos azules con tonos grisáceos.... Eran hermosos... luego vi su cuerpo marcado, el tenía cada parte de su cuerpo ejercitada, simplemente me derretí.
Y su cabello castaño largo y alborotado era muy sexy. Oh mierda, era perfecto.
Creo que me he mojado.

—Eres la hija de Mery ¿no?— preguntó aún cargandome, con una sonrisa que casi me derretía.

[Orgasmo modo ON]

—Aja.— dije tratando de sonreír bobamente.

—Pareces tener calor, quizás necesites algo refrescante.— dijo sonriendo.

Y entonces se acabó el momento lindo.

Me dejó caer a la piscina nuevamente, golpeando mi cuerpo con el agua logrando que grite y casi me ahogue, porque yo no se nadar.

Empecé a nadar, si es que se le puede llamar así, gritando y tratando de llegar a una de las orillas de la piscina. Mi prima se reía, y mi ex salvavidas tambien se reía con ella.

Después logré salir de la piscina cansada por los esfuerzos, solo entonces me deje caer en el suelo y abrazar por el calor del sol.
Ese tío me miró sonriendo.

—Lo siento pensé que sabías nadar, alguien de tu edad sabría hacerlo.— dijo riéndose junto a mi prima.

—Y alguien de la tuya sabría salvarme, hijo de puta.— dije furiosa pues trague agua.

Me miró confundido y luego furioso, me sentí bien al ver que le afectó lo que dije, él estaba por responder cuando mi mamá y Mario entraron y vieron la situación.
Se hizo un silencio inquietante.

—Dime que no hiciste esto.— dijo Mario rompiendo el silencio.

Sonreí. Oh estúpido, quien seas aún no me conoces enfadada.

—Para nada....— Dijo aquel idiota que dejó que casi me ahogara.

Mario me miró.

—Abigail dime que él no te hizo esto.— dijo Mario, voltee y al ver la cara de súplica del tío ese.

Pobrecito, ojalá nunca me hubieras conocido.

—Si lo hizo, casi me ahogo, y se estuvo riendo de mi.— dije fingiendo tristeza.

Él me miró enfadado y yo le guiñe un ojo, por imbécil.

—También tenías que arruinar esto.— dijo Mario decepcionado y algo furioso.

El idiota se fue hechando humo, de seguro a su habitación.
Sólo entonces mi mamá corrió hasta donde estaba yo.

—Abejita, ¿estas bien?— preguntó mi mamá.

Rodé los ojos. ¿Acaso tengo cara de insecto?

—Si mamá estoy bien, solo no me llames abejita por favor.— dije

Mi mamá sonrió.

—Claro mi abejita.— dijo mientras me besaba la frente estaba claro no dejaría de decirme así jamás.

Mario se acercó avergonzado.

—Perdonen a mi hijo, él....— dijo Mario sin poder acabar.

—No te preocupes, a veces Abi es algo exagerada de seguro sólo se pelearon nada más.— dijo mi mamá.

Ojalá fuese así mamá, ojalá.

Después mi mamá fue donde estaba Evelyn. Se veía enfadada.

—¿Dónde estabas? ¡te estábamos buscando por todas partes!

Mi Dulce Perdición® [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora