Capítulo 8: "Por Las Malas"
No podía dejar de llorar. Las lágrimas bañaban mis mejillas y ni siquiera sabía qué rayos estaba haciendo. ¿Por qué había tenido que decirle a Justin que lo extrañaba? Me sentía como una tonta, pero ya no había nada que pudiera hacer para retirar mis palabras. Estaba claro que el vodka había hablado por mí otra vez, porque de haber tenido el control absoluto sobre mis acciones, jamás hubiese hecho un comentario de ese estilo.
Justin tomó una distancia considerable de mí, aunque me secó la comisura de los ojos con la yema del pulgar.
-Demonios, Emily, estás como una cuba...- maldijo entre dientes, aunque pude ver que se mordía el labio inferior para reprimir una carcajada.- ¿Te encuentras bien?
-No,- dije, al mismo tiempo que asentía con la cabeza.- pero te juro que...
-Ven.- me interrumpió Justin.- te llevaré a casa. Ya has tenido demasiado sexo en la playa por hoy.- bromeó, y se rió con ganas ante su mal chiste, que a mí no me había hecho ni una pizca de gracia.
-Si no te dedicaras a la música, te morirías de hambre como comediante.- le espeté, y él volvió a reírse. ¿Es que nunca se iba a cansar de burlarse de mí?
-Resultas ser bastante más divertida cuando te enfadas.- comentó.
-Y tú me resultas bastante menos molesto cuando no tengo que estar sobria como para soportarte.- contraataqué. El alcohol que aún fluía por mis venas me infundía valor para decir lo primero que se me viniera a la mente.
-Vaya, eso ha sido un golpe bajo.- reconoció él. Se pasó una mano por el pelo, y tras hacer una breve pausa, añadió:- será mejor que busquemos a Simon, pronto.
-¿Para qué lo necesitas ahora?- me quejé.
-Le pediré que me de las llaves de su auto para poder llevarte a casa.- explicó.
La verdad era que esa idea no me gustaba nada. Estaba pasándomela genial en la fiesta, o bueno... al menos la había estado pasando genial, hasta que tuve que abrir mi bocaza para confesarle a Justin que lo echaba de menos. ¿Es que acaso no conseguiría callarme nunca? Había estropeado mi noche, y lo había hecho yo sola, sin la ayuda de nadie más. Desde un primer momento, había tenido muy en claro que Justin no había regresado a Imperial Beach con la esperanza de reencontrarse con sus viejas amistades, y aun así lo había forzado a que lo hiciera. Había sido demasiado ingenua al creer que podía cambiar algo en él, cuando lo cierto era que nunca iba a dejar de ser aquella persona egoísta y arrogante en la que se había convertido en cuanto se mudó a la ciudad de San Diego. Que hubiese bailado conmigo no significaba nada, al menos para él. De eso podía estar muy segura.
-¡Pero yo no quiero irme!- sollocé, como una niña pequeña a la que le han prohibido comer postre.- ¡Yo quiero seguir bailando!- comencé a moverme frenéticamente en el lugar, agitando los brazos y las caderas al ritmo de la música, que cada vez sonaba más fuerte. Podía jurar que la cabeza iba a estallarme de un momento a otro, pero no me importaba. Por alguna extraña razón, hacer enfadar a Justin me resultaba entretenido. Definitivamente algo no andaba bien conmigo.
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ENTRECRUZADOS [Justin Bieber Y Tú]
FanfictionCuando Emily recibe la noticia de que Justin regresará al pueblo para celebrar la boda de su hermano mayor, no sabe cómo tomárselo exactamente. Luego de pasar dos años separados, Emily cree que volver a ver a su mejor amigo reabrirá viejas heridas q...