Mi Dulce Perdición® [TERMINADA]

#20 Odio y reconciliaciones

ABIGAIL

¡Maldito idiota!

¿Como se atreve a golpear a Will?

¿Porque mierda lo hizo?

<<¿Por amor?>

¡No! ¡Por celos! Cree que soy un objeto que sólo es de él, estúpido egocéntrico.

Entonces la casa empieza a temblar, junto a la música que está sonando, se escuchan gritos de diversas personas ahogados por la música.

Salgo y miró confundida a mi prima, que también salió de su habitación para averiguar que está pasando.

FLASH BACK

—¡Y por si acaso haré una fiesta y no estás invitada!

Voltee lentamente y le mostre mi dedo corazón.

Ríe.

Maldito, claro como es su casa hace lo que le canta.

FIN DEL FLASHBACK

¡Claro! Esta haciendo la estúpida fiesta a la que no estoy invitada.

—Evelyn, Javier está haciendo una fiesta.— le dije a Evelyn gritando para que me escuchara.

—¿Qué? Mis tíos no le dieron permiso.—me dijo en el mismo tono para ser escuchada.

—Lo sé pero sabes... estamos hablando de Javier él que nos dejó en la fiesta llena de 1000 violadores.— le dije recordando esa noche.

Me miró algo enfadada por aquel recuerdo.

—Iré a tomar agua ¿vienes?— le pregunté.

—No, me iré a la casa de Daniel, aquí no podré dormir.

— Allá tampoco podrás dormir.

Me miró sorprendida y luego me guiño un ojo.

—Sin interrupciones.

—A sus órdenes.— le dije.

Luego bajé a el primer piso y pude ver la fiesta.

Habían muchas mujeres, y algunos hombres, tomaban de todo, algunos estaban encima de lo más alto que encontraban, y bailaban sin control alguno, otros estaban en el sofá besándose, y algunos servían copas de alcohol.

Joder que fiesta.

Me dirigí a la cocina y tomé un vaso de agua, todos me miraban extraño.

Quizás porqué estaba en una fiesta y tomaba un vaso de agua.

Veía a Oscar y los amigos de Javier, ellos andaban coqueteando con cualquier tía guapa.

Eran muy buenos en eso, todas quedaban maravilladas con ellos, tengo que admitir que son guapos, y que posiblemente su única virtud sea ligar.

—¡Hola!— grita alguien.

Me sobresalto.

—Joder.— dije y veo a Lucía.

—¿Vienes a la fiesta?— me pregunta.

—¿No es obvio?

—Si pero no andas vestida para una fiesta, y Javier no te invito.— me dijo.

—¿Cómo lo sabes?

—Pues hay principios para vestirse, y para ir a una fiesta necesitas más sen...

—Hablo de que como sabes que Javier no me invitó.— la interrumpo.

— A claro, él le dijo a todos que si te ven le dijeran, por que tu no estás invitada.— me dijo alargando la "A".