Capítulo 11: El Poeta

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POV VEGETA

Volaba sin rumbo pensando en lo que había pasado, por alguna extraña razón que aun no comprendía me sentía agitado.

Los labios de la mujer de mi rival no salían de mi cabeza, estaba empezando a considerar la idea de lanzarme de un risco de cabeza, a ver si lograba perder la memoria y sacarla de una maldita buena vez.

Pero soy el jodido príncipe real de una raza superior, no me rebajaría a tales actos cobardes, y menos por una insulsa humana.

"Estás enamorado de esa insulsa humana Vegeta"

una voz en mi interior gritaba tratando de hacerse oir por primera vez, es esa voz a los que los débiles terrícolas llaman conciencia...

"Si, ese es mi nombre".

-AY YA CALLATE DE UNA MALDITA VEZ- Grite totalmente iracundo, solo para detenerme pensando en que parecía estúpido responderme a mi mismo, definitivamente este ridículo planeta terminará por volverme loco.

Note que me había alejado mucho de la montaña paoz, empecé a sentir varios ki extremadamente conocidos, unos agradables otros definitivamente no.

Quizás inconsciente llegué a buscar a las únicas dos personas que podían entenderme y darme un poco de paz en éstos momentos, o quizás fue casualidad pero en eso yo no creo, todo pasa por algo.

Me detuve justo sobre una prominente embarcación, ignorando las miradas de sorpresa de los ineptos tripulantes, estaba concentrado en una escena en particular, mi hermosa hija menor rodeada por imbéciles jovencitos que intentaban ganar su atención, definitivamente era algo que no podía tolerar.

-¡Bra Briefs!, ¿Que son esas maneras de vestirte?, ya te pareces a tu madre con esas ropas tan vulgares.-

le reprendí con un tono autoritario, esa niña estaba dejandose influenciar por su provocadora madre, ahora sería yo quien le comprara su ropa, la princesa del planeta Vegita no andaría con esos trapajos espantosos.

-¡Papa!, no me avergüences!- se levantó de su silla de bronceado con un bikini que me molestó aún más y colocó sus brazos en jarras fulminandome con un ceño fruncido que obviamente heredó de mi, ahi con todo ese carácter esa niña era mi orgullo, mi princesa, si se dice que tengo un corazón, le pertenecen a ella y a Trunks.

"Recuerda a Milk... También tiene tu corazón"

-¡Ay maldición!, ¡¿Es que jamás te callas?!- solte bruscamente ante la muy molesta voz que me hablaba con mas frecuencia de lo que desearia.

Bra me queda mirando perpleja, con sus hermosos ojos azules muy abiertos por las maldiciones que dije en voz alta, quizas pensando que la mande a callar a ella, sintiendo que herí sus sentimientos me quite la chaqueta que llevaba puesta sin pensarlo dos veces, y la abracé necesitaba un poco de la calma que solo mi testaruda hija me brindaba.

-Papá... ¿Estas bien?.- preguntó en un tono particular, sabía que estaba avergonzada de mi demostración de afecto en público, era totalmente inusual este comportamiento en mi.

"Nada es usual en ti últimamente Vegeta",

rodé los ojos ante la maldita voz interna y abracé mas fuerte a mi princesa, se que todo estaba mal últimamente con mi esposa, había descuidado tanto a mis hijos por los entrenamientos, tratando de huir de la escandalosa peliazul...

Pero todo esta semana se puso de cabeza, una mujer capaz de plantarme cara como nadie antes habia hecho, pero a la vez con ese toque maternal y cuidadoso que estaba haciendo estragos en mi vida.

UN PEQUEÑO CAMBIO (VEGETAXMILK) (GOKUXBULMA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora