Mi Dulce Perdición® [TERMINADA]

#12 Preguntas y salidas

JAVIER

Abigail ahora sabe que le ocultamos algo, ¿qué haré para que entienda que todavía no lo puede saber?

—Me odia.— dijo Lili triste.

Thomas la abraza.

—No hermosa, ella no te odia, sólo está deprimida.— trató de consolar Thomas a Lili.

—¡Eso no es cierto!— Le gritó Lili a Thomas.— ella jamás me perdonará...

—¿Qué mierda está pasando? ¿porque nos ocultan esto?— dijo enfadado Daniel.—¡Ustedes parecen desconfiar de nosotros!

—¡No! Confiamos pero esto es un tema de nuestras familias.— le dijo ella a Daniel.

Permanecí callado, era un tema de ellos. Aunque estuviera más metido de lo que parecía.

—¿Porque sus familias tienen "problemas"?— preguntó Evelyn.

—Es un secreto de nuestras familias.— aclaró Lili.— ustedes no tienen porque saberlo.

—¿Y Abigail si tiene porque saberlo?— preguntó Evelyn un poco ofendida.

—Cuando Mario y Lidia se casen, tu y Abigail pasarán a ser Shelfmalskotsky, y cuando pase eso les contaré la verdad.— dijo Lili.

Evelyn bufó. Estaba enfadada. Pronto se puso de pie y salió de allí, hacia la cocina.

—¿Lidia?— pregunté.

—Lidia la mamá de Abigail.— explicó Lili sin ganas.

Fruncí el ceño.

—¿Su mamá no se llama Mery?— pregunte.

—Si, pero odia que la llamen así.— dijo Lili.

—Mi papá y yo la llamamos así.— le dije a Lili.

—Que extraño...— dijo.

—¿Tan importante es ese secreto?— le dijo Daniel a Lili.

Lili, Thomas y yo intercambiamos miradas, ese secreto es todo para nuestras familias.

Silencio sepulcral otra vez.

—Esto es estúpido.— dijo Lucía que estaba bajando las escaleras.— Abigail cree que su mejor amiga desde los 5 años no confía en ella ¡vaya reencuentro!

—¡Sólo protejo el secreto de mi familia!— le gritó Lili a Lucía.

—¡Sólo promete que se lo contarás! Esta muy dolida.— dijo Lucía.

—Lo haré, lo juro.

Daniel se puso de pie.

—Bueno yo creo que me voy.— dijo.— tengo una cita.

—¡Usen protección!— les grita Thomas.

—¡Cierra tu puta boca!— gritó Evelyn desde la cocina.

Evelyn y Daniel se fueron a su cita.

Todos se ríen.

—¿Entonces sólo hay que esperar que Mario y Lidia se casen?— preguntó Lucía.

—Si.— respondió Thomas.

—¿Lili?— preguntó Mery que bajaba por las escaleras, ella estaba con un vestido blanco, tacos negros, cabello recogido y maquillaje. Se veía idéntica a su hija.

—Hola Lidia.— dijo acercándose a Mery.

—¡Mírate! ¡Cuánto has crecido!— Dijo Mery abrazando a Lili.