Epilogo

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No hablamos del día en que di a luz a Fabián...
Ni el día en que llego la primera niñera... Menuda zorra...
Aquí se los cuento!!

NACIMIENTO DE FABIÁN

—¿Crees que el naranja quede con su cabello?— me dijo Lili.

—Lili, Tamara tiene el cabello rojo... Necesitas un vestido que resalte su cabello.— le dije mirando television.

—¿Sabes? Fabián y Tamara podrían ser novios.— me dijo de repente.

—Fabián aún no nace... Y Tamara es mayor.—le dije sin ganas.— y creo que el blanco sería perfecto.

Lili saco un vestido blanco y se lo probo a Tamara.

—Perfecto...— dijo.— ¿acaso prefieres a otra niña como su novia?

Mi bebe... Con cualquier otra perra...

—No lo permitiré.— dije.— alejare a las perras que quieran tener algo con mi bebé.

—Abigail... ¿Acaso no ves novelas?— me dijo.— terminara revelándose y escapando de tu casa.

Resople.

—Lili... ¿Estas segura? ¿Qué tal si termina gustándole otra?

—¿Lo dices enserio? Tamara es hija mía y de Thomas... Es preciosa.— dijo.— Fabián tendrá que ver que Tamara es mucho más hermosa que otras.

Resople.

—Vale...— dije.— ¿traerías helado de vainilla?

Ríe.

—Espero que Fabián salga rápido de ahí... Estoy cansada de ir a comprar todos los días.— me dijo.

—Tu te ofreciste para cuidarme.

—Malagradecida.

Reí.

—Por favor.— le dije.— tengo antojo de helado de vainilla.

—Vale... ¿Algo más?

—No... Bueno también comida china.— le dije.

Ríe.

—También me provoco eso cuando estaba embarazada.— me dijo.

—Anda de una vez.

—Vale pesada.— me dijo y salió del departamento.

Javier trabajaba mucho últimamente... Y necesitaba que alguien me ayudara con mi embarazo... Así que Lili se ofreció y ahora vivo con ella hasta que Fabián nazca... Thomas también esta aquí... Pero poco ya que también trabaja... aunque a veces puedo oir como Lili y Thomas tratan de darle un hermanito a Tamara... Que incómodo...

Empiezo a sentir un dolor en la parte baja de mi abdomen.

—¡Ah!— protesto...

Ya eh sentido esto un par de veces... Son contracciones... Pero duelen muchísimo....

—¡La madre que me parió!— grito y empiezo retorcerme del dolor.

El dolor va aumentando y no cesa.

—¡Liliana!— grito buscando ayuda.

Me siento en la cama y hiperventilo.

—Inhala, exhala, inhala, exhala... ¡Mierda!— grito y trato de caminar hacia la cocina para tomar unas pastillas que calman el dolor.

Pero entonces recuerdo que tengo 9 meses... Y que esta semana... Tenía probabilidades de dar a luz...

—¿Ya quieres salir?— dije mirando a mi barriga.— le estas haciendo daño a mami.

Mi Dulce Perdición® [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora