Capítulo 36: La Despedida

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POV VEGETA

Camino por el pasillo que me lleva a la habitación donde se encuentra Milk, si es de morir en este momento lo haría, pero no sin verla por última vez.

-Pensabas irte sin despedirte de nosotros- detuve mis pasos y cerré los ojos al escuchar la voz de Bra, también pude sentir el ki de Trunks aquí, demonios. Al parecer, esto de morir sería más complicado de lo que pensé, cargado de sentimentalismo y esas tonterías terrícolas; terrícola o no, tenía que admitir que me costaba dejarlos.

-Papá- dijo mi hijo mayor y decidí voltear para plantarles cara.

-No se pongan tristes mocosos, es el designio de un guerrero. No hay que temer a la muerte, es parte de quienes somos- Les di una mirada profunda dándoles a entender mis palabras, lo que menos quería era verlos sufrir en la Tierra por mi partida.

Ambos corrieron a abrazarme y con incomodidad se los devolví, mis mejillas algo acaloradas, ya que estas muestras de afecto no son lo mío.

-Bueno ya fue suficiente, enanos- me retiré rápidamente.

-Sean buenos y entrenen o harán pedazos este planeta sin mí o Kakarotto aquí, no solo son débiles terrícolas, son príncipes de una raza superior así que no desperdicien su maldito tiempo- Espero que esta vez si me escuchen, Bulma los mimaba demasiado y se habían convertido más en empresarios que en guerreros, jum, que desperdicio de poder.

-Así lo haremos Papá, es una promesa- dijo mi delicada y obstinada hija, Trunks solo me dio un asentimiento de cabeza, una mirada más y me aleje nuevamente a mi destino.

Al llegar no pude evitar sentir un poco de pena por ella, se que estará devastada una vez despierte y sepa lo que ha ocurrido. Solo me queda esperar que el tener a nuestra hija nuevamente le dé un poco de consuelo.

-Te amo mujer, espero que vivas tu vida y no voltees atrás. Se feliz, por mi- Le susurré aunque sabía que no podía escucharme, era un alivio expresarlo.

Debía encontrar a Kakarotto, La hora había llegado.

POV GOKU

Cuando por fin las lágrimas de Bulma cesaron, le hice prometer que seguiría adelante, se lo debía a sus hijos que perderían a su padre y a nuestra pequeña. Gohan llamó a Goten y también a Videl que trajo a mi pequeña nieta Pan, los abracé y les di palabras de alivio, esperaba que verme alegre y decidido aliviara un poco el dolor del momento para ellos. Con mi familia reunida estaba listo para partir, al menos esta vez podía despedirme, las veces anteriores que morí fue en batalla y nunca pude decir adiós a Milk o alguno de ellos. Esta vez las esferas del dragón no podían traerme de vuelta y eso lo sabían ya había ocupado mi cuota máxima de muertes y resurrecciones, creo que esta vez si era el fin definitivo y estaba bien con ello, el otro lado no era tan malo.

-KAKAROTTO, SI VAMOS A MORIR QUIERO QUE AL MENOS ME DES EL GUSTO DE SER YO QUIEN TE MATE POR UNA VEZ DESDE QUE LLEGUÉ A ESTE ESTÚPIDO PLANETA- Escuche a Vegeta y no pude evitar sonreír un poco, en los últimos días que habíamos pasado intentando trabajar en equipo había aprendido a dejar a un lado las antiguas rivalidades que teníamos. Entendí que fue su culpa al igual que mía, y de las mujeres que tenían nuestros corazones; Todos teníamos un poco de culpa y morir odiándolo no serviría de nada.

-Entonces, ¿tu última voluntad será cumplir el propósito por el cual viniste aquí en primer lugar?- Le dije con una sonrisa amistosa, estaba listo para morir, y ¿por qué no dejar que suceda al fin lo que el siempre ha soñado?.

-Lo has comprendido, insecto- me respondió con una sonrisa ladeada y sarcástica muy propia de él.

-Entonces que así sea, Vegeta. Tendremos nuestra última batalla- Ambos nos miramos con desafío, mientras sentía como todos se agitaban a nuestro alrededor creo que definitivamente esta no era la manera que esperaban que dejáramos este mundo, quizás una sobredosis de medicamentos seguido de un profundo y eterno sueño. Pero esta sería la mejor manera de morir para un Saiyajin de raza pura, nuestra sangre clamaba esto y dejaríamos este mundo... pero a nuestra manera.

POV BULMA

No sabía que sentir, me sorprendí totalmente aunque a la vez creo que debí haberlo esperado, eran Saiyajines después de todo, vivían y morían para luchar; entrenando de forma incansable toda su vida desde que nacieron sabía que no podían irse de otra forma.

Una solitaria lágrima rodó por mi mejilla mientras los veía atacarse con todo lo que tenían, volaban y volvían al suelo haciendo profundos agujeros por las fuerzas en sus ataques. Vegeta quien había compartido conmigo muchísimos años, me había dado dos hermosos hijos que lo veían luchar con una profunda admiración en sus ojos y quien luego se convirtió en mi mejor amigo, contra todo pronóstico. Le quería y le agradecía cada instante en que limpio mis lágrimas y me dio su hombro para llorar a Goku, quien fue mi mejor amigo y ahora el amor de mi vida.

A medida que el tiempo pasaba veía como cambiaban de una transformación a otra, era bello el espectáculo de poder que representaba su lucha, hermosos colores que manaban de sus auras cambiantes y esferas de luz superpoderosas que se lanzaban.

Vi como empezaban a agotarse, pero la sonrisa y el desafío no abandonaban sus ojos. Era hechizante verlos, me sentía orgullosa de ambos y su última experiencia era lo que Vegeta siempre había querido, el propósito de su existencia había sido acabar con Goku y ahora aquí estaba su única oportunidad de vencerlo realmente, se notaba feliz como un niño con su juguete de navidad.

Vi como lo tomó por las espaldas, apretándolo en un muy fuerte agarre pensé que ese era el final, que ambos se harían polvo de estrellas con semejante poder pero Goku se soltó justo a tiempo. En contraataque se colocó al otro lado y empezó a acumular una gran cantidad de energía entre sus manos, Vegeta imitó su movimiento y también acumuló muchísimo poder.

-¿Preparado Kakarotto?- Le dijo con esfuerzo ya que la energía parecía desbordarse como con vida propia.

-Lo he estado desde siempre- Mi amado sostuvo un tiempo más la gigantesca esfera y con una última mirada a todos los que participábamos de su encuentro lanzó un estridente gruñido cuando liberó su poder hacia Vegeta, como si hubiesen estado conectados Vegeta lo lanzó al unísono siendo embestidos por sus propios poderes demoledores, para luego caer inertes al suelo rocoso, en definitiva este había sido el fin.

-Papá- gritaron los chicos y salieron corriendo, corrí detrás de ellos. Tome la cabeza de Goku en mi regazo y le di un casto beso en la frente mientras lágrimas empañaban mi visión.

Lloré por lo que parecía una eternidad pero solo habían pasado pocos minutos.

-¿Alguien está listo para una misión de rescate?- Me di la vuelta al sonido de la voz de Trunks, quien de alguna manera había sacado la nave del hangar donde guardábamos nuestros vehículos de transporte terrestre e intergaláctico, no me di cuenta mientras estaba sumida en el sopor de mi dolor.

-Voy contigo- Gohan fue el primero en apuntarse seguido de mi, por supuesto.

-Yo me quedare a esperar que mamá despierte, junto con Bra- Goten se sonrojó un poco, sus palabras tenían sentido pero no entendía el motivo de su sonrojo y realmente no tenía cabeza para más nada excepto salvar a las niñas y traerlas de vuelta a casa.

-Bien, vamos- Abordé la nave espacial con Gohan y Trunks, en pocos segundos partimos a nuestro destino, Verushka y Genevieve. Pronto estarán de vuelta, se los prometo. No dejaré que el sacrificio de Goku y Vegeta sea en vano, dieron su vida para traerlas a casa, y nosotros las traeríamos. Mientras ascendíamos cada vez más escuche un agudo grito que venía de corporación capsula, cerré mis ojos tratando de no pensar en la escena que abajo se desarrollaba, Milk había despertado. 

UN PEQUEÑO CAMBIO (VEGETAXMILK) (GOKUXBULMA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora