Capitulo IV

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Plateado...plateado era el color que veía correr por sus venas, quemándolo, consumiendo todo lo combustible, derritiendo sus órganos fundiendo sus huesos, lento, corría muy lento por sus venas, lento hasta llegar a su corazón, que palpitaba alocado tratando de mantener con vida aquel cuerpo, luchando por cada instante de vida, vida que siempre fue prestada, sentía dolor, un dolor insoportable, los oídos le zumbaban por el sonido alterado de su corazón y de los murmullos que le atormentaban – No era el momento...tenías que dejarlo morir...morir....morir...era su destino....es perdición para ti...morir...morir...pecado...morir...morir...matar...vengarlos...

El dolor lo absorbía y la oscuridad lo tragaba - ¿Qué es esto? ¿A quién debo matar? ¿A quién debo vengar? – los murmullos iban y venían con un sonido de gotas de agua de fondo, lo veía aquella sustancia plateada cada vez más cerca de su corazón - ¿Qué es esto? Déjame despertar, detente, detente – no podía mover sus labios pero oía su voz interna y suplicaba, el dolor era demasiado – No, no lo haremos...sacrificio....sacrificaremos este cuerpo....y cumplirás con tu deber...basta de paciencia...es el fin – y al fin el líquido plateado alcanzo su corazón y en cuanto lo toco, aquel órgano se detuvo y solo quedo el silencio. Lunas y soles retrocedieron ante él, las voces del cielo llenaron su cabeza y cientos de manos le rodearon el cuerpo arrancando su esencia de lo que era, de lo que pensó ser, no tenía fuerzas para detenerlos pedazo a pedazo se iba, recuerdos desvaneciéndose como el aire entre las manos, él solo era un cumulo de recuerdos de lo que pretendió ser, aquel cuerpo se iba llenando de quien verdaderamente era su dueño, mucha luz, luz muy blanca, cuando los últimos granos de sus recuerdos estaban por irse la imagen más hermosa que había visto apareció...ojos verdes...determinados...piel morena...dulce...cabello castaño...una sonrisa triste...Eren....Eren...Eren....y no se quiso ir...quería quedarse...debía protegerlo...debía proteger a Eren....su ultimo anhelo lo aferro y la luz blanca se mezcló con su matiz gris...ahora eran uno...sabían su objetivo y sufrían por su decisión...porque su deseo los llevaba derecho a la perdición...por su deseo estaban en el camino de un Destino erróneo.

Los murmullos se intensificaron y reclamaron – ¡BASTA! – una voz potente resonó como si fueran mil truenos que callo a los molestos murmullos y ahí en medio de la niebla lo vio...un ser hermoso con un caballo largo y negro como una noche sin luna, piel blanca más que la de él, labios rojos y ojos azules...azules y plateados, ambos colores fundidos en una exquisita combinación, un cuerpo menudo envuelto en una túnica blanca, lo veía fijamente y una sonrisa ligera que le supo a ternura se instaló en los rojizos labios.

- Levi, Levi...mi perfecto contenedor – aquel ser le hablaba suavemente – así que estás enamorado del Nefelim con sentimientos humanos, vaya suerte la mía, me envían a exterminarlos y mi contenedor cultiva sentimientos por uno de ellos – un viento suavecito le ondeaba el cabello oscuro y le cubría parte del rostro – ¿dime de verdad es amor lo que sientes? – le delineo las mejillas con una uña pintada de negro – el amor es perdición Levi, en nuestro caso solo traerá dolor – le dio la espalda y soltó una risita triste – es extraño sabes, ahora también yo lo siento, este sentimiento es tan pesado como una roca, estabas confundido, creías que solo querías protegerlo, no Levi, eso es amor, del tipo de amor caníbal, cruel y desgraciado.

- ¿Porque desgraciado? Y yo no estoy enamorado del mocoso, solo quiero protegerlo porque...porque es un mocoso – bajo la mirada no sabía porque pero aquel ser tenía una presencia poderosa que llegaba a intimidar.

El bonito ser soltó una risilla baja y grave – venga ya, no lo sigas negando, yo también lo siento, ahora es parte de mí, por tu culpa ahora estoy imprimado a él, y este amor es desgraciado porque solo tiene un final Levi – sus ojos parecieron brillar y su voz se volvió amarga –la muerte Levi, es el único final de esto

Destino ErróneoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora