#6 ¿¡Quién es Daniel!?

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ABIGAIL

Melissa alzó aquel cuchillo, y me miró con sus ojos cielo, estos estaban perdidos, eran exactamente como los de un psicópata.

—No te quiero hacer daño, pero debo hacerlo ¿no?— dijo con una sonrisa.

Oh vaya mierda.

—Melissa cálmate, podemos arreglar esto sin usar... el cuchillo.— dije retrocediendo.

Ella me siguió sin dejar de sonreír.

—Es una pena, te atreves a meterte con mi hombre y quieres salir ilesa.

Entonces retrocedí tratando de evitar ese cuchillo... ¡Mierda! ¿Es que Javier no podía acostarse con alguien que no estuviera loca?

Entonces con una patada hize que el cuchillo volara, luego me tiré encima de ella y tome sus brazos, dejándola vulnerable. Esta no paraba de retorcerse bajo mi.

—¡Sueltame pedazo de perra, malnacida!— gritaba.

Entonces Javier llegó por la puerta corrediza y me vio encima de Melissa inmovilizandola y un cuchillo a 2 metros de distancia.

—Mierda...— murmuró.

—¿Sabes que pasó? ¡Tu estúpida hermanastra quizo asesinarme con ese cuchillo!— mintió Melissa.

La miré enfadada.

—¡Mentirosa!— Le grité a Melissa.

Javier se acercó y me saco de encima de Melissa. ¿¡PERO QUÉ HACE!?
Ella me miró enfadada y luego se fué dando grandes zancadas.

—¡La dejaste ir!— grité aún más enojada.

—¡Cállate!— grito Javier.

Se hizo un silencio incómodo. ¿Enserio? ¿Es idiota?
Javier pensaba, y yo me canse de esperar así se tome el cuchillo y me dirigí a la puerta corrediza.

Deje el cuchillo en su lugar y luego me dirigí a mi habitación, dispuesta a evitar a Javier y a sus locas novias.

JAVIER

Mierda... Melissa otra vez aquí...
A este paso terminará matando a alguien y no podré hacer nada...

—¿Te pasa algo?— escuché.

—No....— dije ignorando a mi padre.

Él se cruzó de brazos.

—Javier.— dijo con un tono de "cuéntame".

Dudé en contarle pero.... debía saberlo... de todos modos él sabe que Melissa está loca.

—Melissa estuvo por apuñalar a Abigail... pero no lo logró.— dije recordando aquella escena.

Mi padre puso los ojos como platos, y luego pasó su mano por su cabello.

—Hay que decirle a Abigail que no denuncie a Melissa.— dijo mi papá ahora serio.

Negué.

—No, le diré alguna mentira, ella no puede saber.

Mi padre asintió y luego entró en la casa, mierda ahora ¿qué le diré a Abigail?

Me dirigí a la cocina para tomar agua, y desde ahí oí que alguien estaba entrando a la casa. ¿Quien?

Cuando fui a ver era un hombre, de cabello negro ondulado y ojos cielo, él se acercaba a besar la mejilla de Abigail y ella respondió con una sonrisa.

¿Quién coño era y que hace en mi casa?

—¡Hola!— dije interrumpiendo sus risas.

Ambos voltearon a verme.

Mi Dulce Perdición® [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora