Capítulo # 23

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Narra Dark.

Durante días he estado muy pensativa y cada vez desconfio más de la gente de la guarida, he tratado de preguntarle a colegas que supuestamente he convivió con ellos durante más de cinco años acerca de mi pasado y todos me responden con un "no sé" o "para que quiero aclarar mi memoria si es lo mismo a lo que estoy viviendo ahora", entre otras respuestas que no me convencen. Hasta siento que me tienen un poco de temor y tratan de evitarme, a pesar de que esto no es nada nuevo, desde que desperté he vivido con su miedo hacia mí.

-¿Dark? -El jefe Sombra me detiene sacandome de mis pensamientos. Caminaba por el oscuro pasillo para dirigirme a mi dormitorio.

-¿Si jefe? -Volteé hacia él.

-Te he visto muy extraña en estos últimos días, y fue desde que te mande a robar el corazón de cristal para ser más exactos. -Tenía un semblante muy serio. Parecía que no le agradaba mi, ahora, actitud. -¿Te sucede algo?

-Eemm... No, no me sucede nada. -Negué con mi cabeza de inmediato. -¿Por qué debería de estarlo? -Hice aparecer una sonrisa forzada.

-No sé. -Se encogió de hombros. -Dímelo tú, sabes que puedes confiar en mí.

-No es nada. -Repuse mostrando completa seguridad. Pero no pude evitar mostrar enojo al recordar lo que mando a hacerme. Eso de alguna forma es algo que no puedo dejar de pensar.

-No me convences. -Dijo cortante. -Sé que algo te sucede o acaso... -Se quedó pensativo. -¿Sabes algo que no me quieres contar?

-No entiendo. -Fingí ignorancia. A esto quería llegar. -¿Qué debería saber? -Me crucé de brazos.

Rió nervioso. -¿Saber?... Nada, bien sabes que si tienes una duda, me lo puedes decir y con gusto te respondería... Secretos no existen entre nosotros. Eso siempre te lo repito. -Apoyó su mano sobre mi hombro.

-En eso no tengo duda. -Mentí mientras sonreía.

Ahora más que nunca sé que me esconde varias cosas.

-Bien. -Miró su reloj de muñeca. -Debo seguir con mi búsqueda de diamantes importados. Tal vez en unos días te mande a alguna misión.

-Si jefe. -Asentí.

Tomamos caminos diferente, él hacia su oficina y yo a mi habitación. Donde Rarity se encontraba en la mesa junto con su maquina de coser, confeccionando trajes.

Me tiré en mi cama dando un largo suspiro.

-¿Qué te sucede, querida? -Me preguntó Rarity sin dejar de desconcentrase en lo suyo. -Ahora último estás muy extraña.

-Tengo razones. -Mi vista estaba hacia el techo. -Cada vez dudo más de quien realmente soy.

-Si te refieres a lo que me contaste. Yo también estaría en mis dudas... Haz lo que creas conveniente. Bien puedes ignorar lo que sucedió con el agente, olvidar tu embarazo y seguir siendo la ladrona que hoy eres, o buscar pistas de tu pasado.

No dije ni una palabra más, me quede en silencio absoluto. Pensé por un momento lo que me dijo Rarity; bien puedo ignorar todo y dedicarme a lo que siempre hago, pero sé que no podre estar tranquila si lo terminó haciendo. Recordar no sera fácil, ni siquiera sé si algún día llegare a recuperar mi memoria, pero al menos quisiera saber la mujer que realmente fui.

-¿Sabes qué? -Me paré de golpe. Rarity volteó enseguida. -Voy a hablar con el agente Sentry.

-¡¿Estás loca?! -Gritó exaltada.

-No, sólo quiero respuestas. -Contesté con ironía. -Aquí en la guarida no voy a tener suerte. El agente Sentry me puede ayudar o al menos explicarme por qué me confundió con su esposa.

Una vida que no logro recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora