Capítulo 33: Nada es lo que parece

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POV GOKU

Me desperté en un lugar extraño, había oscuridad por donde sea que mirara.

El frío y el olor a humedad quemaban mi nariz, intenté salir desesperadamente de ese lugar pero sólo me encontré con... barrotes.

-Mierda.

Logre decir en voz alta al saber que nos habían encerrado, cayendo estúpidamente en la trampa de nuestros enemigos.

-Es mejor que no intentes nada, Kakarotto. Ya me he cansado de hacerlo, ni tu ki logrará sacarnos de aquí.

Vegeta habló con acritud y desconsuelo, se como debía sentirse de impotente en esta situación, brillante.

Nuestra misión de rescate había sido un desastre y se volvió en nuestra contra.

Suspire pesadamente, luego coloque dos dedos en mi frente para intentar teletransportarme y... luego una luz pesada y brillante encandiló mi visión.

-Ni siquiera lo intentes sabandija, perderás tu tiempo.

Una risa macabra se unió a la voz de Vegeta, o mejor dicho anti-Vegeta. El doble aún más malo que mi rival, el maldito que causó toda esta situación.

-¿INSECTO, QUIEN TE CREES PARA LLEVAR MI ROSTRO Y USAR MI VOZ? VOY A HACERTE PEDAZOS, DEVUELVEME MI MUJER Y MIS HIJAS.

Vegeta desafiaba a voz en grito a su copia, este sólo lo miraba como si fuera un bicho raro y asqueroso, cosa que molestaba más aún al saiyajin de raza pura.

-Pues me creo Vegeta, eres tú quien hurta mi identidad, no son más que gusanos insolentes, que no merecen nada, definitivamente, un estorbo para mi.

Mi sangre hervia a fuego lento, sin embargo, estaba en silencio para nada dispuesto a quebrantar mi tranquilidad hasta que supiera como ganarle a mi enemigo.

No estaba dispuesto está vez a ser derrotado tan fácilmente, ya no más.

-Kakarotto... pronto tendremos a tu preciosa Bulma, no sabes las delicias que hemos hecho con Milk.

Podrán ser unos inútiles, pero tienen definitivamente un muy buen gusto para las mujeres.

No hacía falta ser brujo para adivinar que Vegeta perdería la cabeza por las palabras del maldito de su Némesis.

Eran una molestia andante, apreté los dientes para no romper mi tranquilidad, pero eso no me evitó mandarles una mirada asesina a ese par.

-MALDITOS, DENSE POR MUERTOS. SON UNOS INSECTOS DEBILES Y REPUGNANTES, NO SE ATREVAN A TOCAR A MILK.

Vegeta rugia y se transformaba rápidamente cambiando de fase, de una a otra de vez en vez totalmente fuera de control.

Nuestros enemigos disfrutaban de su cólera, sin embargo, a mi me miraban con curiosidad. No pensaba morder el anzuelo.

-Pareces muy confiado Kakarotto, no creo que pongas la misma cara cuando posea a tu mujer de las maneras que me venga en gana todas las veces que quiera.

Idiota, pero si había aprendido en todo este tiempo es que jamás me rendiria sin una batalla justa al menos, Bulma... rescatare nuestra hija.

-Se creen muy sabios, indestructibles. ¿Porqué mejor no nos liberas y tenemos una batalla cuerpo a cuerpo?

Vegeta ya más controlado, apoyo mi idea, sabía bien a donde quería ir a parar yo con esta estrategia.

-Si, insectos. O ¿Es que son tan gallinas y nos tienen miedo que nos mantienen encerrados?.

Alabe la audacia del Príncipe, muy a regañadientes puedo añadir, me servía estar aliado con el en este momento pero Vegeta y yo, aún teníamos asuntos personales por arreglar una vez acabaramos con nuestros enemigos.

-No hagan reír, tenerles miedo jamás. Somos una versión muy superior de ustedes, copias baratas.

Contestó mi gemelo maligno.

- Bien, entonces no tienen problemas en luchar, si tan seguros están de sus victorias.

Apunte, rogando a kamisama que mordieran el anzuelo y nos dejaran emparejar un poco las cosas.

-No hay lío, par de inútiles.
En un abrirte cerrar de ojos los barrotes cedieron, y nos encontramos en libertad.

Vegeta iba directamente por su doble malvado, pero lo tome por el hombro. Debíamos buscar la manera de encontrar nuestras hijas primero antes de la lucha.

-Iremos a un lugar especial para esta batalla, todo sucederá en mis aposentos de combate.

Espetó mi rival idéntico, antes de que ellos pudieran hacer algo al respecto, coloque los dedos en mi frente y sujetando aún el hombro de Vegeta me teletransporte directamente al primer ki conocido que sentí.

Sólo alcanzamos a escuchar el pequeño jadeo de sorpresa del par ante nuestra desaparición justo frente a sus ojos.

Mi corazón cantaba con euforia, ya era un pequeño triunfo el poder usar un poder al menos, ya me estaba empezando a sentir como un indefenso.

Sentí el cuerpo de Vegeta tensarse, luego se relajó, habíamos entrado directamente a la habitación donde mantenían a Milk cautiva.

-Milk... mi amor.

Vegeta se adelantó sin pensarlo dos veces susurrando el nombre de ella con alivio, iba a besar su rostro expresivo por el sueño cuando sentí nuevamente esas dos repugnantes presencias malignas.

-jajajaja, que estúpidos son.

Nos miraban con burla, como si estuviéramos pasando por alto algo de suma importancia, y la ignorancia que teníamos de sus planes nos hiciera débiles.

-QUE QUIEREN DE NOSOTROS IMBECILES
Vegeta tenía su rostro descompuesto por la ira, más nunca dejó de tocar con suavidad el rostro ceniciento de Milk.

-Queremos... verlos caer.
Anti-Vegeta dio dos chasquidos con los dedos y justo en ese momento Milk abrió los ojos... Vegeta empezó a sonreír esperanzado de que su mujer despertara.

Pero ninguno de los dos estaba preparado para lo que está haría, definitivamente no era lo que nosotros estábamos esperando.

Y vaya sorpresa la que nos dio, sólo pude ahogar un grito al contemplar con horror sus acciones, unas que probablemente nos conducirian a la perdida de la batalla.

Oh, Kami apiadate de nosotros.

Fue mi último pensamiento antes de lanzarme hacia adelante.

UN PEQUEÑO CAMBIO (VEGETAXMILK) (GOKUXBULMA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora