Hola mis nenas adoradas.
Os traigo a vosotras actualización....
Rou-chan, Charly confiesa que quiso matar ahi mismo a Erwin - lloro por mi Deyler - pero ya veras, ya veras....te adoro Rou-chan.
Espero les guste...advertencia: leed aqui abajito.
Susurra - Con Amor
Charly*
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*"No había luna esa noche, era un buen momento para jugar"*
Era plena madrugada, las gotitas de sudor se resbalaban por su frente, tenia la respiración agitada y la adrenalina corriendo en sus venas la ponía alerta por cualquier ruido – miedo, tenia miedo-.
Estaba cansada tenia los brazos entumidos, pero debía continuar, paso a paso se acercaba mas al a carreta, y cuando finalmente la alcanzo soltó un suspiro medio abatido medio adolorido, tomando del cuello de la camisa el cuerpo del hombre lo impulso para cargarlo como costal, sin el menor cuidado lo alzo y lo aventó a la carreta llena de heno.
Lo había logrado, allí inconsciente estaban dos hombre uno rubio ceniza, el otro pelirrojo, ambos mas altos, mas pesados que ella, pero ella los había derribado.
Hanji era así...ella vivía de sus emociones...la curiosidad la convirtió en la Jefa de Investigación de la Legión de Reconocimiento...su compañerismo en una líder...su amor por sus amigos en una encubridora mentirosa y su apego maternal pronto la convertiría en una asesina calculadora.
Sus ojos castaños se alzaron y ahí con los piecitos meciéndose mientras tatarateaba un melodía inventada estaba su bebe...su pequeño Deyler y Hanji sonrió tristona.
- Pequeño Deyler, ¿adonde iremos entonces?- le pregunto suavemente.
- Hay una cabaña en el centro del bosque, iremos allá – le dijo con una bonita sonrisa.
Hanji asintió, cubrió los cuerpos con heno y se dirigió a tomar las riendas de la carreta para emprender el camino, la noche estaba fría, no había luna y el cielo despejado solo permitía una limitada visión del sendero...treinta minutos después estaban frente a una cabaña de aspecto viejo y abandonado.
De un salto Deyler bajo de la carreta y el sonido de sus pasitos apurados corriendo hacia la puerta de madera carcomida por el tiempo y las polillas fue lo único que se escucho, el bosque estaba silencioso y eso producía en Hanji una sensación mas apremiante – el miedo se volvía temor -.
- Venga, venga Señorita Hanji – agitando sus manitos pálidas y pequeñas Deyler llamaba a la mujer.
- Ya voy pequeño, dame un momento mira que tengo que cargarlos – se excuso la mujer.
Hanji se preguntaba si esto era algo que ella realmente quería hacer...es que cuando Deyler con sus ojitos verdes inocentes y su sonrisa infantil le había dicho que podían salvar a Eren y a Levi haciendo "teatro" ella jamás se imagino esto...secuestrar a dos importantes científicos de la corona para llevarlos a un lugar perdido en el bosque y luego matarlos...matarlos, eso harían, Deyler se lo había dicho entre risillas cortas como si todo aquello fuera un juego.
La mujer castaña ya no tenia fuerza para cargar aquellos dos cuerpos, pero no le quedo de otra, tuvo que arrastrarlos hasta adentro de la cabaña y cuando puso un pie en el interior lo sintió ...el frio invadía el lugar, como una neblina invisible que engullía el piso y drenaba toda emoción positiva, estaba silencioso y oscuro, ella podía jurar que podía incluso escuchar el golpeteo desesperado de su corazón – tenia terror – algo dentro de ella le decía que todo esto estaba mal, muy mal que no debió haber hecho caso de las palabras de su pequeño...pero su débil corazón necesitado de dar amor se impuso y barrio su desazón, aun cuando escalofríos recorrían su cuerpo.
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Destino Erróneo
RomanceEl amor puede ser tan imperdonable como asesinar y es mejor a veces jamás intentar nada que dejarlo entrar...El amor es catástrofe...el amor es perdición.