Narra Flash.
-Flash, desde que despertaste no te despegas de aquella máquina. - Comentó Spitfire cruzada de brazos con su ceño fruncido. Ella estaba parada al lado mío.
He estado metido en mi oficina desde que salí del hospital, frente a la computadora y con la esperanza de hallar a mi esposa, porque sé que ella está con vida.
-No me rendiré. -Dije sin dejar de teclear. -Debo hallar la guarida de Sombra.
-¡Eso es imposible! Bien sabes eso. Ni siquiera Celestia ha tenido suerte y eso que ella empezó su búsqueda desde el primer día que fundó esta organización. Y eso fue hace más de veinte años.
-Tal vez ella no tiene suerte porque pone ni un poco de esfuerzo. -Me escogí de hombros. -Sé que hallare mi objetivo.
-Flash, no lo lograrás. -Movió su cabeza de un lado a otro.
-Escuchame... -Di un suspiro de frustración. -es mejor que te largues de aquí y me dejes solo para que pueda continuar con mi trabajo ¿Si? No aguanto tenerte aquí a mi lado.
-No lo haré hasta que salgas de aquel asiento, la jefa ordenó a que te mande a casa.
-Como que si te interesará. -Mostré una sonrisa de lado.
-Flash, sé que esto lo haces porque supuestamente viste a "Twilight" -Dijo entre comillas. -Pero ya aceptalo, tu esposa está muerta.
-¡Callate! -Le grité con cólera. -¡Ella no lo está!
-¡Sí lo está! -Me desafió. -Ella está enterrada bajo cinco metros del suelo... Flash ¡Twilight murió!
Ya no aguanté más mi furia y me pare de golpe para acercarme amenazante a Spitefire.
-¡No te atrevas a repetir lo mismo! -Dije entre dientes mientras ella retrocedía unos pasos, supongo yo, asustada. -Porque si lo vuelves a hacer, te juro que...
-¿Juras qué? -La voz de Celestia me terminó interrumpiendo. Ella estaba arrimada en el umbral de la puerta. Yo enseguida me aleje de aquella mujer que tanto me irrita. -No permitiré que golpees a una de mis agente. -Se acercó desafiante a mí.
-Entonces dígale que me deje tranquilo. No soporto que me interrumpa. -Repuse en tono cortante.
Celestia me seguía mirando con esa seriedad latente que a cualquiera lo pondría nervioso, luego fijó su mirada sobre la pantalla de la computadora.
-¿Hasta cuándo será esto? -Señaló la pantalla.
-Hasta que encuentre a mi esposa.
-Pero no es Twilight a quien estas buscando, es una ladrona que por motivos desconocidos, la confundiste con tu difunta esposa. -Dijo arrogante. -Agente, ve a casa.
-Pero debo...
-Ve a casa. -Me interrumpió. -Debes estar con tu hija, ella te necesita.
Suspiré y asentí decepcionado de mí mismo. He llevado días en mi búsqueda y me enoja el hecho de regresar a casa sin ninguna mísera pista del paradero de Twilight. Pero no me rendiré fácilmente, debo hallar a mi esposa.
Narra Fluttershy.
Inicio del Flashback.
-¿Me trajiste todos los registros de Twilight Sparkle? -Me preguntó Sombra, sentado en su lugar de despacho.
-Sí, señor. -Le extendí todos los papeles que traje conmigo. -Están todos. Y como usted dijo, todos llevan con el nombre de Dark Star.
-¿Todos?
-Sí, exámenes de sangre, electrocardiograma, electroencefalograma, electromiografía, entre otros...
-Bien... -Revisaba detalladamente cada hoja. -Por suerte todo salió bien... tira esta. -Extendió una de las hojas. La recibí y aquel resultado se trataba del embarazo de Twilight. -Para que tener eso, si ya estamos libres de aquello. -Dijo indiferente.
-Está bien. -Agaché mi rostro al sentir aquella culpa por haberlo hecho.
Me retiré de su oficina sin dejar de observar aquella hoja que la llevaba entre mis manos. Llegué a mi consultorio, tuve la intención de arrugar aquel papel y tirarla a la basura, pero aleje esa idea y me dispuse a archivarla a la carpeta de Dark Star, la nueva integrante de los peones de Sombra.
Fin de Flashback.
Y hacer eso, fue una muy mala idea.
-Lo siento Dark. -Dije entre sollozos. Estaba arrodillada, mis manos apoyadas sobre el suelo donde lágrimas caían sobre él, pues mi rostro estaba agachado.
-¿Po-por qué lo... hiciste? -Dijo en un hilo de voz. -¿Por qué?... ¡¿Por qué?! -Gritó. -¡¡Al menos me lo pudiste haber dicho desde un principio!!
-¡No tenía opción! ¡Era mi trabajo!
-¡No! ¡Eso no es trabajo! ¿Sabes lo que es? -Rebajó para llegar a mi altura. -Eso es... ser una asesina. -Me dijo entre dientes.
-¡No! ¡No lo soy! -Gritaba mientras tapaba mis oídos. Aquella palabra no salía de mi cabeza, me invadía cada segundo. -¡No... soy... una... asesina!
-¡Sí lo eres! ¡Mataste al ser que llevaba en mi interior!... ¡Me quitaste a mi hijo! -Se terminó tirando al suelo para empezar a llorar desesperadamente. -Te consideraba mi amiga. -Dijo entre sollozos. -No debiste... No debiste hacerlo. -Golpeó el suelo.
-Yo tampoco lo quise hacer... No sabes cuánto me atormenta recordar aquella vez... No tienes idea que es despertar cada mañana y que lo primero que se te viene a la mente es ver aquellos instrumentos que utilicé para...
-Matar a mi bebé. -Completó la frase.
-Lo siento. -Murmure.
-Me será difícil aceptar tu "lo siento" No sé quién mismo eres, ni siquiera sé quien soy yo. No tengo ni la más mínima idea de quien era yo antes de haber despertado... Y de mi accidente, estoy empezando a creer que eso es una mentira o ¿Me equivoco?
Me quedé callada, sabía que en eso no me podía meter. Si llego a decir más de lo que ya dije, no creo que me va a ir bien con Sombra.
-No me lo piensas decir ¿No? -Desvíe mi vista hacia otro lado. -Me lo esperaba. -Se puso de pie. -De ti cualquier cosa se puede esperar. Me he dado cuenta que las personas que tienen pinta de mosca muerta, son las más peligrosas. Y tú, eres una de ellas. -Caminó hacia la puerta. Su mano ya la tenía sobre la perilla.
-¡Dark! -La detuve pero no se dignó a voltear. -Odiame, piensa lo que quieras de mí. Es mas, merezco tu odio. Pero hagas lo hagas, no diga nada se esto a Sombra. Confesé algo que me era prohibido decírtelo.
-Él... fue quién te obligó ¿Cierto?
-Sí, él fue. -Le respondí.
Apretó la perilla con odio.
-Eso era de esperarse, es el jefe.
-No le digas nada... sabes cómo es él, ahora estoy en peligro. Por favor, no lo hagas.
-Ni siquiera tengo la intención de hacerlo, sé qué no funcionará reclamarle algo que va a negar rotundamente. Será una pérdida de tiempo... Pero antes de irme, ¿Sabes quien es el padre?
-Lo lamento, pero en eso no tengo conocimiento. -Mentí. Me dolía hacer esto.
-Entiendo. -Terminó saliendo de mi consultorio.
Recogí mis piernas y entre ellas metí mi cabeza. No pensaba moverme de ahí, sólo quedarme en suelo, expulsando lágrimas de culpa por haber hecho sufrir a Dark, ocultando su pasado y su verdadera identidad. Aunque esto, no creo que dure para siempre.
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Una vida que no logro recordar
FanfictionDark Star, es una de las ladronas más buscadas en toda la ciudad de Canterlot, pero no es una ladrona cualquiera, ni roba cualquier cosa, sino es una ladrona de diamantes. Trabaja para el jefe Sombra, un hombre sin escrúpulos que no le importa la vi...