#53 Un accidente

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JAVIER

Cuándo desperte pude ver como mi auto hechaba humo.
Busque a Abigail con la mirada.
La vi dormida, con sangre en el brazo derecho y en la frente.

—Abigail...— le dije mientras la sacudía.

Se movió un poco pero casi inmediatamente hizo una mueca.

—Mierda... Mi hombro.— dijo tocando su hombro con su mano izquierda. 

—Esta sangrando.– le dije.— no lo toques... Se puede infectar.

Abrió los ojos de golpe.
Miró su hombro derecho y solto un grito.

—¡Madre mía!— gritó.— mi hombro... de ha jodido...

—Si... ¿Puedes mover el brazo?

Movió el brazo un poco e inmediatamente soltó un alarido.

—No...— me dijo cerrando los ojos.

—Joder... iré a buscar ayuda.

Abri la puerta, que estaba destrozada, y trate de bajar.
Pero algo me lo impidió.
Mi pie estaba atrapado.

—Joder...— dije tratando de sacar mi pie.

—¡Rápido! Moriré desangrada.— me dijo Abigail.

—Es lo que hago.— le dije algo molesto.

Reuní fuerzas y de un tirón saque mi pie.
Grave error.
Mi pie estaba sangrando.
Tenía un hueso saliendo de la piel.
Y estaba torcido.

—¡No me jodas!— gritó Abigail mirando lo que quedaba de mi pie.— ahora si moriremos.

—Joder... me quedaré sin pie.— dije mirando mi tobillo.— no podré ir a buscar ayuda... ¿Que hacemos?

Abigail pensó unos segundos y luego empezó a buscar algo.

—¡Aquí esta!— gritó sacando su bolso de algún lugar del auto.

Con su brazo izquierdo tiró todo lo que contenía el bolso y recogió su celular.
Empezó a moverlo en el aire de un lugar a otro.

Bufo.

—No tengo señal.— me dijo enfadada.— vamos a buscarla.

—¿Que? ¿Acaso no ves como estamos?

—Yo tengo mis pies bien, y tu tus manos.— me dijo.— ¿quieres salir de aquí o no?

Resople.

—Vale...— le dije resignado.

—Quédate justo ahí, ya vengo.— me dijo y pateo la puerta del auto.

—¿Pero que haces?—?le dije.— ¡mi auto!

Me miró enfadada.

—¿No ves que tu auto ya esta hecho mierda?

Había olvidado eso...

—Es verdad... pero ¿que haces?

—Nos salvo de morir.— me dijo y volvió a patear la puerta.

La pateó otra vez, y otra vez...

Hasta que la puerta cayó.

—¡Al fin!— gritó Abigail y salió del auto.

Veia como caminaba hasta donde estaba sin mover su brazo derecho.

Se acercó y me ofreció su mano.
La tome sin rechistar.

Me ayudo a caminar hasta un árbol donde me senté.
El pie me palpitaba y sangraba.

—Javier... buscaré señal no te muevas.— me dijo.

Mi Dulce Perdición® [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora