Capítulo # 26

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Narra Flash.

Como me pidió Twilight, no le dije a nadie acerca de su falsa muerte. Luego de haberla vuelto a ver y saber que es mi esposa, no he vuelto a comportarme como un loco obsesivo al frente de la computadora. No hasta ahora.

Ahora lo único que espero es que vuelva a casa, o al menos dé alguna señal. Han pasado algunos días desde la última vez que la vi.

-Buenos días, Flashito. -La odiosa de Spitfire es la primera en saludarme de forma coqueta.

-Buenos días. -Le devolví el saludo, pero a diferencia de ella, yo actúe de una manera muy seria.

Me encamine hacia mi oficina y me senté al frente de mi escritorio a realizar mi trabajo, y a la vez esperar algún llamado de Celestia para alguna misión de atrapar a un ladrón, pero en mis adentros lo único que pedía es que aquel ladrón, o más bien, ladrona, sea Twilight.

Mi puerta empieza a ser tocada.

-Pase.

-Reunión en la sala principal. -Rainbow me informa mientras se asomaba en la puerta.

-¿Reunion? ¿Cómo así? -Pregunté extrañado.

-No sé. -Se encogió de hombros. -De la nada Celestia mandó a llamar a todos los agentes.

-Bien, ahora mismo voy. -Me paré de mis asiento.

Salí de mi oficina, y con un paso ni tan rápido ni tan lento, terminé llegando a la sala principal, varios de mis colegas ya estaban reunidos y otros recién llegaban.

La jefa se aseguró de que todos estemos completos. Caminaba de un lugar a otro mientras su vista viajaba por todos lados. Una vez que ya dejaron de llegar agentes, paró en seco en un punto determinado.

-La razón de esta repentina reunión... es para empezar a tomar medidas extremas. -Varios murmullos se empezaron a escuchar, la mayoría no sabía a que se refería Celestia, yo formaba parte de ese grupo. -En estos últimos años, nuestra organización ha caído notoriamente. Logros, es lo que menos hay ahora; nosotros, terminamos perdiendo y los ladrones terminan ganando, esto no puede seguir sucediendo. Somos agentes y nuestro deber es mantener aquellos diamantes lejos de las manos de Sombra, pero al parecer esa política se está perdiendo con el paso del tiempo... Y todo esto empezó desde que apareció Dark Star. -Mi cuerpo se tensó al escuchar su nombre. -Aquella ladrona que repentinamente apareció en los museos y joyerías de la ciudad. Es más que obvio que Dark es la llave del éxito de Sombra. Y para que eso pare, hay que detenerla cuanto antes.

-¿Tiene alguna estrategia, jefa? -Preguntó Applejack.

-Claro que la tengo. -Celestia asintió. -Pero para llegar a aplicarla, necesitamos que aparezca Dark lo más pronto posible... Hay que capturarla.

-Jefa, pero y ¿si no llega a funcionar su estrategia? -Dije nervioso.

-Sí funcionará. -Me contestó segura. -Con algunos cambios que haré y nuevo entrenamiento. Sé que lo lograremos. Ya logré estudiar algunos movimientos de Dark y con lo que pudo ver, ideé nuevos movimientos que podremos usarlo en su contra.

-Pero...

-Y de una vez le informó. -Me interrumpió. -Usted no formará parte de esto.

-¿Cómo?

-Como lo escucho. Con el accidente que ha tenido y su insistencia de decir que Dark es Twilight, me ha dado mucho en que pensar, no creo que este apto  para volver a estar frente a Dark, no sigue teniendo la impresión de que ella es Twilight... Debido a ese problena, la gran mayoría de veces aquella ladrona termina siempre triunfante... No volverá a ser llamado para perseguir a Dark Star.

-¡No puede hacer eso! Siempre estoy cerca de atraparla.

-Aquí, lo "cerca" no se acepta... Con eso no ganamos nada.

-Puedo asegurarle que atrapare a Dark... No le fallare.

-Lo siento agente Sentry, pero ya tome mi decisión. Será llamado para atrapar a Trixie, Rarity, entre otros... Pero con Dark Star, ya no, eso ya se acabó.

-Pero ella... -Agache mi cabeza.

-Bien agentes, ya pueden regresar con su trabajo. En unos minutos a cada uno le llegara un correo donde qué papel desempeñará en esta nueva estrategia y los nuevos horarios de entrenamiento. -Se dirigió hacia la puerta. -Recuerden, somos agentes y no podemos fallar ante malhechores.

-Celestia, no puede...

-Mi decisión ya está tomada. -Me interrumpió de golpe para finalmente seguir su camino.

Todos mis colegas salieron después de que la jefa se haya ido. Me quede solo en aquel cuarto oscuro pensando una forma de como cambiar de opinión a Celestia. Si sus reglas cambian, Twilight puede estar en peligro. Al menos yo bien puedo evitar eso si sigo yendo a misiones para "atraparla", pero si eso cambia, algún otro agente puede terminar deteniéndola... Y ningún peón de Sombra dura mucho tiempo en la cárcel, ya que siempre los manda a matar.

Narra Dark.

Entré a la oficina de Sombra, como supuse, él no estaba ahí. Este era mi momento para registrar sus cosas y encontrar mis registros. Tengo la esperanza de que si los llego encontrar tal vez encuentre una manera de recuperar mi memoria o eso creo.

Me acerqué a su escritorio y entre varios papeles que tiene, empecé a buscar.

No sabía en que momento él iba a aparecer. Por lo tanto me estaba arriesgando demasiado... No encontraba nada, solo eran papeles viejos o imágenes de diamantes.

Alce mi vista y ésta cayó sobre una pequeña cajonera que estaba a un rincón de la oficina. Desde la primera vez que entre a este lugar, siempre estuvo esa cajonera ahí, nunca fue movida de su puesto... Me acerqué hasta allá, por suerte no había ningún candado ni seguridad para impedirme abrirla. Lentamente acerque mi mano...

-¿Qué se supone que estás haciendo?

Aquella voz ronca y firme de Sombra me termina deteniendo. Enseguida volteé hacia él. Llevaba su ceño totalmente fruncido.

Una vida que no logro recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora