#54 Por papá

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ABIGAIL

Escuchaba un continuo sonido, y también algunas voces, pero me eran muy lejanas.
En un momento abrí los ojos, y pude ver, una luz muy intensa encima de mi, también a otras personas, pero ellas llevaban mascarillas y su vestimenta era celeste.
Habían dos personas que permanecían cerca de mi, maniobrando con algunos instrumentos, y habían otras que caminaban de un lugar a otro, o simplemente se quedaban quietas mirando.
Vi como una de las personas que me miraban, le gritó a otra, pero su voz se me hacía, distorsionada.
Una mujer se acerco y me inyectó algo en el brazo.
Entonces todo se volvió oscuro.



—¿Abigail?— me dijo alguien con una voz muy dulce.

Traté de moverme pero no pude.

—Debes permanecer así unos días... ¿Como te sientes?— me dijo la misma voz.

Abrí los ojos pero inmediatamente los cerré al ver la linterna.

—Signos vitales estables.— dijo la señora.

Abrí los ojos nuevamente y me encontré a una enfermera sonriente, casi como las de la televisión.

—¿Que paso?— dije confundida.

—¿No recuerdas nada?— me dijo incrédula.

—Recuerdo... Un auto... Un accidente... Un... ¿Hombre?— dije tratando de recordar.

—Si... cuándo nos llamo el Dr. Von Kleist, nos dijo que... Una señorita... Es decir tu, había tenido un accidente, y que ella y su novio estaban heridos...— me explicó la señora.

—Javier...— dije recordando.

—Exacto.— me dijo la señora.— debe ser la caída...

—¿Caída?— dije incrédula.— ¿puede contarme todo lo que ocurrió?

La enfermera se puso de pie y me trajo una taza.
La tomé.

—Tu y Javier tuvieron un accidente... Él se ha lastimado el tobillo... Y tu el hombro... Entonces decidiste buscar señal para llamar a un hospital... Pero no la encontraste.— relató la enfermera.— entonces el Dr. Von Kleist te vio y llamó a un hospital... Le dijiste sobre tu novio... Y él fue a buscarlo...

De repente comenze a recordar...
Recorde lo guapo que es Javier... Madre mía...

—Pero me asuste porque estaban tardando y fui a buscarlos...— dije.— y cuándo salí de la casa me caí.

—Si... ¿Sabes por que Javier tiene la mano fracturada?— me preguntó.

La mire sorprendida.

—¿Que? Era solo el pie...— dije confundida.

—Cuándo el Dr. Von Kleist fue a buscarlo... Tenía la mano fracturada... Y estaba desmayado... Por la pérdida de sangre.— me dijo.

—¿Donde esta Javier?— pregunté preocupada.

La enfermera sonrió.

—Esta en otra habitación... Con sus amigos... También fue...— dijo pero fue interrumpida por Mario y Mery que entraron casi corriendo.

—¡Abejita!— grito Mery y se lanzo a darme un abrazo.

Solte un alarido por la presión en mi hombro.

—Señora calmese... Su hija necesita recuperarse...— dijo la enfermera.

—¿Como estas Abigail?— preguntó Mario.

Mi Dulce Perdición® [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora