Capítulo # 18

727 98 35
                                    

Narra Flash.

-Nova, esperame aquí. -Me rebaje a su altura. Ella estaba sentada en una larga banca cerca del cajero automático. -Sacaré el dinero en el cajero para comprar tu juguete. No te muevas.

Ella sólo asintió. Y yo me dirigí a la larga fila.

Una vez que había sacado el dinero, volví donde la había dejado, pero Nova ya no estaba.

-Nova. -La empecé a llamar mientras la buscaba con la mirada por todos lados, pero no respondía. -¡Nova! ¡¿Hija, donde estas?! -Me empecé a desesperar.

Oh Dios. Mi hija había desaparecido.

Narro yo.

Flash había dejado a Nova en aquella banca. La niña se quedó sentada ahí mientras miraba a la gente pasar.

De pronto ve que de la larga fila de personas que había frente al cajero automático, sale un señor de cabello azul y la misma chaqueta que Flash llevaba. Al ver que su padre se iba alejando sin ella, Nova se bajó del asiento para seguirlo. Caminaba muy rápido y apesar de que la niña gritaba "papá" este no le respondió.

En medio de la turbulencia de personas y el poco espacio, pierde de vista al señor que pensó que era su padre. Dio vuelta y no sabía que camino cojer para regresar dónde Flash le había dicho que lo espere.

La pequeña Nova se había perdido y no soportó las ganas de llorar. Pues apenas era una de cinco años.

Narra Dark.

La niña paso frente mío, era muy obvio que se había perdido y no tuve el valor de dejarla rondar por el centro comercial sin orientación alguna, al menos la quería ayudar a encontrar a su mamá o a la persona con quien estaba.

-Cariño ¿Y tu mamá? -Me acerqué a ella para luego inclinarme a su altura. -Yo te puedo ayudar a encontrarla. -Le sonreí.

La niña con sus ojos llorosos asintió lentamente. Le agarré su pequeña mano y por un momento sentí una pequeña sensación que sólo había sentido en mis sueños, no le tome importancia y empezamos a buscar a su mamá.

-¿Dónde fue la última vez que viste a tu mamá? -Le pregunté con dulzura.

-No tengo mamá. -Me respondió mientras observaba su alrededor.

Yo enseguida me detuve en seco. Y me arrodille frente a ella.

-¿Cómo qué no tienes mamá? -Le pregunté sorprendida.

-Ella... murió cuando apenas era una bebé. -Me respondió con su carita agachada.

-L-lo siento. -No pude evitar darle un fuerte abrazo. -No creí que tu mamá pudo haber fallecido. -En eso una lágrima rodó por mi mejilla.

Ni siquiera conozco a esa niña y ya siento algo que nunca antes había sentido. Algo que no se describir con palabras, por la sencilla razón de que es algo desconocido para mí.

-Entonces, ¿Con quién estabas? -Me solté de ella, mientras limpiaba mi lágrima.

-Con mi papá.

-Ok, sigamos buscándolo.

Dimos varias vueltas por el centro comercial pero no tuvimos suerte. El papá de la pequeña niña no aparecía, o al menos ella no lo lograba identificar. La niña, al ver que no lo encontraba, empezó a sollozar.

-No llores, cariño. -Le acariciaba su cabello. -Lo vamos encontrar.

-No creo que lo encuentre, creo que me dejó. -Dijo con su voz entrecortada.

Una vida que no logro recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora